Nelly Castro tiene miedo. En su mente aún retumba el fuerte estallido que generó la explosión del centro de llenado y distribución de gas “Jefa Apacuana” de Ocumare del Tuy, el sábado 24; una experiencia que teme volver a vivir.
Cuando se presentó la emergencia, Castro estaba en su kiosco de venta de chucherías en la calle principal del urbanismo Lomas de Guadalupe. Fue tanto el pánico, que no le dio tiempo ni siquiera de cerrar su negocio. Afortunadamente cuando regresó consiguió todo como lo dejó.
“El primer ruido que escuché parecía un trueno, un avión, pero, al voltear, observé una ola de humo con candela, parecía una bomba. Sonaba muy duro”, contó.
Castro recuerda que corrió sin parar, sin embargo, por los nervios, le parecía que siempre estaba en el mismo lugar. “Amanecí con dolores en las piernas y con miedo de seguir viviendo aquí, porque siempre está el riesgo de que se presente otra explosión”, destacó.
Al igual que Castro, sus vecinos salieron despavoridos de sus apartamentos, a los cuales regresaron a la una de la madrugada, una vez que la situación fue controlada totalmente.
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Rosángela Carpio estaba en la cocina cuando se presentó la eventualidad. Apenas escuchó la explosión corrió, pero cada vez que daba un paso, la onda expansiva hacía que sintiera más fuertes los estallidos. Eso la atemorizó.
“Viví minutos de pánico, pues en un momento pensé que todos volaríamos. Lo primero que se me vino a la mente fue que las llamas arrasarían con el urbanismo; así que corrí con mis hijos, de 4 y 6 años, pues temí que murieran. Gracias a Dios logré llegar a la autopista. Me olvidé de casa, de corotos, de todo, solo quería salvar a mis pequeños”.
Jeancary Godoy también fue testigo de la explosión. “Los vecinos salieron con colchones, los abuelitos en sillas de ruedas, otros descalzos, algunos sin camisa y las mujeres en bata. Fue horrible, todos estábamos muy alarmados”.
Godoy considera que la comunidad no está preparada para enfrentar una contingencia de este tipo y las autoridades tampoco. “Nos mandaron a correr hacia Pampero, pero las tuberías de gas están en esa zona, entonces fue un riesgo que la gente tomara hacia esa vía”, consideró.
Los vecinos entrevistados hicieron un llamado a las autoridades para que se investigue lo sucedido y se tomen las medidas correspondientes. “Se debe garantizar que un incidente de este tipo no vuelva a ocurrir. Esto podría ser una bomba de tiempo”, acotó Nelly Castro.
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