La Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) publicó los resultados de las asignaciones del Sistema Nacional de Ingreso (SNI) Universitario 2022 el pasado 27 de julio. Sin embargo, una gran cantidad de bachilleres y familiares denunciaron irregularidades de la institución al asignar carreras que no estaban entre sus opciones seleccionadas, en ciudades lejanas a las que residen o jóvenes con buen promedio académico que no fueron asignados a ninguna universidad.
El Sistema Nacional de Ingreso es un requisito indispensable para los estudiantes del último año de educación media general, media técnica, modalidad de Jóvenes Adultos, Inces y Misión Ribas, así como los bachilleres egresados en años anteriores que deseen incorporarse a alguna institución de educación universitaria del país, sea oficial o de gestión privada.
El director del centro preuniversitario Benjamin Franklin, Luis Stefano Murgueytio, explicó que durante los últimos años la Opsu cambió los criterios de asignación de cupos y no solo toma en consideración el índice académico, sino también las condiciones socioeconómicas del estudiante que aspira a una carrera universitaria.
«Los datos socioeconómicos que el estudiante ingresa en el registro de la Opsu tienen influencia en la asignación de cupos», explicó el director de este centro que desde hace 30 años se dedica a la preparación de bachilleres que están próximos a optar por un cupo en una institución pública.
Murgueytio recordó que anteriormente el Consejo Nacional de Universidades (CNU) realizaba una prueba de admisión, y de acuerdo con el desempeño en la evaluación y el promedio de los estudiantes, se asignaban los cupos. Luego pasó a llamarse Oficina de Planificación del Sector Universitario y se dejó de realizar el examen.
Luis Stefano Murgueytio explicó que las irregularidades en la asignación de universidades en ciudades lejanas de donde reside el estudiante se presentan cada año. En la Opsu no hay información sobre los criterios que evalúan al momento de ubicar a un joven en una institución en otro estado del país, distinto del que colocó en sus opciones.
«Hay estudiantes con promedio de 20 que aspiraban a ingresar a la carrera de medicina en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y fueron asignados en una institución en San Juan de los Morros, y viceversa. Por lo tanto, hacemos un llamado a la Opsu para saber cuál es el criterio que manejan actualmente y por qué asignan a los estudiantes de esta manera», indicó el académico.
Murgueytio consideró preocupante que estudiantes con buen promedio no sean asignados en ninguna universidad. Sin embargo, les recomendó a los jóvenes, padres y representantes optar por los exámenes de admisión en las universidades donde tienen previsto estudiar.
Asimismo, Murgueytio recordó que el bachiller que no quedó seleccionado en ninguna opción universitaria de la Opsu podrá realizar nuevamente su registro en el año siguiente y ver si queda asignado en la carrera que desea. Explicó que un joven, luego de graduarse en educación media, solo tiene la oportunidad de realizar la prueba en los próximos cinco años.
Descontrol en la Opsu
Por su parte, William Anseume, profesor de la Universidad Simón Bolívar (USB), aseguró que existe un descontrol y arbitrariedad de la Opsu al momento de asignar las carreras y universidades. También afirmó que el Estado venezolano «desprecia la educación venezolana».
«Anteriormente se tomaba en cuenta el promedio del bachiller, pero ahora no. Seguramente es prioridad la ideología política del estudiante y la condición socioeconómica de cada uno«, explicó el profesor de la USB, quien afirmó que el Gobierno desconoce la importancia de ofrecer oportunidades y condiciones a los estudiantes en el sistema educativo.
Sobre las pruebas internas de las universidades, Anseume indicó que en la Universidad Simón Bolívar no realizan pruebas de admisión. Los nuevos ingresos son para los estudiantes asignados a través de la Oficina de Planificación del Sector Universitario.
Asimismo, el docente comentó que en esa casa de estudios hay retraso con el inicio de la cohorte 2020 desde que comenzó la pandemia del COVID-19. Por lo tanto, los que quedaron seleccionados hace dos años iniciarán sus estudios a partir de 2022, y los que fueron asignados este año podrán comenzar sus actividades académicas en 2024.
Anseume advirtió que debido a la situación con la educación universitaria, los jóvenes deciden «salvar su vida» y emigrar a países donde puedan realizar sus estudios y no sientan vulnerados sus derechos, lo que representa un retroceso en la evolución del país.
El profesor recomendó a los estudiantes pensar en el proyecto de vida que quieren y trabajar en la transformación de lo que está ocurriendo actualmente para convertir al país en una nación que otorgue oportunidades a todos por igual. De esa manera podrían crear las condiciones para salir adelante.
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