La Cámara de Comercio de la Gran Sabana estima que 15% de los negocios que están en Santa Elena de Uairén dejarán sus puertas cerradas durante este 2020.
El ascenso de los casos de extorsión contra comerciantes, los altos precios de productos nacionales que los sacaron de competencia con los brasileños, la falta de gasolina y el conflicto existente entre indígenas y el gobierno dejó el sector comercio en una situación crítica en 2019, según declaraciones de los propios comerciantes.
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«Hasta la fecha estimamos que otro 15% de los comercios que están en Santa Elena aún no abren sus puertas, se les hace difícil competir con los precios de Brasil, la gente prefiere cruzar la frontera para comprar», explicó el presidente de la Cámara de Comercio de esa zona, César Marín.
Otros empresarios de esta zona fronteriza se han dado la tarea de innovar para no cerrar de manera definitiva y han invertido en mercancía que traen directamente de la ciudad brasileña de Manaos, lo que les permite ofrecer precios más bajos que hasta en Pacaraima, Brasil.
Entretanto, consumidores continúan a la espera de que se regularice el suministro de gasolina para poder realizar sus compras. La semana pasada solo les suministraron 15 litros a cada vehículo, situación que obligó a mucha gente a caminar largos tramos para comprar comida.
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