Caracas.- Las autoridades militares de Venezuela desactivaron 30 explosivos instalados por grupos terroristas entre el estado Apure y la frontera con Colombia, informó este martes, 26 de julio, el comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Domingo Hernández Lárez.
El jerarca militar detalló, a través de su cuenta de Twitter, que estos artefactos explosivos improvisados fueron sembrados cerca de carreteras de la localidad de Páez por integrantes de los grupos «tancol», un acrónimo inventado por el Gobierno venezolano que no hace referencia a ninguna banda en específico y que quiere decir terroristas armados narcotraficantes colombianos.
Cuando los manotazos pasaron de veinte, calcula él, un dolor intenso y desorientador lo hizo olvidar las preguntas que hacían los verdugos. Horas más tarde lo trasladaron a La Quebradita, a una de las sedes de la Policía Nacional Bolivariana en Caracas, pero la inflamación que sentía en la parte frontal del cráneo lo hacía padecer en una especie de trance permanente, en el que perdió claridad y el sentido del tiempo. Su esposa Yorbelis lo vio desorientado dos días después, cuando por fin le permitieron la visita, pero no entendió en ese momento por qué su esposo “no era él”.
Asimismo, Hernández señaló, en la misma red social, que estos grupos habían instalado ocho infraestructuras improvisadas, parecidas a unos laboratorios, en el municipio Catatumbo del estado Zulia, los cuales fueron incinerados por la Fuerza Armada como parte de un operativo militar denominado Fénix.
Este lunes, las autoridades militares informaron sobre la destrucción en Zulia de otros dos laboratorios, estos usados para la elaboración de cocaína, indicó Hernández, quien reportó también la incineración de 15.000 litros de químicos y precursores de procesamiento de drogas en dicha región.
El pasado mes de junio, Hernández, acompañado de Nicolás Maduro, afirmó que en los primeros cinco meses de 2022 fueron destruidas, en la amplia frontera que Venezuela comparte con Colombia, 257 estructuras usadas para el narcotráfico y el terrorismo.
De los 257 espacios desmantelados, 202 eran usados para la fabricación de explosivos, 23 eran laboratorios para la preparación de drogas y 32 eran campamentos logísticos para comida y combustible.
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