Por: Dibiana Torres*
Mérida.- Desde enero de 2023, el teatro César Rengifo en Mérida ha renovado el entretenimiento de la ciudad con una oferta variada de espectáculos artísticos. Entre sus finalidades está crear el hábito cultural en los merideños. Es un espacio que se encuentra en el casco central de la ciudad, con capacidad para 322 personas y el único con 123 años realizando las mismas funciones, además de su belleza arquitectónica y valor histórico.
Rengifo fue un artista multifacético caraqueño, poeta, actor, dramaturgo y pintor. Hizo obras de teatro que hoy se montan en su honor. El rector Pedro Rincón Gutiérrez de la Universidad de Los Andes (ULA), durante su gestión entre 1958 y 1988, lo nombró primer director general de Cultura y por tal motivo lleva su nombre el teatro que se encuentra en la calle 23 Vargas, entre avenidas 2 y 3 del centro de Mérida.
Actualmente, está dirigido por Carlos Moreno Gil, quien al recibir el cargo de Johnny Parra, se encontró un espacio en buenas condiciones, con un arduo mantenimiento que él ha continuado. Su equipo de trabajo está conformado por 20 estudiantes de la ULA pertenecientes a las carreras de educación, comunicación social, artes escénicas e historia del arte.
Mérida | Amantes del teatro luchan para mantener las salas del teatro César Rengifo
El teatro mantiene dos empleadas fijas: la taquillera (con 45 años de servicio) y la aseadora (con 15 años de servicio). El resto del personal es de libre nombramiento y remoción, junto con el equipo de universitarios que asiste, “porque aman el teatro y tienen sentido de pertenencia universitaria, de lo contrario, no aguantarían los bajos salarios”, según afirmaciones de Moreno.
A los estudiantes les dan una colaboración por su trabajo que en ocasiones llega a seis y siete horas laborales. “Como no se les da una buena contribución económica, aquí se ofrece una merienda, un cafecito o un té. Se les trata bien, porque siempre cuando tú tratas bien el personal, el personal estará motivado y va a querer venir a su espacio de trabajo”, agregó el profesor.
Para el mantenimiento de la sala han logrado establecer un acuerdo económico con los artistas interesados en presentarse o usar este espacio. La taquilla vende cada entrada en dos dólares, uno para el artista y el otro para el teatro. A cambio del talento humano en escena se ofrecen: sonido, técnicos, productor, video beam, iluminación y el personal capacitado para su evento, que gestiona todo lo que es la entrada, protocolo, bienvenida, programación, espacios limpios y cuidado del patrimonio.
“El artista no se tiene que encargar de nada, solo traer su talento porque es de ello que obtiene ingresos el César Rengifo. Si aquí hay actividades, frecuentemente, el teatro se llena de vida con eventos de calidad y la gente se acostumbra a venir, como ya se está haciendo”, aclaró su director. El dinero recaudado con las entradas se convierte en un aporte para la inversión en el arte y la cultura locales.
Restauración y mantenimiento con la empresa privada
El profesor Moreno inició un trabajo continuo de lunes a lunes durante los primeros meses del año junto a todo su equipo, no tomaron vacaciones en Carnaval, Semana Santa ni agosto porque: “la idea de un teatro es que, al tener el tiempo libre, la comunidad tenga algo que hacer. Las únicas vacaciones que vamos a agarrar son las de diciembre”, resaltó Moreno.
Una de las innovaciones que implementó para dar difusión a los espacios del teatro fue iniciar un programa institucional llamado Conoce al César, que realizan por reservación cuando son grupos grandes o por cobro en taquilla el último domingo de cada mes. “Son visitas guiadas patrimoniales para justamente incentivar a la gente a que conozca este patrimonio que otros directores lo dejaron muy bien y que ahora sí provoca entrar y admirar todas sus bellezas arquitectónicas, todo su valor”, recalca el profesor.
Anteriormente, los estudiantes entraban con un descuento del 50 %, que, debido a la crisis y los costos de mantenimiento, fue eliminado, pero este año, con el ritmo de trabajo del teatro, decidieron reincorporarlo solo que en 20 %, mientras que sus espacios siguen en recuperación.
Además de la venta de entradas, el mantenimiento se ha logrado también por el apoyo de la empresa privada, como la alianza para obtener un circuito cerrado de seguridad. Consiguieron donaciones de Andina de Pintura para la fachada del teatro, Ferrieléctricos Hermanos Vielma les dio un crédito y precio al por mayor para los materiales usados en la restauración de los camerinos.
Otras de las acciones que emprendieron fue la recuperación del campanario, que ahora suena a cada hora, y en su proceso descubrieron dónde habían resguardado las letras de bronce que identificaban al teatro, ahora se ubican dentro de la propiedad.
Falta la pintura en el interior del campanario o torre del reloj, solo que han encontrado un escrito que data de 1904-1908 y decidieron dejarlo expuesto como parte del recorrido guiado, mientras un calígrafo hace su curaduría para preservarlo.
El profesor Carlos Moreno asegura que todo lo que ingresa se invierte en el teatro para que: “la gente vea que eso está ahí, que nosotros no estamos desviando fondos, que no nos estamos enriqueciendo. Está aquí para que vengan y vean lo que hacemos hasta que los recursos nos alcancen. Ha habido meses malos, sin actividad cultural y ves su importancia artística cuando existe un calendario de eventos”.
Él también expresa que el Gobierno nacional no manda los recursos necesarios para los profesores ni para mantener sus instalaciones, pero hace lo posible para manejar una gerencia adecuada porque “invertir en cultura y deporte, es como invertir en educación. No es una plata perdida y ojalá los gobernantes atendieran eso”.
Del Programa de formación Nuevos Periodistas*
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