San Juan de los Morros.- La carne está sobre el asador, mientras los clientes esperan pacientes en tres mesas frente a una vivienda del sector Banco Obrero, en San Juan de los Morros, capital del estado Guárico, la tarde del domingo 31 de enero. Este puesto de comida es atendido por Juan Infante y María Del Valle Herrera, una joven pareja de médicos que combinan su profesión con la venta de parrillas, para sostenerse frente a la compleja crisis económica que atraviesa el país.
Infante y Herrera tienen casi cinco años de noviazgo y desde hace tres años están dedicados a la actividad comercial, que inició con un negocio de repostería llamado Sugar Cake y luego se convirtió en Dr’s Market con la venta de productos de la cesta básica, en busca de mayores ingresos financieros para cubrir los gastos personales por sus propios medios.
El amor de pareja que surgió en medio de clases de anatomía y en las prácticas hospitalarias, hoy se afianza en un emprendimiento con sabor llanero que alienta a Juan, de 26 años, y a María, de 25 años, para seguir construyendo con bases sólidas un proyecto de vida, pese a las adversidades en el país.
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En la ciudad de San Juan de los Morros, donde hoy se encuentran decenas de emprendedores con la popular promoción de dos perros calientes y una bebida por $1, los jóvenes médicos decidieron ofrecer un servicio incluso a domicilio, por ahora, solo los fines de semana: plato de parrilla (carne, chorizo, morcilla, yuca, ensalada, salsas) más una bebida, con precios desde los $2.
«Nos atrevimos con la venta de parrillas, ya que no existen muchas en San Juan. Nosotros trabajamos con productos de calidad y con muchísima fe materializamos esta idea los fines de semana, mientras no coincida con nuestras guardias de médicos», resaltó Infante.
Además, contó que luego de un año de graduados, en la actualidad laboran como residentes asistenciales de obstetricia (María) y traumatología (Juan) en el hospital del Instituto Venezolano de Seguro Social (Ivss), en la capital guariqueña. Sin embargo, pese a la pasión que María y Juan tienen por la medicina, el sueldo que hoy reciben, entre ambos, no supera los $10.
«Es indignante y humillante el poquísimo salario que nos devenga nuestra amada profesión y lamentablemente con el sueldo de ambos no logramos cubrir los gastos de alimentación, teniendo además egresos obligados en productos de higiene personal, transporte y otros», subrayó Infante.
Para la pareja de profesionales de la salud es frustrante cuando se ven limitados por la falta de insumos en una de sus guardias hospitalarias: «No se siente nada bien. Porque sabes que debes hacer, como debes hacerlo, y con la certeza de que haciendo eso puedes aliviar al paciente, pero no tienes los materiales y en ocasiones hasta los mismos familiares nos gritan y no comprenden nuestra situación», lamentaron.
Médicos comerciantes
La pasión de la pareja guariqueña por la medicina es ahora compartida con el rol de comerciantes: «No es nada fácil, porque el ser médicos exige mucho tiempo (…) estudiar, atender a pacientes, incluso nos ha tocado salir de una guardia de 24 horas directo a buscar mercancía y resolver detalles de logística para las parrillas», contó Infante. Al mismo tiempo, indicó que dividen las horas libres para descansar después de las guardias y destacó la importancia de contar con el apoyo familiar.
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Reinventarse fue la clave
Por un momento, la escasez de gas doméstico en el país apagó las ilusiones de Juan y María, quienes vieron limitadas las posibilidades de continuar con su primer negocio de repostería, aunque jamás pensaron en rendirse.
«La precaria situación del gas nos obligó a darle un giro a nuestro proyecto; sin abandonarlo», cuenta Herrera, quien recordó como nació su actual marca Dr’s Market, donde hoy ofrecen embutidos, distintos víveres y además las deliciosas parrillas.
Los primeros meses las ganancias de Dr’s Market fueron reinvertidas en mercancía, recordó la pareja de médicos. Explicaron que fue de esta manera como lograron impulsar el negocio y exhortaron a quienes hoy emprenden en Venezuela a no ponerse obstáculos: «Puedes iniciar con poco dinero y utilizar la ganancia para incrementar el capital. Realmente lo que hace falta es ganas, optimismo, fe, querer hacerlo y sentirte muy capaz, así lo lograrás».
Trabajan como inmigrantes
El presente de María Herrera y Juan Infante, es una lucha constante, fortalecida en el amor que los une y en las ganas de apostar a Venezuela: «Anhelamos un país próspero, donde los jóvenes tengamos oportunidades. Un país que sea libre, donde después de trabajar durante mucho tiempo puedas disfrutar tu vejez, donde la comida no sea una preocupación», exclamó Herrera.
Destacó que trabajan como inmigrantes, para no emigrar; aunque no descartan en un futuro probar suerte en algún país más allá de Suramérica.
Por la dedicación y perseverancia, la pareja de médicos guariqueños es hoy un ejemplo de resiliencia para aquellos jóvenes y adultos que intentan encontrar una fórmula con la cual sobrevivir en una Venezuela golpeada por la hiperinflación, en medio de una crisis compleja que se acentúa por la pandemia del COVID-19.
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