Valera.- Los trujillanos deben destinar hasta tres salarios para poder comer en esta Semana Santa. En un recorrido por el Mercado municipal de Valera, en el estado Trujillo, se evidenció que un pescado salado, dependiendo de su tipo, puede adquirirse desde 14.000 a 24.000 bolívares el kilo.
Estos precios, aunados a los de otros ingredientes necesarios para su preparación y acompañamiento, como las verduras, los tubérculos, legumbres y arroz, suman otros 18.000 bolívares de inversión para la elaboración de los siete potajes.
Aunque son pocos quienes mantienen la tradición, debido al aumento de los precios, las familias trujillanas pocas veces dejan de preparar un dulce para el jueves, viernes y sábado de la Semana Mayor.
El azúcar puede encontrarse en el mercado desde 5.000 bolívares y una panela desde 1.000 bolívares. Las piñas desde 5.000, cocos desde 3.000, higos desde 13.000 bolívares; y los más económicos como la lechoza y el zapallo desde 1.000 bolívares.
El arroz con leche es el más costoso, hasta ahora, por el precio de la leche, cuyo valor está desde 5.000 bolívares (líquida) hasta 30.000 bolívares (un kilo en polvo).
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Algunas de las personas, quienes realizaban compras en el mercado la mañana de este martes, manifestaron que compraban lo que podían, al menos para compartir en uno de los días de la Pasión de Jesús.
Otras familias, como la de Rafael Moreno, procedente de la Mesa de Esnujaque, en el municipio Urdaneta, reunieron recursos entre 16 personas para elaborar los platos de la semana.
«El pescado está costoso, el rayado lo compramos en 18 mil, pero nos lo ofrecieron hasta en 30 mil. Todo está costoso pero hay que tener fe y comprar hasta donde se pueda. Nos juntamos 16 personas para compartir y hasta dulce de lechoza, coco y piña haremos», relató Moreno.
Inspecciones
En el recorrido por el mercado se observó una comisión de la Superintendencia de Precios Justos, quienes realizaba inspecciones a los locales para verificar que no hubiera ventas superiores al 30% de ganancias; como también las condiciones de salubridad de los locales.
Gustavo González, quien presidía la comisión y dijo ser director y representante del Ministerio de Pesca y Agricultura, expresó que no buscaban sancionar pero sí defender a los consumidores.
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«Más del 30% de ganancia no se justifica. Hemos verificado guías y facturas y si, todo está en orden. Desde esta dirección estamos de brazos abiertos para conseguir pescados sin buscar a terceros y bajar los precios», comentó.
No obstante, los vendedores de pescado explicaron que venden, incluso, por debajo del 30%, pues prefieren que la gente lleve pescado a que se pierda. Los precios se justifican por el alto costo de los fletes. Situación que no pueden controlar.
«Los precios están altos por los fletes, el transporte sale caro. Más bien se cuenta con el pescado a precio accesible. Hay personas que están en el 22% de ganancia», detalló José Araujo, director del mercado municipal.
Bajas ventas
De acuerdo a los comerciantes, debido al fenómeno inflacionario no se han obtenido las ventas esperadas, principalmente por la merma de clientes en la temporada, fallas en los sistemas del punto de venta y los racionamientos.
«Hace tres años que no se tienen buenas ventas en Semana Santa. Hasta ahora nosotros estamos dentro del 30% de ganancias y no hemos tenido pérdidas porque lo acabamos de comprar. Otros si perdieron cuando hubo los apagones. Hubo rumores de un plan de contingencia por si se repite, pero no nos han dicho nada y gracias a Dios hemos tenido luz», expresó Elizabeth Peña, propietaria de uno de los locales.
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