Caracas.- Países del todo el mundo han sido testigos de los cientos de emprendimientos en mano de venezolanos, quienes usualmente promueven la gastronomía criolla, pero el venezolano Luis Guillermo Pimentel decidió sacar provecho de su pasión por el mundo
enológico para hacer vida en Perú.

Pimentel contó a El Pitazo que se graduó como sommelier advanced en la Escuela de Vinos de París, con un certificado de la Wine & Spirit Education Trust (Wset), mientras aún ejercía funciones como economista en Venezuela. «Siempre tuve una vocación por el tema gastronómico, me puse a estudiar sobre el tema por mi cuenta y luego tuve la oportunidad de estudiar en París«.

El caraqueño de 64 años llegó a Lima, Perú en 2017 y se encontró con la realidad de que a su edad sería complicado conseguir trabajo, además de que para ejercer su profesión tendría que esperar a obtener las revalidas de su título universitario. «Decidí hacer cositas por mi cuenta. Tenían que ver con vinos porque era mi vocación y un área de trabajo donde no tenia que hacer revalidas (…) Creo que soy el único venezolano que se ha graduado y el único sommmelier advance en Perú».

El objetivo de Pimentel es emprender al enseñar sobre el mundo de los vinos, su impacto a través de la historia, lo que significa en la religión, cómo catar sus sabores y aromas, y conocer un poco del proceso de su elaboración. «El tema el vino hay que profundizarlo, una cosa es que te guste el vino y otra cosa es que sepas degustarlo. Ya degustar es una acción consciente, tienes qué pensar por qué saben así», es un ejercicio intelectual.

Pimentel ofrece sesiones de catas de vino en las que imparte sus conocimientos a quienes asisten, quienes generalmente son originarios de Perú y migrantes venezolanos que se encuentran en ese país. A su vez, ofrece sus sesiones de forma online, teniendo clientes de todo el mundo, excepto de Venezuela.

«No tengo clientes de Venezuela, me encantaría. Creo que es porque no pueden costear las sesiones (…) Allá cuando reúnen dólares lo hacen con mucho esfuerzo y es muy difícil destinar eso a una sesión de vinos online», explicó.

Las sesiones de Luis Pimentel tienen una duración de dos a tres a horas, en donde los participantes llevan el vino indicado para la clase y comienzan a conocer sus carácterísticas y cómo identificarlas por si mismos. «En Venezuela no hay cultura enológica. Eso que no pude hacer en Venezuela lo estoy haciendo acá, con venezolanos y peruanos».

Actualmente, Pimentel crea contenido para su blog Al Vino Vino, donde pueden contactarlo quienes deseen asistir a una de sus sesiones de vino. Además, representa a una marca de pisco, una bebida alcohólica a base de uvas originaria de Perú, y ofrece sesiones para presentar dicha bebida.

«Inicio diciendo que no soy peruano, soy sommelier. No evalúo los licores según la nacionalidad (…) Todos los días tengo que luchar en contra de la incomprensión, la xenofobia, discriminación. Antes me alteraba mucho, me ponía nervioso o triste, pero ya no; entendí que todos los días encontraré un peruano que no conoce a un venezolano. Parte de mi trabajo es romper prejuicios«, dijo Pimentel.