Por Daniela Goncalves (*)
Caracas- Independencia. Justo eso fue lo que motivó a una caraqueña a emigrar a Estados Unidos en el año 2014. La actriz Diana Marcoccia sintió que en Venezuela le sería muy difícil “sembrar y cosechar” sus propios sueños. Es por ello que tomó un avión hasta Miami con la meta de crear su compañía de fiestas infantiles y conseguir oportunidades en la actuación.
Por las venas de Marcoccia corren dos espíritus: el emprendedor y el artístico. Al pisar suelo americano la venezolana mezcló ambas cualidades para, con la ayuda de su madre, crear el negocio que le ha permitido vivir tantas alegrías al ritmo de las canciones infantiles: Caroline Party (@carolineparty).
Cumplir un sueño en EE. UU.: venezolanas cuentan cómo llegaron a la industria del entretenimiento
En una entrevista para El Pitazo, Marcoccia comentó que mientras trabajaba para que su negocio fuera reconocido tuvo que desempeñarse como repartidora de flyers en restaurantes, como promotora de eventos y bailando en horas locas de fiestas. Detalló que uno de los mayores retos al principio fue luchar contra su ego, pues en algunas ocasiones era reconocida en estos lugares y sentía pena.
“Lo más difícil fue sentir que venía de ser reconocida en mi país a empezar de cero haciendo cualquier cosa. En el medio artístico era muy difícil, porque no competía solo con venezolanos, era con colombianos, mexicanos y argentinos. Personas muy talentosas y preparadas que venían a luchar por sus sueños”, señaló.
Marcoccia es recordada en Venezuela por su actuación como protagonista en las series juveniles Corazones Extremos, Motivados por la música y Mi Niña Amada. La caraqueña también dio vida a la joven conocida como La Niña Neta en la telenovela La Viuda Joven.
Ahora bien, su mayor desafío actualmente es ser bilingüe. Siente que la falta del dominio del idioma inglés limita en ocasiones sus objetivos de crecimiento profesional en Estados Unidos.
Estar en las redes sociales
La caraqueña fundó su primer emprendimiento Caroline Party, luego de haber trabajado en Venezuela en eventos infantiles y disfrazarse de algunos personajes. “Era algo que me llamaba la atención y le fui dando forma”, acotó.
Tras tocar puertas y trabajar incansablemente por sus sueños, la actriz, de 30 años, ha logrado que su negocio esté presente en los cumpleaños de los hijos de artistas como Katy Ferrer, Adamari López y Santiago Castillo.
El día a día de Marcoccia no solo transcurre al ritmo de las mejores canciones de princesas, sino también de la creación de contenido para sus redes sociales. “Estaba negada. Sin embargo, luego de ser escogida para un proyecto en un canal importante me quitaron el personaje porque otra actriz tenía más seguidores. Eso me puso triste, pero me di cuenta de que era importante crear contenido en YouTube e Instagram”, añadió.
Mientras sigue materializando sus sueños, la actriz extraña el calor humano de Venezuela, el Ávila, salir con sus amigos y su escuela de teatro Luz Columba, donde se formó con el profesor Nelson Ortega en la ciudad que afirma amar con todo el corazón: Caracas.
(*) Programa de Formación de Nuevos Periodistas
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