Washington.- El Departamento de la Policía Metropolitana de Washington DC confirmó, este jueves 7 de enero, que se elevó a cuatro la cifra de muertos por el asalto cometido el día anterior por simpatizantes de Donald Trump contra el Capitolio de Estados Unidos.
El jefe de la Policía, Robert Contee III, confirmó que una mujer murió de un disparo de un guardia de seguridad dentro del edificio, mientras que otra mujer y dos hombres perdieron la vida en los alrededores del recinto en hechos diferentes que no han sido del todo aclarados y fueron clasificados como «emergencias médicas».
Todas las víctimas eran seguidores del mandatario saliente Trump, quien días atrás había animado a sus partidarios a marchar hasta la sede del Poder Legislativo para pronunciarse contra la certificación del demócrata Joe Biden como nuevo presidente, aludiendo a un presunto fraude electoral.
Contee reveló los nombres, edades y ciudades de origen de los muertos, aunque evitó dar más detalles por tratarse de investigaciones policiales aún en curso. No obstante, medios de comunicación locales se encargaron de profundizar en sus identidades.
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Ashli Babbitt
Fue la primera víctima del asalto en conocerse y el video de su muerte recorrió las redes sociales al mostrar cómo recibió un disparo dentro del Capitolio de parte de uno de los guardias de seguridad que intentaba repeler a los manifestantes.
En el video, se aprecia cómo Babbitt, junto a otras personas, sube unas escaleras e intenta romper una de las puertas que daba a la cámara donde se resguardaban los congresistas. En ese momento, uno de los guardias que estaba detrás de una barricada improvisada accionó su arma y la mujer cayó gravemente herida en el cuello. Fue auxiliada por manifestantes y policías que la trasladaron a un hospital cercano, donde fue declarada muerta al llegar.
Babbitt, de 35 años, residía en San Diego, California, y era una excombatiente de la Fuerza Aérea con 14 años de servicio. Su viudo, Timothy McEntee, indicó que la veterana había estado en Irak y Afganistán, además de cumplir misiones con la Guardia Nacional en Kuwait y Qatar. Luego de retirarse de la actividad militar, abrió junto a su esposo un negocio de limpieza de piscinas.
«Era una gran patriota, muy ruidosa y firme en sus opiniones, pero también estaba llena de amor y era muy cariñosa», señaló McEntee a The Washington Post.
Ferviente seguidora de Donald Trump, dedicaba horas a compartir sus mensajes y defenderlo en redes sociales. «Nada nos detendrá…. Pueden intentarlo, pero la tormenta está aquí y descenderá sobre Washington DC en menos de 24 horas … De la oscuridad a la luz «, fue el último tuit publicado en su perfil, @Ashli_Babbit.
En sus redes sociales también se pudo encontrar que Babbit era seguidora del movimiento Q Anon, una teoría de conspiración popular entre conservadores que asegura que existe un «Estado profundo» detrás del poder en EE. UU., integrado por élites políticas, millonarios y dueños de medios de comunicación que practican rituales satánicos y de pedofilia. Sus creyentes afirman que Trump es un héroe que lucha contra esas cúpulas, razón por la cual le fue robada la Presidencia en las elecciones.
El Q Anon fue uno de los grupos que participó activamente en el asalto al Capitolio. Uno de sus miembros más destacados es Jake Angeli, conocido como «QAnon Shaman», quien captó la atención de internet y protagonizó varios memes por su pecular disfraz de búfalo que evoca a un nativo americano.
Ben Philips
De acuerdo con la Policía de Washington, uno de los tres muertos luego de los disturbios ocurridos en el Capitolio fue Ben Philips, de 50 años de edad, quien era oriundo del estado de Pensilvania. En los reportes de momento no se especifica la causa de su muerte, que fue simplemente calificada como «una emergencia médica».
Según el portal de noticias The Philadelphia Inquirer, Philips era un programador informático nativo de la localidad de Bloomsburg y un acérrimo seguidor del saliente presidente Trump. Señala que entre sus muestras de apoyo, creó una página web donde otros republicanos podían intercambiar información y coordinar manifestaciones.
Convencido de la versión de Trump sobre un presunto fraude electoral en los votos por correo de Pensilvania, Philips organizó a una docena de adeptos y manejó un autobús hasta Washington, donde perdió la vida a las afueras del edificio del Congreso. Hasta ahora no hay pruebas de que haya estado entre el grupo de manifestantes que ingresó al edificio.
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Kevin Greeson
Oriundo de Athens, Alabama, Kevin Greeson también falleció en los alrededores del Capitolio, sin que se haya aclarado hasta ahora el motivo de manera oficial.
En un comunicado difundido por el portal The News Courier, familiares aseguraron que Greeson, de 55 años, murió a causa de un ataque al corazón, y que ya presentaba un historial de presión arterial alta. Lo definieron como «un maravilloso padre y esposo», así como un amante de las motocicletas, los perros y su trabajo.
No obstante, según el medio local Al, Greeson era muy activo en el sitio Parler, un foro conservador creado en 2018 por seguidores de Trump, donde expresaba opiniones a favor de la libertad de posesión de armas y del grupo de extrema derecha The Proud Boys. Del mismo modo, en las últimas semanas, había señalado la necesidad de defender en las calles los votos atribuidos por el mandatario saliente, usando la violencia de ser necesario.
Rosanne Boyland
Otra de las víctimas del asalto al Capitolio fue Rosanne Boyland, de 34 años, originaria de Kannesaw, en el estado de Georgia, una comunidad suburbana que forma parte del área metropolitana de Atlanta.
Un reporte de los paramédicos difundido por el medio 11Alive deja constancia de que la joven fue atendida por la policía cerca de las 5:00 pm (hora local) en las afueras del Capitolio. Los oficiales intentaron salvarla con reanimación cardiopulmonar (RCP) y la llevaron al hospital, donde murió una hora después. Un policía declaró de manera extraoficial que Boyland pudo haber sido aplastada por la muchedumbre durante los disturbios que tuvieron lugar al momento del asalto.
Las hermanas de Rosanne la describieron como una joven «feliz y maravillosa», mientras que su cuñado, Justin Cave, la describió como una mujer muy compasiva, que anteponía las necesidades de otros sobre las suyas.
«Roseanne era realmente una apasionada de sus creencias como mucha gente, pero nunca intentó ser una persona política. Creo que las palabras del presidente incitaron un motín que mató a cuatro de sus mayores fanáticos anoche y creo que deberíamos invocar la Enmienda 25 en este momento», lamentó Cave a 11Alive.
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