Ocumare del Tuy.- José Javier Cario Moreno, de 18 años, nativo de Ocumare del Tuy, estado Miranda, es uno de los 8 fallecidos en la tragedia de Texas, Estados Unidos, la mañana del 7 de mayo, cuando un conductor, identificado como George Álvarez (34 años), arrolló a un grupo de migrantes en una parada de transporte público.
Aunque para el momento de la publicación de esta nota no hay una lista oficial de las víctimas, su nombre figura en los datos que se manejan de forma extraoficial y sus familiares también informaron a El Pitazo que murió en el incidente.
Javier José era el segundo de tres hermanos, uno de ellos por parte de papá. Creció en el sector Los Baños de El Calvario, en Ocumare del Tuy, y luego se mudó a un urbanismo de esta ciudad. Desde pequeño mostró su pasión por el fútbol.
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En 2018, el muchacho viajó por trochas a Perú, junto a su abuela paterna. En ese país lo esperaba su papá con quien se reencontró después de tres años. Para ese momento, el padre de José Javier tenía una nueva pareja sentimental, con quien procreó un hijo.
Lima recibió al joven ocumareño, quien se instaló en el distrito de Comas. Allí culminó sus estudios de bachillerato y siguió practicando balompié. Su sueño de ser futbolista seguía intacto.
“Era un excelente estudiante. Aquí en Ocumare estudió primaria en el Grupo Escolar Miranda. Siempre obtuvo buenas calificaciones y así también ocurrió en Lima”, dijeron sus parientes, el 9 de mayo.
En 2022, su mamá, Yadira Coromoto Moreno Millares (44 años), de profesión docente, viajó hasta Perú para comenzar una nueva vida. Así fue como José Javier Moreno se reencontró con ella. La hermana mayor del muchacho ya tenía un año en el país suramericano.
“Los malos gobernantes han llevado a muchos venezolanos a salir del país. Van en busca de un mejor futuro, pero lamentablemente lo que consiguen son desgracias”, señaló una tía del muchacho, visiblemente afectada por lo sucedido.
El sueño americano
Los allegados al joven contaron que la xenofobia, sumada a la inflación y a los deseos de superación, lo empujaron, junto a su papá, su madrastra y su hermano de dos años, a tomar la decisión de emigrar a Estados Unidos.
La familia preparó el viaje y el 30 de marzo de 2023 emprendieron la travesía, que duró un poco más de un mes e incluyó cruzar la peligrosa selva del Darién, entre Panamá y Colombia.
Una vez en suelo norteamericano y durante el proceso migratorio, José Javier fue separado de su papá y el resto de sus familiares. El 7 de mayo, el joven, junto a otro grupo de migrantes, fue liberado del refugio donde permaneció 72 horas.
Ese mismo día caminó hasta la parada de autobús con la finalidad de contactar a su papá, su hermano y su madrastra, quienes estaban en otro refugio situado a 10 minutos de donde ocurrió la tragedia. El grupo planeaba llegar hasta Nueva York, pero el destino frustró los sueños del joven ocumareño.
Despedirlo como se merece
La cuenta en Instagram @utahzolanos habló vía telefónica con el papá de José Cario. Su clamor es que las autoridades estadounidenses le permitan reencontrarse con su hijo “para despedirlo como se merece”.
“Creo que la mejor manera de honrar a mi hijo es que nosotros continuemos, porque regresarnos sería como rendirnos y José no lo hubiera querido. Después de despedirlo, nos marcharemos a Nueva York”, declaró Cario al portal @utahzolanos.
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