Delta Amacuro.- Graciela Moreno señala ser víctima de intimidación por parte de efectivos militares que la acechan por haber ocupado una casa deshabitada desde 17 años en la urbanización El Palomar, ubicada en el municipio Tucupita, parroquia Antonio José de Sucre.
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La mujer, madre de tres niños, asegura ser miembro del pueblo indígena warao, sin ingreso regular por ser desempleada y haber vivido durante nueve años sin techo propio.
“Los militares graban y amenazan con sus armas, sin importar la presencia de los niños”, afirma Graciela ante el acoso militar debido a la invasión realizada a la casa, cuyos dueños se fueron a Barquisimeto desde hace más de 20 años.
Moreno afirma que los militares la amenazan con órdenes y citación de la Fiscalía del Ministerio Público (MP). “No traen ninguna orden, ni de la Fiscalía ni de la Comandancia a la cual me quiere llevar”, señala la afectada.
Agrega que en los últimos días apareció una señora afirmando ser la propietaria de la casa y le exigió 2.500 dólares por la vivienda.
El equipo de El Pitazo abordó a la vecina Roxis de Villapol, quien afirmó categóricamente que “la casa estaba totalmente abandonada desde hace más de 20 años. Es más, aquí nadie tiene título de propiedad; esta urbanización es producto de una invasión”, enfatizó.
Villapol hizo un llamado a la gobernadora del estado Delta Amacuro, al comandante de la Guardia Nacional (GN) y al Fiscal Superior para que tomen cartas en el asunto y cese la violencia y el amedrentamiento hacia la familia que requiere de un techo para vivir.