¿Qué situaciones propician los abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes?

Caracas- La última semana de octubre resultó noticiosa, y causó indignación entre los venezolanos, por las denuncias de abusos sexuales en contra de niños, niñas y adolescentes en varias partes del país. A consideración de los expertos, la falta de políticas públicas para prevenir estos hechos de violencia hace que la situación sea más grave.

Aunque son varios los posibles factores que hacen que una persona abuse sexualmente de un niño, así como situaciones y patologías individuales, la defensora e investigadora en la  Red por los Derechos de la Niñez de Venezuela (Redhnna), Angeyeimar Gil, consideró que es una realidad que no se puede ver como un caso aislado. Indicó que se debe observar como un hecho social que tiene que ser abordado para disminuir los riesgos y frenar las vulnerabilidades.

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Angeyeimar Gil precisó que cuando no existe control social que le impida a una persona cometer abusos, ese individuo lo hace. Hizo énfasis en la construcción de la crianza en el país que es adultocéntrica, por lo que los niños, niñas y adolescentes crecen en una cotidianidad en la que deben ser obedientes, sumisos y callados.

Aseguró que la autoridad que ejercen adultos sobre niños posibilita la violencia sobre ellos. Esto ocurre porque existe un poder social y cultural establecido que tiene que ver con la edad, dependencia emocional y económica.

«Si nosotros criamos a los niños con esas características, sin posibilidad de expresar sus opiniones o tener la libertad de decir lo que sucede, es muy difícil que pidan ayuda ante una situación de violencia que les pueda suceder», destacó la trabajadora social.

Relaciones de poder propician los abusos

El psicólogo y coordinador del Servicio de Atención Psicológica de los Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), Abel Saraiba, coincidió en que los hechos de violencia ocurren con más frecuencia en los entornos abusivos, donde se manejan relaciones de poder asimétricas. Por lo tanto, cuando un niño aprende a validar la violencia tendrá más dificultad para reconocerla en algún momento.

Explicó que en estos ambientes de violencia, las figuras de autoridad pueden ejercer un rol sádico en términos de disfrutar o encontrar satisfacción al generar sufrimiento a otros.

«Podemos ver que el agresor no lo hace con una persona que tiene capacidad para defenderse. Por lo general, son niños porque los considera más vulnerables», indicó Abel Saraiba, en una entrevista vía telefónica con El Pitazo.

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Comentó que cuando se trata de un niño o adolescente el que actúa como agresor, es probable que haya sido víctima de violencia. En el caso del adulto tienen incidencia los antecedentes, pero también «puede ocurrir por una estructura de personalidad perversa en la que encuentran gratificación causando daños a otros».

El psicólogo y defensor de los derechos humanos puntualizó que uno de los primeros factores que lleva a un adulto a ser agresor sexual es haber sido víctima y si no recibió el  tratamiento o apoyo adecuado, puede repetir las conductas. Sin embargo, precisó que no todo niño abusado es un agresor en potencia.

Incremento de casos en la pandemia

Los especialistas aseguraron que hubo un incremento de abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes durante la pandemia por el COVID-19, debido a que los infantes permanecieron mucho tiempo en confinamiento con personas de su entorno, quienes, por lo general, son los que terminan cometiendo estos delitos. 

También afirmaron que la crisis económica y política que existe en el país, junto a la emergencia humanitaria compleja, hicieron explosión y aumentaron las situaciones de abuso.

«En contextos de emergencias humanitarias se ha visto que incrementan los casos de abuso y violencia. A mayor nivel de tensión sobre la familia y la sociedad, aquellos elementos que pueden ser susceptibles de transformarse en un conflicto, lo van a hacer. Nos vamos a encontrar que aquellas personas que, de alguna manera, pueden ser propensas a actuar como agresores; estarán más proclives a hacerlo», comentó Saraiba.

Una situación que se repite

Esta situación que ha alarmado a la sociedad, recientemente, se repite constantemente en la comunidad venezolana. De acuerdo con las investigaciones realizadas en años anteriores, se sabe que el abuso sexual es una de las principales violencias de las que son víctimas los niños, según explicó la investigadora en la Red por los Derechos de la Niñez de Venezuela, Angeyeimar Gil.

Aseguró que todos los meses hay situaciones de abuso sexual, pero entre 2020 y 2021 el incremento de casos fue de 350%. En 2020 se registraban alrededor de 16 situaciones de abuso cada mes, de acuerdo con el registro promedio. Mientras que en 2021 se contabilizaban, aproximadamente, 56 delitos sexuales mensualmente.

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La investigadora consideró que, actualmente, no están en aumento estos hechos de violencia sexual, solo que se están visibilizando con mayor relevancia por las redes sociales y por la publicación de los casos por parte de los cuerpos de seguridad. 

Precisó que el hecho de visualizar los casos tiene una lectura positiva debido a que enciende las alarmas sociales para que haya atención de la violencia y se puedan mitigar los riesgos. Sin embargo, consideró que también hay un factor negativo que tiene que ver con la exposición de la víctima ante la situación.

«La ley es muy clara al decir que los organismos tienen que guardar confidencialidad y no publicar datos que coloquen en riesgo la estabilidad emocional de los niños en determinado procedimiento. Revelar nombres es una exposición innecesaria», afirmó la defensora por los derechos de la niñez, en una entrevista con El Pitazo.

Escuchar los testimonios de niños

La investigadora social en Redhnna indicó que es esencial promover la idea de que los niños dicen la verdad y escuchar sus testimonios. De igual manera, dijo que se deben crear espacios en la familia para conversar sobre lo que los hace sentir mal y cuando no quieren acercarse a una persona evaluar qué sucede. 

Afirmó que la comunicación en el ámbito familiar tiene que ser más libre debido a que, en muchos casos, el niño, niña o adolescente no dice lo que está pasando porque no tiene la confianza y el ambiente propicio de seguridad.

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Hizo un llamado a los cuidadores de niños a estar atentos a los cambios de conducta, trastornos de sueño, así como modificaciones en la alimentación. Precisó que siempre existe una señal cuando hay una situación de violencia sexual. 

¿Qué hacer ante una situación de violencia?

Ante una situación de violencia, los especialistas indicaron que al niño, niña o adolescente hay que hacerle saber que no hizo nada malo y que se encuentra en una situación de riesgo y vulnerabilidad. Asimismo, brindarle confianza de que estará protegido y alejarlo de su victimario.

«Los padres no tienen que tener todas las pruebas en las manos para proceder a actuar. Una de las cosas que más reclaman las víctimas es que sus familiares no les creyeron ni prestaron atención», destacó el psicólogo Abel Saraiba.

Saraiba comentó que es fundamental denunciar, pero también buscar el asesoramiento para que las solicitudes puedan llevarse a cabo con elementos suficientes. Aseguró que mientras más pronto se realicen evaluaciones, hay más evidencias que faciliten el proceso y así se puede actuar para evitar otras víctimas. 

Recordó que la violencia cuando se vive, pero se trabaja, se puede resignificar (capacidad de otorgar un sentido diferente al pasado desde una nueva comprensión). A partir de ahí, es posible continuar con una vida plena y sin mayores limitaciones, de acuerdo con su explicación.