Acarigua.- En toda Venezuela solo se ha sembrado 20% de las 60.000 hectáreas de arroz estimadas para la producción de este ciclo invierno. El presidente de la Federación Venezolana de Arroz (Fevearroz), José Luis Pérez, alertó que al ritmo en que los productores reciben el combustible y con la demora que se ha generado, este 2021 difícilmente se cumplirá con la meta planteada.
Para la primera semana de junio, apenas se llevan sembradas 12.000 hectáreas de este artículo, es decir, el 20% de la intención de todos los programas de producción de los estados Portuguesa, Barinas, Cojedes y Guárico, los que se dedican a este cultivo.
«Para esta fecha, teniendo en cuenta que las labores de siembra las iniciamos en el ciclo de invierno, concretamente en el mes de abril, tendríamos prácticamente dos meses de siembra, así que deberíamos tener un 70% mínimo de áreas sembradas», explicó Pérez.
El vocero gremial precisó que en las unidades de producción han tenido que sembrar poco a poco a medida que van consiguiendo algo de combustible en el mercado. «Actualmente, a los productores se les despacha muy poco gasoil, lo que se hace a través de un programa entre el Ministerio de Agricultura y Tierra y las asociaciones, donde cada cierto tiempo nada más reciben 400 litros, que es insuficiente. Conocemos el caso de agricultores que pasan hasta 10 y 11 días esperando el despacho del combustible. Eso representa un freno a la siembra», detalló.
La distribución de diésel a cuentagotas hace cada vez más lejana la posibilidad de cumplir con las 60.000 hectáreas que estaban pautadas en la intención de siembra para este ciclo, aseguró el también subdirector del rubro arroz de Fedeagro.
Precisó el dirigente que entre los meses de abril y mayo se ejecutan las labores en terrenos secos o con poca humedad, por lo cual la mecanización y la siembra son más fáciles. Pero la realidad de estos días es distinta: «Ya a estas alturas, terrenos de Portuguesa, Barinas y Cojedes están bastante saturados de agua y es difícil realizar la siembra con sembradoras en hileras, por lo que hay que acudir a otros métodos tradicionales, como batida de barro que requieren más diésel», apuntó.
Pérez explicó además que la situación se complica a medida que avanzan los días porque hay cierta área que ya está sembrada y que también está bajo riego. Para un 60% más de siembra se requiere laborar con motores de diésel, pero representa un dolor de cabeza para los productores el tener que conseguir más carburantes, incluso comprándolo revendido a dos dólares el litro.
Pérez aporta las cifras de una realidad que los alarma: «Ese 20 % que llevamos sembrado, que son alrededor de 12.000 hectáreas, nos indica que todavía nos faltan 6.720.000 litros, que son 224 gandolas de diésel, lo que es difícil al ritmo que está llegando el combustible a cada región».
En los requerimientos, Fevearroz advierte que no se incluye lo que se necesita en cada unidad de producción para el riego de esa cantidad de hectáreas.
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