Caracas.- Luis Cano, coordinador del Frente Amplio Unido por los Jubilados y Pensionados de Venezuela, consideró que este 1 de mayo fue un lunes negro, luego del ajuste de cestatickets y bono contra la Guerra Económica anunciado por Nicolás Maduro. El sindicalista precisó que el monto que cobrarán mensualmente se encuentra por debajo del umbral de la miseria, que estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU), instancia que mide la pobreza extrema con base en un ingreso diario inferior a 1,25 dólares.
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«Quedó demostrado que este Gobierno no tiene ninguna intención de mejorar la situación de más de cinco millones de pensionados. Ha decidido matar a los viejos venezolanos de hambre, es algo que se está convirtiendo en cotidiano y normal. No tiene ningún tipo de sensibilidad hacia un sector que le dio todo a este país», destacó Luis Cano.
El ministro para el Proceso Social del Trabajo, Francisco Torrealba, comunicó que los jubilados recibirán 49 dólares por concepto de la bonificación contra la Guerra Económica, mientras que los pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) cobrarán 20 dólares indexados al sueldo que ya recibían de 130 bolívares, lo que equivale a un poco más de 5 dólares.
De acuerdo con cifras del Estado hay 5.860.223 pensionados en el país, sin incluir a los de la Gran Misión en Amor Mayor Venezuela. A consideración de Emilio Lozada, presidente de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados (Fenaju), cada uno de estos adultos mayores debería devengar por lo menos 135 dólares mensuales para subsistir y cubrir sus gastos de alimentación y aseo personal, tomando en cuenta que el Gobierno no aumentará los sueldos, obviando lo que establece la Constitución.
«El sueldo debería ir en camino hacia el costo de la canasta básica, porque si suben los productos, debe subir el sueldo. No puede ser que el salario se convierta en sal y agua como ya ocurrió», precisó Lozada en entrevista con El Pitazo.
Seguir en la calle
Luis Cano, representante de jubilados y pensionados, afirmó que continuarán en las calles del país exigiendo sus derechos. Dijo que no abandonarán la calle y de momento sólo aceptarán el pago como un ingreso, pero continuarán reclamando lo que les corresponde.
«Vamos a seguir reclamando hasta que el cuerpo aguante. Nos tuvieron un año con un salario de 130 bolívares y con el cuento de que no había recursos por las sanciones y el bloqueo. Ahora resulta que con los casos de corrupción que salieron a la luz nos enteramos que dinero sí hay», indicó Cano durante una entrevista vía telefónica con El Pitazo.
Cano precisó que si el dólar llega a aumentar, los trabajadores, jubilados y pensionados quedarán sin salarios. Sólo va existir es una bonificación, con la cual el Estado venezolano va a jugar para manejar a la población a través de la necesidad. «Cuando tienes a personas incoherentes dirigiendo el destino del país no se genera confianza y eso conduce a una economía inestable», agregó.
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Emilio Lozada, presidente de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados, dijo que es indispensable buscar alternativas de unidad y unificar acuerdos entre todos los gremios del país para realizar las exigencias en cada municipio y bajo las mismas directrices.
«No puede ser que cada grupo salga a protestar por su lado, las exigencias tienen que ser a nivel nacional. Ahora el criterio de la unidad tiene que ser más amplio y se necesita el ánimo de la gente para reclamar los derechos. La idea es hacer una sola protesta que no desmaye», precisó.
Pensionados y jubilados sin derechos
«No es sólo la pensión, es la salud, recreación y el derecho de tener a la familia en tus últimos años», comentó Luis Cano. Asimismo, dijo que los adultos mayores no cuentan con los recursos para atenderse en centros de salud privados y los hospitales del país se encuentran por el suelo, sin insumos médicos ni personal.
Aseguró que los más de cinco millones de pensionados que permanecen en Venezuela y no tienen posibilidades de irse a otras naciones deberían tener el derecho de morir dignamente y acompañados por sus familiares que decidieron emigrar.
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«Qué difícil es envejecer en Venezuela y que al llegar la noche no sepas qué hacer al día siguiente para conseguir dinero que te permita comprar medicinas o para pagar un pasaje. Este Gobierno nos condena al exterminio y eso está prácticamente sentenciado por Nicolás Maduro y su entorno», dijo el representante de los jubilados y pensionados.
Situación de hambre
Francisco Moya, coordinador de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados de Venezuela, afirmó que lo único que se ha decretado es un salario de muerte para los jubilados y pensionados que se encuentran en situación de hambre, al igual que ocurre con los trabajadores activos que están obligados a acudir a sus puestos de trabajo en medio de la crisis.
«Es una política de exterminio que emana desde el ente que rige al Estado. Al escuchar el decreto es bastante humillante, un exterminio para cada uno del sector laboral que es el que inyecta progreso. Sin una buena atención e inversión al trabajador el país no se desarrolla», puntualizó Moya.
Consideró que con el nuevo ajuste del bono contra la Guerra Económica buscará suplantar algunos alimentos que recibe a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), los cuales calificó de inhumanos. Aseguró que hace uso de estos rubros por la necesidad y hambruna que el Gobierno ha provocado sobre la población venezolana.
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Por su parte, Blanca Castillo, jubilada de la Universidad Simón Bolívar (USB) luego de 28 años de servicio y miembro de la comisión de jubilados de esa institución, dijo que los 49 dólares que recibirán los jubilados no alcanzará para atender sus necesidades de salud y precisó que gran parte de los adultos mayores padecen una enfermedad crónica y no tienen recursos para costear sus tratamientos.
«No podemos hacer ni un mercadito, nos están dando limosna y nosotros duramos muchos años trabajando para la nación. Ahora que deberíamos estar tranquilos nos pasa esto. Me siento derrotada, pero mi ímpetu de lucha no me lo van a quitar y seguiré luchando por mis beneficios que no se pisotean», advirtió.
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