Caracas.- Los vecinos del sector Filas de Mariches, en el municipio Sucre, de Miranda, y quienes recorren a diario la carretera Petare-Santa Lucía están sentenciados a ser víctimas del hampa que reina en la zona y que durante esta cuarentena ha optado por atacar a usuarios y trabajadores del transporte público hacía las comunidades aledañas.
El problema de inseguridad en esta vía, de unos 30 kilómetros aproximadamente, no es de nueva data. Quienes deben circular a lo largo de esta carretera aseguran que siempre ha sido una zona roja por los altos índices de delincuencia, pero los vecinos refieren que en los últimos meses la situación ha ido en aumento.
«En las últimas semanas hemos visto cómo a los autobuseros los han atracado, los han secuestrado para robar a los pasajeros. Hace dos semanas secuestraron una unidad en Línea Miranda y liberaron a las víctimas un día después», cuenta el señor Ramón Ojeda.
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Este vecino refiere que en el sector La Lagunita, uno de los más peligrosos, se ha convertido en una guillotina e incluso han tiroteado vehículos particulares y buses que no se detienen en esta zona para que los delincuentes ejecuten sus robos.
Ojeda, que es líder comunitario del sector Filas de Mariche, asegura que la situación ha sido notificada a cuerpos de seguridad municipales y estadales sin que hasta el momento se tomen acciones para cuidar a quienes transitan a diario este trecho.
El problema de inseguridad abarca incluso las paradas de buses que hacen uso de esta vía desde Petare, donde los usuarios han sido testigos de apuñalamientos y golpizas contra mujeres y hombres que se niegan a entregar sus pertenencias a los delincuentes.
Los trabajadores de las líneas de transporte que hacen vida en la zona son de los más afectados por la delincuencia. Wilmer Argüello, presidente de la línea que cubre la ruta Petare-Santa Lucia, explica que el peligro está en el kilómetro 20 de la vía, en la zona limítrofe entre los municipios Paz Castillo y Sucre, donde la falta de vigilancia policial ha generado que una banda delincuencial apodada con el mote “los hacheros” robe las unidades desde las 4:30 am de la madrugada cuando las unidades vienen desde los valles.
La crisis de inseguridad afecta también a los comerciantes. Un vecino del sector La Lagunita, que prefirió no identificarse, refiere que los sectores más afectados son su comunidad, Zumba, El Güinche, el Llenadero, Chaguarama y Santa Isabel hasta llegar a Valle Fresco.
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La crisis de inseguridad afecta también a los comerciantes. El señor José Manuel, vecino de La Lagunita refiere que los sectores más afectados son su comunidad, Zumba, El Güinche, el Llenadero, Chaguarama y Santa Isabel hasta llegar a Valle Fresco.
«El 85% del comercio formal y contribuyente ha cerrado las puertas y la tendencia es a aumentar el cierre por este flagelo de la inseguridad», refiere el comerciante, quien explica que específicamente en el kilómetro 20 los propios vecinos repararon y habilitaron un módulo policial para que fuese usado por los cuerpos policiales en el resguardo de este peligroso trecho, pero que hasta el momento no logran acuerdo con las autoridades.
La comunidad pide a la policía del estado Miranda, a la gobernación de la entidad y a las autoridades del municipio Sucre activar un plan de seguridad para atender la crisis en la zona, mantener un patrullaje constante en las paradas de las líneas que cubren el tramo vial Petare-Santa Lucía y destacar a un contingente de oficiales que permanezcan en los kilómetros más peligrosos y garanticen la seguridad.
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