Los taxistas de Santa Elena de Uairén deben rendir los 15 litros de gasolina de los que se surten una vez a la semana y en ocasiones cada 15 días, para poder seguir llevando el pan a su casa.
Como atestiguan a El Pitazo profesionales del volante que laboran en esta población fronteriza, esta cantidad les alcanza para un promedio de 15 carreras, cuyo mínimo valor es de 10 reales brasileños, que representan 2,5 dólares.
«Hasta hace unos tres años trabajaba para irme de vacaciones, pagar la universidad de mis hijos que estaban en Caracas, viajar a Boa Vista al menos una vez al mes… Ahora solo resuelvo la comida de la semana y todo justo, nada de lujos», contó el taxista Macario Jiménez, quien pertenece a una línea ubicada en el sector La Planta.
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Las carencias que aquejan a los taxistas en su trabajo se deben a las fallas en la distribución que estuvieron remarcadas en 2019 y se agudizaron este año. Una gandola con carga a la mitad llega una vez a la semana, y en ocasiones cada 15 días. Para que alcance combustible para todos, solo permiten echar 15 litros.
Otros taxistas se aventuraron a cruzar la frontera para cargar combustible en Brasil a un dólar por litro. Quienes ejercen esta medida suelen hacer carreras más largas, más que todo a comunidades indígenas, y guardan parte de la ganancia para surtirse en el país vecino.
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