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miércoles, 1 mayo, 2024

«Regresar no es opción porque ya no tenemos nada»: venezolano varado en Guatemala

Una familia venezolana quedó varada en Guatemala luego de que Estados Unidos aprobara el nuevo programa de migrantes que establece que no se permitirá el ingreso de forma irregular para optar al asilo

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Caracas.- Estados Unidos aprobó un programa migratorio, el pasado 12 de octubre. El mismo establece que los venezolanos que ingresen de forma irregular desde México serán expulsados de forma inmediata, lo que ha ocasionado que migrantes que viajaban desde Centroamérica queden a la deriva sin saber qué hacer.

Pablo, nombre provisional para resguardar la identidad del entrevistado, es un venezolano que decidió salir de su natal Puerto Ordaz, en el estado Bolívar, el pasado 30 de septiembre, junto a su esposa y dos hijas, una de siete años y otra de 19 años. Decidieron vender todas sus pertenencias, incluyendo su casa, para emigrar a Estados Unidos.

El venezolano contó a El Pitazo que fueron testigos de muchos peligros durante su paso por la selva del Darién, una ruta utilizada para pasar de Colombia a Panamá por vías irregulares. Una vez que lograron salir de la selva y continuar su camino, les llegó la noticia de que Estados Unidos no recibiría a más venezolanos irregulares.

«Cuando ya estábamos en el autobús con destino a Guatemala, a una muchacha que también iba en el autobús le enviaron un mensaje con la noticia de que habían decretado la nueva ley en Estados Unidos (…) nuestros planes se vieron frustrados y ahora estamos en Guatemala sin saber qué hacer», dijo Pablo.

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La familia venezolana fue testigo de muertes de otros migrantes dentro de la selva, además de haber padecido enfermedades durante el trayecto y haberse quedado sin agua potable. «Es horrible. Veníamos con la ilusión de haber salido con vida (…) Todo lo hicimos para huir de la crisis de Venezuela, pero ahora nos encontramos con esa traba que colocó el Gobierno estadounidense».

Pablo asegura que al llegar a Guatemala se quedaron en un terminal de autobuses, con otros venezolanos que también iban en camino hacia Estados Unidos y, actualmente, están varados sin saber qué hacer. Algunos ha decidido continuar con la travesía, otros han optado por regresar y algunos se encuentran durmiendo en el terminal sin saber qué decisión tomar.

«Vendimos nuestra casa y nuestras cosas, casi regalado. Regresar a Venezuela no es una opción, porque ya no tenemos casa, hogar; no tenemos nada. Me siento muy mal, estoy desesperado, pero regresar no es opción, en Venezuela no tenemos nada», expresó el venezolano.

Aplicar al programa

El nuevo programa migratorio establece que aquellos venezolanos que hayan ingresado por vías irregulares a Panamá, México o Estados Unidos después del 12 de octubre, no podrán solicitar el ingreso regular al país norteamericano bajo la ayuda de un sponsor.

Pese a lo expuesto en el decreto, Judith Torrea (@judithenjuaritos), periodista independiente, aseguró que se le permitió el ingreso 42 personas de nacionalidad venezolana desde Ciudad Juárez, en México.

«Ya llegaron a Miami, Kentucky y Carolina del Sur (…) Los agentes -de Estados Unidos- preguntaron a estas personas venezolanas si tenían un familiar o amistad en Estados Unidos que pueda comprar un boleto de avión y acogerlo, y les solicitaron el número de teléfono para llamarles. Todos los familiares y amigos de las 42 personas contestaron el teléfono», expone Torrea en su publicación de Instagram.

Pablo asegura que él no iba a Estados Unidos con la intención de vivir en un refugio, si no que iba a recibir el apoyo de un hermano que posee la ciudadanía americana. «Él me iba a servir de sponsor mientras me otorgaban mi permiso de trabajo; yo iba a llegar a casa de mi hermano», dijo.

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Los familiares de Pablo le han sugerido mantener la calma y buscar una manera de encontrar sustento. El venezolano espera poder aplicar al nuevo programa de migrantes aprobado por Estados Unidos, pero le preocupa no tener recursos para permanecer en Guatemala, mientras espera una respuesta a su solicitud.

«Quiero ir a la Embajada de Estados Unidos para ver qué me dicen. No quiero ingresar a México, porque si lo hago no seré admisible (…) Estamos esperando que salga el formulario para saber cómo se tramita la solicitud, porque mi hermano será mi sponsor, pero no es fácil estar aquí -en Guatemala- sin dinero, trabajo e irregular», expuso.

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