Caracas.- El joven José Camacho Keller detalló en Twitter cómo un estafador se hizo pasar por doctor y lo citó en la clínica El Ávila, en Altamira, para concretar la compra–venta de una flauta traversa publicada en Marketplace.
Camacho explicó que los hechos ocurrieron hace poco más de un mes, el pasado 14 de junio, cuando fue contactado por una persona que se identificó como Iván Jiménez, que dijo que trabajaba como doctor en la clínica El Ávila, para comprar el instrumento de forma inmediata, por el cual ofreció pagar más dinero con tal de garantizar la compra ese día.
“La estaba vendiendo en $220, pero él se ofreció a pagármela en $230 si se la llevaba esa tarde. Me dijo que tenía 3 billetes de $100, y que si podía llevarle $70 de vuelto”, señaló Camacho, quien agregó que el presunto médico insistía mucho en que la venta se concretara ese mismo día, ya que era un regalo para una sobrina que cumplía años al día siguiente.
Una vez en la clínica, Jiménez mencionó que no podían hacer la transacción en la recepción porque estaba prohibido, por lo que le pidió que lo acompañara al cuarto piso, a donde debían ir utilizando las escaleras porque que el ascensor no servía. Una vez en las escaleras le pidió que le entregara los 70 dólares (el vuelto) mientras él buscaba el dinero en un casillero. “En ese momento ya estaba algo desconfiado del aspecto del tipo y de todo. Pero ya que yo tenía la flauta, y estaba ahí mismo, se los entregué”, escribió Camacho.
Jiménez lo contactó varias veces para informar que se tardaría un poco más de lo previsto, hasta que Camacho se dio cuenta de que el ascensor sí funcionaba. Al intentar contactarlo, el hombre le desvió las llamadas y finalmente bloqueó el número. En ese momento, el vendedor de la flauta contactó al equipo de seguridad de la clínica para relatar lo sucedido. Estas personas le explicaron que no conocían a ningún doctor llamado Iván Jiménez. “El tipo ya se había escapado”, dijo Camacho.
El equipo de seguridad le pidió que pusiera la denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Chacao. Allí fue Camacho Keller y entregó capturas de los chats, así como fotos y videos del hombre realizados por las cámaras de seguridad de la clínica.
Camacho buscó en internet y encontró que el verdadero nombre del estafador es Harry Oswaldo Quintero Vega y que ya había sido denunciado en internet por estafas similares.
Gracias a que el equipo de seguridad de clínica Él Ávila alertó a otros centros médicos sobre esta modalidad de estafa, el hombre fue identificado y detenido al día siguiente — cuando intentó repetir el fraude en el Hospital de Clínicas Caracas, en San Bernardino— y entregado al Cicpc.
A pesar del fraude, el Cicpc debió dejar en libertad al estafador porque no hay una orden de captura en su contra.