El venezolano Enyelberth Márquez, dos sobrinas y sus padres dormían fuera del Terminal Internacional Manuel A. Odría de Tacna, una ciudad del sur de Perú, cerca de la frontera con Chile. Formaban parte de los más de 200 viajeros, entre peruanos y extranjeros, que quedaron varados en esa localidad a causa de los bloqueos en las carreteras, reportó La República el jueves 15 de diciembre.
El diario peruano indicó que Márquez llegó desde Chile y no tenía dinero para pagar un hotel, pues su presupuesto solo alcanzaba para volver a Venezuela. El venezolano dijo a La República que durante la noche, la situación es peor, pues el terminal cierra sus puertas y desaloja a los viajeros de sus instalaciones.
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Tras el fallido intento de golpe de Estado que derivó en la destitución del expresidente Pedro Castillo, muchos peruanos tomaron las calles para expresar su descontento con la política, en general, así como con el funcionamiento de muchas instituciones democráticas del país, en especial, el Congreso.
Lexandra Ludiño, también venezolana, vivió una situación similar a la de Enyelberth Márquez. Contó al Diario Correo que junto a su esposo salió el domingo 11 de diciembre de Lima a Tumbes y en el trayecto los manifestantes bloquearon la Panamericana Norte, a la altura del puente Chao, donde después de cuatro días de estar retenidos lograron salir por otra vía.
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«Muchos temíamos por nuestra integridad física y robos de nuestros equipajes. En lo personal no contaba con mucho dinero. Han tenido que prestarme mis amistades, quienes me hacían depósito a través de un aplicativo móvil. Algunas manifestantes arrojaban piedras a los ómnibus», dijo Ludiño al medio digital peruano.
Turistas varados
Las protestas desencadenadas por la crisis política en Perú dejaron también varados a decenas de turistas, incluidos niños, en la ciudad andina de Checacupe, en la región de Cusco, dijo a Reuters Wilmaris Villarroel, una alpinista costarricense-venezolana, cuyo autobús fue detenido de camino a La Paz, Bolivia.
El hecho sucedió la madrugada del 13 de diciembre, cuando alrededor de 6 autobuses y 60 personas quedaron varados, reseñó la agencia británica. Villarroel dijo a Reuters que los lugareños les dijeron que no permitirían que el grupo continuara su viaje.
Con información de La República y Diario Correo