Autoridades regionales y cuerpos de seguridad en Amazonas continúan haciéndole seguimiento al desarrollo de los hechos en el sector indígena Parima B, en el municipio Alto Orinoco, luego del enfrentamiento que ocurrió el pasado domingo, 20 de marzo y cuyo saldo fue de cuatro yanomamis muertos y varios heridos, incluyendo a dos funcionarios militares que no han podido ser trasladados a un hospital porque la comunidad nativa lo impide.
Este jueves, 24 de marzo, Gumersindo Castro, defensor delegado del pueblo en Amazonas, dijo que están monitoreando la situación. “Desde el primer momento que recibimos la denuncia, abrimos el expediente e hicimos los enlaces con las autoridades correspondientes. Le estamos haciendo seguimiento, el conflicto todavía no ha cesado. Hay un equipo multidisciplinario en el sitio”, reveló el funcionario.
Castro recordó que Parima B es una zona del pueblo yanomami y condenó lo ocurrido contra los indígenas. “La responsabilidad también está de parte del Estado, en el sentido de que han debido formar a estos jóvenes, a esos soldados, que están en Parima B prestando ese apoyo de protección en nombre del Estado venezolano” comentó.
Militares heridos
Una persona que conoce del caso en Amazonas dijo a El Pitazo que uno de los militares heridos tiene tres impactos de bala y que si no lo trasladan a un centro médico pronto, su salud podría estar comprometida. Este dato coincide con una declaración de Yamileth Mirabal, alcaldesa del municipio Atures y quien fue designada por el gobierno de Nicolás Maduro para negociar con el pueblo yanomami.
“Tenemos algunos funcionarios que están en una situación muy delicada de salud, que ya se están atendiendo”, dijo la funcionaria en una nota de voz enviada a la prensa la noche del miércoles, 23 de marzo. Para Mirabal la comunidad está en “tranquilidad”, aunque reconoció que en el pueblo yanomami hay “tristeza y dolor”.
Insistió en que habrá justicia en el caso. “Estamos aplicando la justicia donde tengamos que aplicarla, en ambas partes. Que se aplique la Ley de los pueblos indígenas, pero también tenemos que escuchar a la otra parte, en vista de que fue un momento de confrontación”, declaró.
El origen del suceso es la disputa por el acceso a la red de internet en el sector indígena, donde los nativos están desprovistos de cualquier servicio básico, pero muchos tienen teléfonos celulares.
Según el relato de Gabriel Silva, hermano de uno de los heridos, los militares del puesto fronterizo de la Fuerza Aérea de Parima B incumplieron el acuerdo de compartir la conexión con la comunidad, y eso derivó en una trifulca que dejó el saldo fatal antes descrito. La Fiscalía 91 Nacional en materia Indígena y Cuarta con competencia en Derechos Humanos están investigando el caso.
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