Una protesta de brasileños que residen en Pacaraima, localidad que limita con Venezuela, desató disturbios la noche de este viernes 16 de agosto que culminaron con la deportación de al menos 20 venezolanos que vivían en situación de calle en el vecino país.
La comunidad se organizó para manifestar ante los organismos de seguridad brasileños a fin de que frenen la ola de atracos, arrebatones, agresiones y robos a viviendas que según dijeron se ha acrecentado en los últimos tres meses. Acusaron a los venezolanos que viven en la calle, que son alrededor de 300, como responsables de estos hechos.
Durante la manifestación, algunos de los venezolanos que duermen en la intemperie intentaron atacar a quienes se quejaban, pero fueron frenados tanto por paisanos como por el Ejército de Brasil.
Funcionarios los subieron a unas camionetas y cuando iban a trasladarlos hacia Venezuela, se alzaron y arrojaron tanto peñones como objetos contundentes contra los vehículos que estaban cerca. En el hecho hirieron a un hombre de nacionalidad brasileña, quien fue trasladado al hospital de Pacaraima, donde permanece en delicado estado de salud, pues sufrió politraumatismos en el cráneo.
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Pese a que se armaron de piedras y palos para resistirse a ser deportados, el Ejército brasileño entregó a militares venezolanos que custodian la frontera a unas 20 personas señaladas por incidir en los delitos mencionados.
La policía y militares cariocas continúan en las calles de Pacaraima haciendo requisas y con una jornada especial de patrullaje.
La revuelta ocurrió durante vísperas de la visita del alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, quien constatará la situación de venezolanos que viven en albergues tanto en Pacaraima como en Brasil.
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