Caracas.- Los gremios de educación, salud, jubilados y pensionados rechazaron los anuncios realizados el 15 de enero por el mandatario Nicolás Maduro, quien llevó a 100 dólares el denominado ingreso mínimo integral indexado, que no tiene repercusión en los pasivos laborales, pues solo se aumentó el bono de Guerra Económica a 60 dólares; mientras que el bono de Alimentación (cestaticket) quedó en 40 dólares.
Bono de Guerra Económica para pensionados tuvo un aumento de 5 dólares
El sueldo mínimo en el país continúa en 130 bolívares mensuales desde 2022, cuando se decretó el último aumento salarial. En ese sentido, dirigentes gremiales consideraron que la falta de incremento «demuestra la burla y el desprecio del Estado venezolano hacia los trabajadores«, quienes no solo merecen y esperan un salario adecuado, sino también mejoras en las condiciones laborales y seguridad social.
«Ese anuncio de un ajuste a partir de febrero y la amenaza de que en algún momento van a aumentar los sueldos -seguramente será próximo a las elecciones- no tiene ninguna importancia y no será significativo para librarnos de la depauperación económica a la que el régimen tiene sometidos a los trabajadores venezolanos«, afirmó el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (USB), William Anseume.
El profesor consideró que es lamentable el discurso de Nicolás Maduro, que sigue sin responder a las exigencias de decenas de trabajadores del sector público, especialmente de los maestros, que no han obtenido del Gobierno ninguna solución ni información sobre las deudas que mantiene con ellos.
«No hay ningún reconocimiento de las deudas causadas por el desconocimiento de las convenciones colectivas, por la reducción de sueldos efectuada en su momento por el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre). No hay ningún anuncio de las deudas por el robo a las cajas de ahorros, a los sindicatos y los gremios», enumeró Anseume en entrevista con el equipo de El Pitazo.
Reducción del salario
La presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, Ana Rosario Contreras, también rechazó el decreto de Nicolás Maduro y aseguró que el aumento del bono de Guerra Económica reduce el salario mínimo en más de 80 %. Precisó que ese ingreso mensual sigue siendo insuficiente para adquirir la canasta alimentaria básica, cuyo valor en diciembre fue de 531,95 dólares, según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Indicó que con el incumplimiento del Estado, al no decretar un aumento salarial de acuerdo con las reglas que establece la Constitución, se evidencia la intención de eliminar por la vía de facto los derechos laborales consagrados en las convenciones colectivas, que ya fueron reducidas en marzo de 2022 con el instructivo de la Onapre.
«Pretenden eliminar la seguridad social, la Ley del Trabajo, acabar con los gremios y sindicatos. Esto es una manera para que el Estado patrono y también el sistema privado evadan su responsabilidad con los trabajadores. Intentan dejar sin efecto beneficios establecidos en la ley que son conquistas de los trabajadores desde hace muchos años», precisó Ana Rosario Contreras.
Reiteró que el anuncio de Nicolás Maduro vulnera el derecho a la calidad de vida de todos los trabajadores y que los gremios no piden bonos ni favores, sino lo que les corresponde. Asimismo, dijo que el discurso de guerra económica aplica para la masa laboral y los sacrificios que a diario hacen los venezolanos, pero no para quienes han despilfarrado los recursos de la nación.
«Maduro habla de un primer empujón, pero empujón es lo que tenemos que hacer los trabajadores todos los días para poder comer. Le decimos a Maduro que si él es sindicalista debe saber que un dirigente sindical solo se arrodilla ante Dios y vamos a mantenernos firmes exigiendo lo que por derecho nos corresponde», puntualizó Contreras al equipo de El Pitazo.
En ese sentido, afirmó que desde su gremio se mantendrán en la calle ejerciendo su derecho a la protesta en todos los niveles hasta que el Estado venezolano asuma su responsabilidad y entienda que «los trabajadores se respetan».
No es igual bono a salario
El dirigente sindical del sector salud, Pablo Zambrano, precisó que los bonos no son salarios y, por lo tanto, los trabajadores no están satisfechos con las medidas de Nicolás Maduro. Recordó que en 2018 comenzó con mayor fuerza una debacle del salario mínimo, el cual se pulveriza cada día con la inflación y la devaluación, mientras cumple casi dos años congelado.
«Esto no les permite a los trabajadores tener un contrato colectivo justo y quedan rezagadas las cláusulas económicas de la contratación colectiva. Tampoco hay pensiones justas. No podemos estar satisfechos con este aumento porque es la mejora del ingreso mas no del salario. Eso, por supuesto, repercute en la empresa privada, que viene pagando bonos ya hace mucho tiempo», puntualizó el dirigente.
Zambrano indicó que los trabajadores desean una mejora real del salario para tener beneficios adecuados como bono vacacional, aguinaldos, bonos nocturnos, pago por profesionalización y escalafones, que es una cláusula establecida en los contratos colectivos, así como la antigüedad.
El dirigente de la Coalición Sindical, Carlos Salazar, dijo que el salario sigue debajo de la mesa en el temario social y económico del Gobierno. «Solo se dedican a sus planes políticos. Suben 20 dólares a un bono de Guerra, sabiendo que ninguno de esos beneficios son salarios», criticó.
Asimismo, la ONG Provea aseguró que millones de obreros y jubilados reciben «un salario mínimo y una pensión de hambre», pues no alcanza para cubrir la canasta básica de alimentos para una familia de cinco personas.
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