El Vigía.- El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) publicó ayer miércoles, 8 de junio, una nota con denuncias de familiares de presos recluidos en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de El Vigía, municipio Alberto Adriani del estado Mérida. Al menos 65 reos viven en condiciones de hacinamiento e insalubridad y son sometidos a tratos crueles e inhumanos.
«Cada vez que quieren les hacen requisa, les sacan todo y se los botan, los humillan y además de eso los golpean. Así mismo los sacan de las celdas cuando les provoca o se meten y los golpean hasta el punto que ya casi matan a un muchacho». Esa es una de las declaraciones de familiares hechas al OVP.
Golpizas que llevan al hospital
Esta ONG también entrevistó a familiares de Kelmy Eduardo Villarreal Araque, un reo de 24 años de edad cuya golpiza, presuntamente propinada por funcionarios del Cicpc, lo llevó al hospital. Allí lo operaron de emergencia por presentar traumatismo abdominal cerrado complicado con lesión esplénica grado V, el cual le ocasionó una hemorragia.
«En ese momento, los médicos indicaron que había perdido al menos tres litros de sangre, y tenía que ser sometido de forma inmediata a una cirugía. El joven también presentó una anemia moderada. El familiar de Kelmy relató al equipo del OVP que en la intervención quirúrgica extrajeron el bazo porque estaba destrozado, producto de una golpiza sufrida», reseña el observatorio.
Este hecho habría ocurrido la tarde del pasado 31 de mayo, según denunciaron los familiares de Villarreal. Otros seis privados de libertad también recibieron golpes. «Desde el Cicpc mantuvieron la versión de una riña entre reclusos e incluso fueron presentados varios detenidos por este hecho, aunque a Kelmy desde el tribunal le tomaron declaraciones y él relató la verdad sobre lo sucedido», precisa el OVP. La víctima fue trasladada nuevamente al mismo centro de reclusión el 5 de junio.
Hacinamiento e insalubridad
Además de ser víctimas de torturas, los cerca de 65 presos recluidos en el Cicpc de El Vigía, entre hombres y mujeres, están distribuidos en apenas tres celdas, en condiciones de hacinamiento, sin baños y sin suficiente agua.
«Los presos deben hacer sus necesidades en bolsas. Solo les permiten un pote de un litro de agua, el cual es usado para su aseo personal, consumo humano y necesidades. Las celdas no son aseadas y se deben bañar dentro del mismo calabozo, aunque no hay baño», detalla el OVP.
Desde el año 2020 esta ONG denuncia las violaciones de derechos humanos que sufren quienes están privados de libertad en dicho recinto. Pese a ello, las autoridades competentes no han atendido estas denuncias.
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