Por Daniela Chacón (*)
Capacho Viejo.- De 8 a 10 horas diarias sin electricidad pasan comunidades de Capacho Viejo y Nuevo del estado Táchira. Los cortes de luz se intensifican al pasar los días y sus habitantes esperan un cronograma para evitar daños.
Habitantes de los municipios Libertad e Independencia, del estado Táchira, viven intranquilos ante los constantes cortes de energía eléctrica. Les preocupa que sus artefactos y los alimentos refrigerados se dañen, pues los cortes de luz no tienen un horario programado. También les preocupan los bajones eléctricos.
«No sabemos cuándo se irá la electricidad, ya estoy cansada. Es necesario que hagan un cronograma, no podemos seguir así. Cuando salgo a trabajar tengo miedo que se dañen las neveras, el televisor. Además, uso cocina eléctrica para ahorrar el poco gas que me queda y es agotador vivir así”, contó Bárbara Requena, habitante de Capacho Nuevo.
Trabajar y estudiar desde casa se complica
Isabel Nieto es licenciada en Educación, mención Geografía y Ciencias de la Tierra. Reside en Capacho Viejo y desde hace cuatro años trabaja por Internet, pues ejercer la docencia en instituciones públicas y privadas no le resultó factible para cubrir sus necesidades.
«En 2019 renuncié al Ministerio de Educación. Mi quincena, en ese momento, solo me alcanzaba para comprarme un kilo de alguna verdura nada más; qué lamentable. Opté por buscar otras alternativas donde ganar mejor y ejercer, de algún modo, mi profesión. Así que empecé a explorar en Internet y ahora trabajo desde casa”, expresó la docente.
Racionamiento eléctrico 2023 mantiene agobiados a residentes de 13 estados de Venezuela
Nieto manifestó a El Pitazo que trabaja como tutora de trabajos de grado, proyectos científicos y redactora de trabajos en general. Por los cortes eléctricos afirmó que, a veces, no duerme durante la noche y parte de la madrugada para aprovechar cuando hay energía eléctrica. En otros casos se traslada a San Cristóbal para cumplir con sus actividades
«A veces voy a San Cristóbal, a la oficina de un amigo para poder trabajar. Allá también se va la luz, pero no tanto como en Capacho. El lugar está cerca de un centro médico y es más seguro que no quiten la luz tan seguido. Dejar de trabajar no es una opción para mí por eso”, expresó Nieto.
Cambiar la rutina también forma parte de la vida de Yessy Fuentes, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Politécnica de la Fuerza Armada (Unefa). Aunque sus clases son de forma presencial, cumplir con las actividades asignadas le resulta complicado.
«A veces no duermo para presentar mis trabajos. Cuando voy a la universidad, a veces hay electricidad y cuando llego a mi casa no hay, entonces es frustrante. Algunos docentes entienden la situación, pero igual es complicado», expresó Fuentes.
Pérdidas en la compra y consumo de alimentos
Belkis Grimaldo es docente jubilada y reside en Capacho Viejo. Cerca de su casa tiene un pequeño local donde vende charcutería y alimentos no perecederos. Sostiene que por los cortes eléctricos tuvo pérdidas económicas, porque se le dañaron los embutidos.
“Aunque manejo poca mercancía, porque el negocio es pequeño y no da para comprar enormes cantidades, sí sufrí pérdidas con los embutidos. Yo traigo poquito, prefiero decirles a las personas que el queso se acabó, por ejemplo, a venderles en mal estado o que yo me arriesgue a perder dinero por los constantes cortes”, dijo Grimaldo.
Señaló que teme que la duración de los cortes de luz y las constantes fluctuaciones en el voltaje eléctrico dañen sus electrodomésticos, más aún cuando no tienen protector. “Es necesario que haya una programación. A uno no le da chance de apagar un equipo; tampoco se tiene la facilidad para comprar un protector. Hasta los bombillos se queman con esos apagones a cada rato”, manifestó.
Tachirenses reportan quema de electrodomésticos por constantes apagones
Carolina Guerra comentó a El Pitazo que producto de las constantes fallas eléctricas opta por comprar pollo, carne o cualquier embutido el día que lo va a consumir y en poca cantidad. Ella no tiene congelador industrial y no quiere perder más dinero.
“Hace dos días compré pollo y lo tenía en la nevera, cuando lo saqué para prepararlo resulta que estaba dañado. Entre cada bajón y los cortes prolongados estaba descompuesto. Perdí mi dinero”, expresó la residente de Capacho Viejo.
Las personas consultadas coincidieron en señalar que para quienes no tienen gas y deben usar cocinas eléctricas el escenario es agotador. Todos se han visto obligados a cambiar sus horarios de descanso para aprovechar la electricidad, hacer ayunos prolongados o saltarse las comidas por las constantes fallas de luz.
(*) Programa de Formación de Nuevos Periodistas
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
HAZ TU APORTE
