Táchira.- El duelo comienza. Para familiares y amigos de los 14 venezolanos que murieron en Chile, el 6 de noviembre de 2023, termina una larga y dolorosa espera. Siete meses después recibieron las cenizas de sus seres queridos. Ahora: la aceptación de la pérdida.
Esperar durante 219 días los restos de los 6 adultos y 8 niños que fallecieron en la provincia de Coronel, Chile, fue de agonía para sus familiares por no lograr tenerlos en casa y hacer el acto fúnebre para despedirlos.
Finalmente, el 11 de junio, 14 cofres con las cenizas de las personas llegaron a Villabahareque, municipio Junín, en Táchira. En una caravana de motorizados, globos blancos, música y lágrimas, les dieron la bienvenida a quienes salieron a buscar un futuro mejor y murieron en un incendio.
El homenaje era algo con lo que soñaban las familias. Todos estos meses lucharon para la repatriación de las cenizas y ahora que lo lograron, agradecen a la Cancillería de Venezuela por la gestión en Chile para que así fuera. El funeral ocurrió en el momento oportuno, porque muchas veces creyeron que no lo tendrían para cerrar ese ciclo.
«Todos los días se veía a la familia llorar, rezaban mucho por este momento», dijo un vecino a El Pitazo. Aseguró que su vecina, madre y abuela de 2 de los 14 fallecidos, decía constantemente que vestiría de luto cuando tuviera a sus seres amados en territorio venezolano.
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El llanto en la humilde comunidad fue incontrolable. Las familias Márquez, Vivas y Martínez Soto salieron de Venezuela en septiembre de 2023 a Chile y 2 meses después ocurrió la tragedia, en la que murieron por el recalentamiento de una cocina artesanal en la entrada de la vivienda.
El duelo de la migración
La psicóloga Martha Pernía precisó que el acto fúnebre sugiere que la familia podrá seguir adelante, pese al dolor de la pérdida de sus seres amados. Tal como aseguró la mamá de uno de los fallecidos, ahora es que comienza el duelo.
«Viene la aceptación. Las familias que pierden a sus seres queridos en el exterior y no logran despedirse simbólicamente, como se hace en funerales y entierros, viven con la incertidumbre, hay quienes incluso dudan de las muertes, por no haber podido vivir el duelo», indicó.
Pese a ello, la psicóloga aseguró que en terapia es posible llegar a la aceptación y hacer del duelo un proceso menos traumático. Explicó que para las personas es una sensación de pérdida constante, por la despedida cuando se van del país, por extrañar a diario y no poder despedirse cuando hay muertes.
La comunidad de Villabahareque pedirá a las autoridades municipales que permitan instalar alguna placa en el pueblo con el nombre de los rubienses fallecidos en Chile, para que siempre estén en sus recuerdos.