Carora.- Este jueves 4 de abril murió infartado el agricultor Honorio José Chávez luego de hacer una cola en el banco Bicentenario ubicado en la avenida Francisco de Miranda de Carora, estado Lara.Chávez sufrió un ataque al corazón cuando ya había entrado a la agencia para solicitar unos estados de cuenta después de cinco horas de espera.
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Al pensionado le hicieron varios débitos no autorizados y salió al banco este jueves para hacer el reclamo.Fuentes señalaron que Chávez era hipertenso, pero estaba sin tratamiento médico. El eje de homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) trasladó el cadáver hasta la morgue de Carora.
Amanecen en colas
En la sucursal del Bicentenario donde murió Chávez, los adultos mayores amanecen en largas colas para retirar efectivo o hacer transferencias ante la escasez de material para tarjetas de débito y el colapso de la banca electrónica que imposibilita hacer consultas o transferencias. «En Carora hay tres agencias del Bicentenario que siempre tienen adultos mayores tirados en el piso que duermen en las afueras para asegurar los primeros puestos al día siguiente. Los pensionados no tienen acceso a baños ni puntos de hidratación», comentó a El Pitazo un vecino del sector que reservó su identidad.
Dinero inaccesible
En Barquisimeto también hay colas interminables a las puertas de las agencias del Bicentenario. Los adultos mayores no tienen otra alternativa que retirar efectivo o movilizar los fondos en taquilla. La situación ha empeorado con los cortes eléctricos y las fallas de telefonía e internet.
Esta semana de apagones, Jorge Peraza, un profesor jubilado de 75 años, fue por efectivo a varias sucursales diferentes cerradas por falta de electricidad o línea. Encontró abierta una de ellas, en el centro comercial Metrópolis. Solo le pagaron Bs. 500 en billetes de baja denominación. Para llegar al banco había gastado Bs. 200. «Para hacer la transferencia a otra cuenta en taquilla debía tener Bs. 50.000 disponibles, un jubilado jamás cobra eso quincenal. ¿Es decir que tendría que esperar tres meses para que me permitan hacer la transferencia y disponer de mi dinero?», se preguntó.
En la agencia solo cancelaban Bs. 10.000 a los pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) y el resto de los clientes tienen montos interiores a los Bs. 1.000 por la escasez de efectivo. Peraza repitió la operación al día siguiente y el Bicentenario cerró sus puertas a la 1:30. Hizo una interminable cola en vano y regresó a casa con las manos vacías.En Lara, jubilados y pensionados han advertido que los días de cobro «son una penitencia», porque pasan hasta 20 horas a la intemperie en busca de efectivo.