La Guaira.- “¿Sabes por qué el mensaje de vacunación me llegó a mi primero, que tengo 32 años, pero no a mi abuela, que es hipertensa y tiene 83 años?”. Esta fue la primera pregunta que Francisco Gatell, vecino de Caraballeda, dirigente social e historiador, hizo cuando llegó al centro de vacunación dispuesto para la inmunización contra el COVID-19 en la llamada Casa de Seguridad Ciudadana, ubicada en el este del estado Vargas.
Los funcionarios que lo atendieron alzaron los hombros. No tenían respuesta. “Me pidieron que les enseñara el mensaje para verificar. Vieron que era correcto. Yo insistía: que si el proceso de vacunación se iniciaría con los mayores… Era injusto que en mi casa solo me hubiese llegado el mensaje a mí, que estoy entre los más jóvenes, y no a mi abuela, que además de adulta mayor, tiene una patología, pues es hipertensa y ha tenido que estar este año y medio confinada en casa”, relató Gatell.
El mensaje le llegó al joven la noche del jueves 3 de junio. Su cita sería el viernes 4 en la mañana. Cuando llegó al punto de vacunación encontró que estaban devolviendo a las personas y les indicaron que la jornada sería el sábado 5. “Yo me inscribí en la página del Ministerio de Salud y me sorprendió la rapidez”, destacó.
“El sábado 5 llegué temprano y comencé a hacer mi cola. Encontré mucho desorden en el proceso porque ese día había personas con mensajes de la semana que no habían sido atendidas, otros estaban sin mensajes y además había personas que se acercaban a averiguar y terminaban con un número en la cola. También había muchachos superjóvenes, que no superan los 22 años, que tenían mensajes del Sistema Patria. Hay mucha información cruzada y se depende del ánimo de los funcionarios, sean militares, policías o vacunadores”, narró Gatell.
“Al ver esto volví a preguntar por el caso de mi abuela, quien está inscrita en el Sistema Patria. Una de las personas que coordinaban me dijo que la fuese a buscar y expusiera su caso. Lo hice y fueron receptivos. Conté de su condición y de su edad. A ella la sentaron en un espacio para las personas mayores y, finalmente, la vacunaron primero, que era lo que yo consideraba justo. Luego de tres o cuatro horas me vacunaron a mí, que entré en los 550 números que repartieron ese día”, agregó Gatell, quien es también infociudadano de El Pitazo.
“Tras ser inmunizados, mi interrogante inicial sigue sin respuesta. Un plan de vacunación ante una pandemia como el COVID-19 debe cumplir parámetros científicos y debe, realmente, dar respuesta a los sectores vulnerables y no ser un sorteo aleatorio que no responda a ningún principio científico. Qué bueno que mi abuela y yo estemos vacunados, pero el deber ser es que la vacunación se cumpla con orden y que esté garantizada para todos los venezolanos”, concluyó Gatell.