Caracas.- «Como un asesino profesional sin remordimiento alguno» se describía uno de los sicarios más temidos y sanguinarios de Pablo Escobar: Jhon Jairo Velásquez, mejor conocido como «Popeye«, quien murió la madrugada de este, 6 de febrero, a causa de un cáncer de esófago en etapa terminal.
Jhon Jairo Velásquez era el último sicario de Pablo Escobar que quedaba vivo y se encontraba hospitalizado desde el pasado 31 de diciembre del año 2019, según la información que proporcionó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia a los medios locales.
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El hombre fue capturado el 25 de mayo de 2018 y desde entonces cumplía condena por los delitos de extorsión y concierto para delinquir, pues la Fiscalía de Colombia lo vinculó con grupos de extorsión que operaban en la ciudad de Medellín.
Antes ya había pasado más de 23 años preso por su rol como jefe de sicarios en el Cartel de Medellín, después de que se entregara en el año 1993. Durante su proceso había confesado haber sido el autor del asesinato de más de 250 personas y varios policías y de estar detrás de la explosión de más de 200 carro bombas. Además de organizar cerca de 3.000 asesinatos.
Su lealtad absoluta a Pablo Escobar, a quien consideraba «un genio del mal» lo llevó a cometer los crímenes más atroces, entre los que cuenta el de su novia y su mejor amigo.
«Es uno de los episodios más dolorosos de mi vida. Ella se llamaba Wendy Chavarriaga. Era una mujer muy hermosa, podía ser una reina de belleza. Ella había sido novia del patrón, pero quedó embarazada y para él la familia era sagrada. Entonces la hizo abortar a la fuerza y a partir de ese momento ella decidió vengarse. Como yo la había conocido, comenzamos a salir y nos enamoramos. Como al patrón había que informarlo de todo, le pedí permiso para ennoviarme con ella y me lo dio», fue una de las confesiones que hizo Popeye a la revista América en septiembre de 2013.
«Resulta que ella en su obsesión de vengarse del patrón se volvió informante del bloque de búsqueda. Y el patrón, que tenía su servicio de inteligencia por todas partes, llegó a grabarle una conversación en la cual ella estaba hablando con un tipo que tenía contactos con la DEA. El patrón me llamó, me puso el casete y me dio la orden. ‘Popeye, vaya y mátela’. Como las órdenes no se discutían, me tocó. Usted no sabe lo que es matar a una persona a la cual uno adora», relató a la revista colombiana.
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Popeye también tuvo que matar a Quico Moncada, su mejor amigo.
Mientras estuvo en libertad, Popeye se convirtió en un activo usuario de redes sociales como Twitter y YouTube.
En Youtube, bajo el usuario Popeye_Arrepentido, en la plataforma de video logró más de un millón 204 mil suscrptores. Allí compartía videos donde daba detalles de su vida como criminal. También llegó a confesar que su día más triste fue cuando fue asesinado su «patrón», Pablo Escobar, el 2 de diciembre de 1993.
En Twitter, era conocido como Popeye_Leyenda, logró tener más de 80 mil seguidores y desde donde hizo una campaña abierta a favor del actual presidente de Colombia, Iván Duque.
En su último tweet escribió: “En ningún momento me he declarado en huelga de hambre, la carcel es para hombres y como tal la estoy pagando, aunque se trate de una injusticia. Le pido a los medios de comunicación no difundir noticias falsas sobre mi”.
Otros crímenes más sonados
- Alias Popeye es uno de los responsables del magnicidio del líder liberal Luis Carlos Galán, ocurrido el 18 de agosto de 1989. El 22 de noviembre de 2009, Velásquez confesó cómo se planeó este atentado. «Fue planeado y dirigido por la clase política contraria a él. Yo lo he catalogado como un suicidio del doctor Galán, porque, a pesar de que sabía lo que le podía pasar, se fue para Soacha», dijo.
- Organizó decenas de secuestros, entre ellos el del expresidente Andrés Pastrana, el 18 de enero de 1988. Pastrana estuvo privado de su libertad por ocho días. Luego, desde la cárcel, «Popeye» le pidió perdón.
- En su prontuario también está su participación en el secuestro por más de 240 días de Francisco Santos, el 19 de septiembre de 1990, en el noroccidente de Bogotá.
- Secuestro y posterior asesinato del ex procurador general de la Nación Carlos Mauro Hoyos.
En sus entrevistas con medios de comunicación, Jhon Jairo Velásquez siempre manifestaba que no se arrepentía de ninguno de sus crímenes. Sin embargo, tuvo la oportunidad de reunirse con los familiares de varias de sus víctimas, a quienes sí les pidió perdón.
Con información de El Tiempo y la Revista Semana
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