Las temperaturas extremas de frío y calor de la zona desértica de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, y la insalubridad del río Bravo (río Grande en Estados Unidos) han provocado que enfermen unos 30 niños migrantes que acampan desde hace una semana mientras sus padres buscan cruzar a Estados Unidos.
El punto 36 del muro entre Ciudad Juárez y El Paso (Texas) se ha reforzado con más cercas y alambre de púas, por lo que un grupo de migrantes instaló un campamento cerca, en donde todavía ven oportunidad de romper la alambrada de navajas para cruzar, pero casi un centenar no lo ha conseguido.
“Los niños están ahí con el agua sucia, empozada, tienen enfermedades. Yo tengo 2 niños que son asmáticos, uno de un 1 año y 8 meses y otro de 7 años, el medicamento se les acabó y no podemos ir a comprarlo porque nos agarran (los agentes)», dijo Miguel Velasco, nativo de Venezuela.
Señaló que lo más duro es escuchar el llanto de los niños en la noche porque las temperaturas bajan de los 10 °C y no tienen cobijas ni tiendas de campaña.
“Es mucho frío, los niños lloran porque no tienen cómo refugiarse ni abrigarse, no tienen carpa y pasan frío. Es casi imposible entrar, pero por lo menos que tengan consideración con los niños y las mujeres”, pidió.
VIDEO | El conmovedor rescate de un niño venezolano en la selva del Darién
En cambio, durante el día la temperatura supera los 25 °C, y el agua estancada del río Bravo contaminada con drenajes aumenta la posibilidad de enfermedades estomacales.
“Ahorita hay como 30 niños, pasan frío, hambre, calor y las autoridades no colaboran ni responden nada, ahorita más que todo es fiebre, vómito y diarrea”, indicó el venezolano.
El director de Derechos Humanos del municipio de Juárez, Santiago González Reyes, indicó a la agencia EFE que los migrantes ya vienen muy afectados de las rutas en las que tardan varios meses soportando condiciones climatológicas y alimenticias complejas.
Agregó que, a pesar de que hay hospedaje para las personas que llegan para tratar de cruzar a Estados Unidos, muchas no quieren acercarse a los albergues y eligen acampar en la frontera para cruzar irregularmente.
“Los espacios que no están adecuados, que no tienen una infraestructura sanitaria, causan muchas afectaciones. No tener acceso a agua potable y a servicio sanitario siempre va a generar situaciones de salud y principalmente a los más vulnerables, que son los niños y las mujeres”, dijo González Reyes.
Agregó que el gobierno municipal tiene tres espacios con todos los servicios, atención médica y alimentación balanceada, que están siempre disponibles quienes quieran un cruce regular y ordenado.
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