Por Oriana García
Mérida.- Los profesores merideños siguen mostrando inconformidad con el sueldo que actualmente reciben. Durante el mes de julio, se llevaron a cabo protestas en la ciudad de Mérida, una de ellas tuvo lugar en la Inspectoría de Trabajo en donde docentes merideños presentaron un documento exigiendo un salario digno.
El equipo de El Pitazo entrevistó a profesores en Mérida, entre ellos Patricia Peña, licenciada en educación, quien actualmente es profesora de física en un liceo, quien declaró que: “no es de sorprender que el sueldo de los docentes sea el sueldo más bajo que hay en el país. Es un sueldo que no cubre las necesidades que se tienen”.
Peña comentó que ejercer docencia conlleva un desgaste físico, emocional e intelectual, por lo que lo único que puede motivar a un profesor a continuar trabajando en el campo de la educación es el amor que existe a la vocación. El interés de formar jóvenes para el presente y futuro del país, al proporcionarles una educación de calidad.
Asimismo, Peña manifestó que su sueldo solo cubre los pasajes que gasta a diario para ir a trabajar, algunos productos personales y de alimentación. Por lo que ha tenido que priorizar sus gastos, al intentar reducirlos. “No solo a mí, considero que a todos los profesores nos ha tocado emprender. Por mi parte produzco chocolates artesanales y doy clases particulares a estudiantes de bachillerato”, declaró Peña.
Docentes protestaron 3.185 veces por bajos salarios en período escolar 2022-2023
Por su parte, Ernesto Gómez, profesor de educación básica, trabajó durante 27 años en instituciones públicas y privadas, hoy en día está jubilado. Aseveró que el sueldo de un docente, hoy en día, es paupérrimo, es muy pobre y sólo alcanza para cubrir la mitad o menos de la mitad de la cesta básica.
Gómez expresó: “el sueldo que recibía en mis años de servicio en comparación con el sueldo actual que tienen los profesores es indudablemente diferente. Hay una diferencia abismal. El sueldo de educación de hace 10 años atrás alcanzaba para cubrir gastos de alimentación, ropa, transporte, medicamentos, la educación de los hijos y aun sobraba dinero. En mi caso, junto con mi esposa pude construir dos casas con el sueldo que ganábamos y teníamos una estabilidad económica”.
Comentó que el dinero que recibe por su jubilación lo usa para comprar comida, por lo que se ha encontrado en la obligación de buscar otra fuente de ingresos. Hoy se dedica al comercio informal, compra y vende material plástico a diferentes comercios, entre ellos, a bodegas y puestos de comida rápida.
“Lo hago, porque es un trabajo muy rentable, produce ingresos que me ayudan a las necesidades del hogar, en cuanto a alimentos, medicinas y mantener la moto que tengo en buen estado. En un día productivo, puedo llegar a ganar 20 dólares, hay otros días que gana 5 ó 10 dólares, como hay días en los que no se vende nada” manifestó Gómez.
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