Por Jefferson Civira | El Pitazo – Monagas
Maturín.- La gobernadora del estado Monagas, Yelitze Santaella, se comprometió este jueves 29 de agosto a ayudar a los familiares de las cinco venezolanas que la noche del lunes fallecieron en la ciudad de Quito, Ecuador tras inhalar monóxido de carbono.
La mandataria regional no especificó el tiempo que tardaría la repatriación de los cadáveres a Venezuela ni cuánto sería el costo por el traslado. Aseguró que, como gobernante, le corresponde ayudar a las dos familias afectadas. Cabe acotar que dos de las infortunadas eran hermanas, que estaban con sus hijas. la quinta persona fallecida era amiga, de 18 años de edad, también monaguense, que cuidaba de las niñas.
Las declaraciones las ofreció Santaella en su programa semanal de los jueves, donde conversó directamente con las madres de las fallecidas y estas le plantearon a modo de súplica que las ayudara en el traslado de los cuerpos, ya que la cantidad de dinero que estarían cobrando ronda los 15 mil dólares.
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Recuento de los hechos
Según la información aportada por las autoridades ecuatorianas, las monaguenses fueron encontradas sin signos vitales la madrugada del martes 27 de agosto en el apartamento ubicado en la ciudadela de Ibarra donde vivían alquiladas. Fueron localizadas por los bomberos, luego de una llamada que recibieran por el humo que salía del inmueble, donde encontraron una olla quemada. Al parecer una hornilla había quedado encendida.
Un primo de las fallecidas fue quien informó sobre el hecho a los familiares acá en Venezuela. También habría precisado que el monto que estarían exigiendo para repatriar los cuerpos oscila entre 12 mil 500 y 15 mil dólares, dinero que ninguna de las dos familia cuenta por ser de muy bajos recursos.
Rosmary Mendoza, de 27 años, una de las víctimas, era quien mayor tiempo tenía de haber emigrado a la capital ecuatoriana en busca de una mejor calidad de vida. Hacía mes y medio que había mandado a buscar a su hija mayor con su hermana, que se fue con la sobrina y la amiga de 18 años. Rosmary dejó huérfano a un pequeño de año y medio, que se prevé quedará a cargo de su abuela y sus tías.