La Cruz Roja Internacional intervino este viernes, 22 de septiembre, por primera vez en la crisis migratoria que acontece en México, dotando de alimentos a casi 300 personas, en Ciudad Juárez, en el norte del país.
La ayuda llegó a los migrantes que se encuentran en el lado mexicano del Río Bravo, cerca de la puerta migratoria 36, y quienes en la última semana han sido violentados, tanto por la Guardia Nacional de Estados Unidos (EE. UU.) como por los delincuentes en México, que en algunos momentos les han impedido abastecerse de agua y comida.
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Los migrantes, quienes llegaron en tren, cruzaron el pequeño cauce del Bravo y una barricada de alambre de navajas tras recibir los alimentos para incorporarse a un campamento de unas 500 personas que se formó entre el río y el muro fronterizo entre EE. UU. y México, en donde esperarán ser procesados por autoridades migratorias de forma legal.
“Pues estamos preocupados por las personas que acaban de llegar y no hay un lugar donde se establezcan y tengan forma de tener comida”, dijo María Teresa Moncayo, representante del grupo Veteranos, que tiene asignada la atención refugiados y migrantes de la Cruz Roja Internacional.
Mitigar el hambre y la sed
Recordó que los migrantes tomaban agua del canal, lo que preocupó a la institución e impulsó a que les proporcionaran agua y sándwiches para mitigar el hambre y la sed.
“Es demasiada gente, no estamos tan preparados para toda esta gente en masa que está llegando a Ciudad Juárez”, abundó.
En este contexto, los migrantes varados en la frontera norte del país esperan por días poder alcanzar el «sueño americano», a veces sin tomar agua ni ingerir alimento alguno.