Acarigua.- La desnutrición infantil sigue presente en los sectores vulnerables del estado Portuguesa. Entre finales de agosto y comienzos de septiembre de este 2022, tres niños menores de dos años murieron por este flagelo en comunidades del cono norte de la entidad llanera.
Las víctimas pesaban menos de seis kilos. Cuando recibieron atención, ya fue demasiado tarde. Así lo contó Amelia Celis Véliz, coordinadora del Sistema de Alerta y Monitoreo a la Desnutrición en los Niños (Saman) de Cáritas, de la Diócesis de Acarigua-Araure.
Este programa de atención a niños y embarazadas con déficit nutricional está presente en 6 de los 7 municipios del cono norte de la entidad. Hasta el último de septiembre, el voluntariado de Cáritas pesó y evaluó a 2.713 niños y atendió a 1.084 que ya pasaron a formar parte del sistema de monitoreo con tratamiento nutricional.
«El programa Samán está presente en 22 parroquias de 6 de los municipios de la Diócesis de Acarigua-Araure, solo nos falta San Rafael de Onoto, y a pesar de que el voluntariado se sigue sumando en la atención de los niños y que cada vez se hacen más jornadas y más niños son atendidos en los viveros, nos entristecen estas cifras porque nos indica que la desnutrición, como flagelo, se está propagando», dijo Celis Véliz a El Pitazo.
Sobre los niños fallecidos, explicó que 2 eran del barrio 15 de Marzo, en la zona sur de Acarigua, y el tercero del municipio Agua Blanca. «Tenían entre año y medio y 2 años. Con 18 meses pesaban 4 kilos, y el de 2 años, apenas 6 kilos. Lamentablemente en el momento en que llegaron al programa ya se encontraban en situaciones tan críticas que no hubo forma de recuperarlos«.
La coordinadora del programa explicó que los casos fueron pasados al Hospital Materno Infantil Dr. José Gregorio Hernández y el Hospital Dr. Jesús María Casal Ramos de Acarigua-Araure. «Pese a la atención, ya estaban muy deteriorados. Una de las madres terminó migrando a Colombia».
Celis Véliz afirma que entre los niños atendidos en el programa, hay quienes presentan antecedentes con enfermedades, como tuberculosis, y también se han logrando detectar otros con sífilis, que nacen de madres contagiadas. «Estamos enfrentando una situación de salud, aunado a la desnutrición, y esto es una combinación letal para unos niños«.
Además de niños entre 6 años y 0 meses, actualmente el programa brinda atención 760 mujeres embarazadas también con deficiencia nutricional.
En 2018, Portuguesa fue uno de los estados pilotos de este programa, pero fue en marzo de 2019 cuando se oficializó iniciando en las comunidades que conforman las parroquias Sagrado Corazón de Jesús (en Villa Araure), una de las zonas más populosas del municipio Araure. Actualmente, está presente en los municipios Páez, Araure, Turén, Agua Blanca, Esteller y Santa Rosalía.
«El voluntariado de cada parroquia ha aumentado, se ha tocado el corazón de mucha gente y se han sumado como voluntarios a esta gran tarea», sostuvo Celis Véliz, quien está desde los inicios en el programa.
Cifras nacionales
El pasado fin de semana, y desde el viernes 30 de septiembre, una delegación de Cáritas Nacional visitó la región para evaluar el desarrollo del programa Samán, que también se lleva a cabo en otras 22 Diócesis de 18 estados del país.
Annie Romero, coordinadora de Monitoreo y Evaluación de Cáritas Nacional, expresó que anualmente se evalúa a un promedio de un 40.000 niños, y un 70 % de estos está en el programa como prevención de la desnutrición.
«Este proyecto tiene como indicador principal la recuperación de niños. A nivel nacional dicha recuperación es del 72 %, superando el indicador a internacional que es de 65 %», explicó Romero.
La recuperación de los niños que en Portuguesa están adheridos al programa es del 62 %. «Es un estado bastante vulnerable que hemos acompañado».
Otras ayudas
Samán tiene otros servicios para las familias vulnerables. El pasado 8 de septiembre, 100 madres de niños adscritos al programa recibieron un bono único de 50 dólares, que corresponde a un beneficio trimestral del Fondo Solidario de Ayuda para los Hogares Vulnerables y que se logra gracias al aporte de organizaciones cooperantes.
Asimismo, la Diócesis de Acarigua-Araure cada semana ofrece la «Olla Solidaria», en la que se le brinda un plato de comida a ancianos y personas en situación de calle. «En el mes de septiembre fueron atendidas 600 personas. Esto nos permite tener un encuentro de amor con el necesitado y también mitigar vivir la realidad. No es mentira que los abuelos y niños muchas veces no tienen qué comer», expresó Celis Véliz.
En la sede de Cáritas, ubicada en la Diócesis de Acarigua-Araure, en la parroquia San Roque, los voluntarios reciben las donaciones de quien esté dispuesto a ayudar a los más vulnerables.
«Siempre hacemos el llamado a la ayuda solidaria, hay que pensar que quizás muchos de nosotros estamos durmiendo en un buen colchón, pero nosotros niños duermen en el piso, así que toda ayuda es bienvenida, recibimos pañales, fórmulas y alimentos. Para la olla comunitaria, que alcanza para 110 platos servidos, siempre necesitamos, al menos, 10 kilos de carne», relató la vocera.
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