Por Roxana Sarmiento, del Programa de formación de nuevos periodistas
Juan Gámez, uno de los 40 migrantes que salió del municipio Mara del estado Zulia, tardó 24 horas para poder usar uno de los baños que hay en el campamento humanitario de las Naciones Unidas al salir de la selva del Darién, frontera entre Colombia y Panamá.
Cientos de personas estaban en la misma condición que él, agotado, sucio, con hambre y sed, luego de ocho días dentro de la inhóspita selva, que es para muchos la travesía más dura en la aventura de cruzar ocho países rumbo a Estados Unidos.
“El campamento de las Naciones Unidas no da abasto en la selva, pensamos que el proceso de atención sería bueno, pero por la cantidad de migrantes teníamos que esperar hasta un día para poder bañarnos. En mi caso, duré nueve días sin bañarme”, contó Gámez a El Pitazo en entrevista telefónica.
Gámez salió el 5 de agosto de Carrasquero, municipio Mara, junto a otras 40 personas, la mayoría jóvenes que buscan un mejor futuro para ellos, sus hijos y sus padres, que dejaron en Venezuela.
Todos pasaron ocho días dentro de la selva. Manifestaron que se sintieron asustados de contraer enfermedades y el camino poco transitable que debieron cruzar hasta llegar a las comunidades indígenas de Canáan Membrillo o Bajo Chiquito, en Panamá.
Edgar Paredes, otro miembro del grupo, explicó que las autoridades panameñas los retenían durante 24 horas o más en el campamento humanitario de la ONU, pese a que no cabían las personas.
“Nosotros estábamos desesperados de estar allí, solo queríamos seguir el camino, pero el Ejército panameño y otros oficiales nos retenían en el campamento. Ellos decían que era para que la ONU nos atendiera, pero había miles de personas aglomeradas, ya no cabía más nadie”, manifestó Paredes.
El grupo de los 40 migrantes se dividió al salir de la selva del Darién. Más de la mitad ya están en México, en espera del permiso para ingresar a Estados Unidos, y la otra parte iba el 21 de agosto por Costa Rica. La separación se debió al cansancio de algunos para seguir el camino.
El número de migrantes que cruza el Darién alcanzó en julio de este 2023, otro récord. La cifra fue de 248.901, mayor que la de todo 2022: 248.284. La mayoría de los que protagonizan la travesía son de nacionalidad venezolana.
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
HAZ TU APORTE
