Caracas. Hace apenas unos días, el 23 de febrero, un migrante se convirtió en sospechoso de asesinar a una estudiante de la Universidad de Georgia. Días antes, otro migrante de 15 años disparó contra un agente en Times Square y lesionó a una turista.
En enero, el ataque de un grupo de migrantes contra dos agentes de policía de Nueva York se hizo viral. Se supo que los protagonistas de estos hechos han sido, en su mayoría, venezolanos recién llegados al país norteamericano.
En todos los casos, la noticia ha corrido como pólvora, amplificada por numerosas declaraciones de políticos republicanos y medios de comunicación afines al Partido Republicano.
Algunos de los delitos fueron grabados en videos que, desde entonces, se han hecho virales, al punto de promover la idea de que los migrantes no han hecho más que aumentar la criminalidad en Estados Unidos.
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Pero, ¿es cierto que hay una ola de criminalidad en Estados Unidos protagonizada por migrantes? Cuantificar estos delitos es casi imposible, porque la policía no está autorizada a preguntar por la situación migratoria de un sospechoso, dijo el exjefe del departamento policial, que se jubiló en 2022, Kenneth Corey, al periódico The New York Times, el 15 de febrero.
Sin embargo, datos del Departamento de Policía de Nueva York indican que no ha hay aumento de la delincuencia desde abril de 2022, cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, empezó a enviar autobuses de migrantes a la ciudad estadounidense para protestar contra la política fronteriza del Gobierno federal.
El número mensual de robos desde julio de 2022 hasta enero de 2024 ha subido y bajado, para mantenerse sin cambios en general, concluyen las estadísticas de la policía, citadas por el periódico neoyorkino.
El mito del crimen migrante
En otras palabras, los datos y los análisis siguen señalando que es un mito el aumento de los delitos cometidos por los inmigrantes en Estados Unidos.
En 2023, investigadores de la Universidad de Stanford descubrieron que los inmigrantes eran encarcelados en menor proporción que los nacidos en Estados Unidos.
En 2020, un estudio de la Universidad de Princeton señaló que los inmigrantes indocumentados en Texas solían tener menos detenciones por delitos graves que los residentes legales, refiere el diario estadounidense en su reportaje.
«Yo interpretaría una ‘ola’ como algo significativo, con sentido y que se aparta de la norma», señaló el director del Centro de Investigación y Evaluación del John Jay College of Criminal Justice, Jeffrey Butts, a The New York Times.
«Hasta ahora, lo que tenemos son incidentes individuales de delincuencia», añadió.
Las investigaciones de Alex Nowrasteh, analista de política de inmigración en el Instituto Cato, un centro de pensamiento en Washington, DC, muestran un patrón similar.
Los inmigrantes tienen una tasa de homicidios 62 % inferior y los inmigrantes indocumentados una tasa total de condenas penales 41 % inferior a las personas nacidas en Estados Unidos, contó Nowrasteh al periódico USA Today este viernes, 1 de marzo.
Las lágrimas de Jesús y otras sombras
Las investigaciones del profesor de sociología de la Universidad de Wisconsin Michael Light, tampoco muestran datos que respalden la idea de que los migrantes aumentan los delitos en Estados Unidos.
«Analizamos los homicidios, las agresiones sexuales, los delitos violentos y contra la propiedad; las infracciones de tráfico y de drogas. Y lo que encontramos en general es que los inmigrantes indocumentados tienden a tener tasas más bajas de crímenes con todos estos tipos de delitos«, indicó a USA Today.
La campaña presidencial agita el discurso antiinmigración
Para Factchequeado, un medio de verificación que se propone contrarrestar la desinformación en Estados Unidos, una de las seis narrativas de desinformación sobre la inmigración en ese país que cobra espacio en los discursos políticos a medida que se acercan las elecciones presidenciales consiste en señalar que la migración provoca un aumento de la criminalidad.
De hecho, el expresidente Donald Trump, posible rival del presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre, aprovechó su visita el jueves 29 de febrero a la frontera sur de Estados Unidos, para agitar el discurso antiinmigración del partido republicano e insistir en que muchos son peligrosos y «vienen de las cárceles»
En opinión de la codirectora del Partido de las Familias Trabajadoras, aliado de sindicatos y organizaciones comunitarias, Ana María Archila, la atención prestada a determinados delitos ha creado una falsa sensación de caos e inseguridad que amenaza a los migrantes respetuosos de la ley.
«Si nos fijamos en la historia de la inmigración, vemos que las oleadas migratorias van acompañadas de una disminución de los índices de delincuencia», indicó a The New York Times. «También es cierto que las oleadas migratorias se han recibido con una retórica racista y xenófoba», agregó Archila.
Además, sostuvo que existe un riesgo de que la asociación entre la migración y la criminalidad se utilice para justificar la discriminación y las políticas antiinmigrantes.
Con información de The New York Times, Factchequeado y USA Today
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