Por María F Chaparro Ayala Programa de Formación de Nuevos Periodistas
Táchira.- El estado Táchira es una de las zonas de Venezuela donde más casos de suicidios se registran. La carencia de espacios para debatir sobre el tema, la estigmatización y la falta de acceso a los servicios de salud mental son características resaltantes en relación con el suicidio.
La psicóloga María Teresa de Padrón, la pediatra Alicia Quereales y la docente Nélida Pernía fomentan espacios para hablar, cada una desde su área profesional, sobre el suicidio en adolescentes. Aclaran que en Táchira no hay instituciones u organizaciones que se especialicen o trabajen directamente con estos casos; sin embargo, afirman que el Hospital Central de San Cristóbal ofrece atención psicológica gratuita y la Cruz Roja cuenta con consultas para quienes lo necesiten.
Quereales comentó que trabajan en abrir la consulta para adolescentes en la Corporación de Salud: “Los adolescentes no son ni del pediatra ni del internista. Queremos que tengan una consulta diferenciada a la que puedan llegar”.
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Venezuela no tiene protocolos de suicidio en adolescentes
Aunque en el país no existe información oficial por parte de los entes gubernamentales sobre cifras de suicidio, se han constituido organizaciones que investigan y recolectan datos. Táchira y Mérida son los estados con mayor cantidad de casos registrados.
Según un estudio realizado por Psicodata, área de investigación psicosocial de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la vulnerabilidad psicosocial de los venezolanos, especialmente de jóvenes, se ha agravado en los últimos años debido a la crisis humanitaria compleja que atraviesa el país. Aunque la investigación fue hecha con una población adulta mayor de 18 años, el sacerdote jesuita Eduardo Soto asegura que puede ser guía para extrapolar a la situación de los adolescentes.
Los hallazgos más relevantes del estudio son:
-70 % de los encuestados indicó que experimentó la pérdida de familiares o seres queridos en los últimos 2 años, y 33 % de estos declaró que su salud se deteriora desde entonces.
-El 25 % de los jóvenes entre 18 y 24 años reporta limitaciones en su capacidad de logro porque no se sienten bien psicológicamente, porcentaje que probablemente es mayor en menores de 18 años.
-El 35 % de las personas cree que no vale la pena seguir luchando, un discurso que los adolescentes escuchan constantemente en su entorno.
-El 46 % de los encuestados afirma que para sobrevivir hay que adaptarse a lo que haya y el mismo porcentaje considera que no vale la pena modificar la visión del futuro.
-El 40 % dice con frecuencia que su ánimo está deteriorado, lo que impacta negativamente en la salud de los jóvenes.
Los expertos coincidieron en que el suicidio es un problema de salud mental que afecta la toma de decisiones, especialmente en casos de depresión. A menudo es un acto impulsivo y no reflexivo. En tal sentido, es fundamental que los docentes y padres estén atentos a las señales de alerta en los adolescentes: aislamiento y bajo rendimiento, entre otros.
De acuerdo con los especialistas, es fundamental educar a los padres y docentes para que sepan reconocer signos de alerta y dar apoyo emocional a sus hijos y alumnos. La inteligencia emocional debe ser prioridad en la formación desde la infancia.