Caracas.- Desde el año 2007, la Unidad Educativa Subvencionada Sagrada Familia, perteneciente a la red de Fe y Alegría, no cuenta con un comedor para contribuir a la alimentación de los niños de las zonas populares cercanas al kilómetro 7 de El Junquito, donde está ubicada.
Esta escuela integral, en la que estudian 604 niños y se estima aumentar la cifra a 734 para el próximo año escolar, cuenta con un espacio para el comedor que dejó de funcionar luego de que se instaurara el programa PAE y el Instituto Nacional de Nutrición retirara todos los enseres y elementos para el funcionamiento de la cocina escolar.
Onix Sánchez, directora del plantel, indicó que era el Instituto Nacional de Nutrición el que aportaba los insumos y los recursos alimenticios para lograr que estos niños que estaban en la escuela de 7 de la mañana a 5 de la tarde tuvieran almuerzo, pero que desde que fue desmantelado el comedor, los niños son despachados a las 12 del mediodía y vuelven a la 1:30 pm para que puedan almorzar en sus casas.
«Es fundamental un comedor aquí porque somos una escuela integral desde 1999 y tenemos que hacer que los niños vayan a su casa a comer, cuando tienen, y vuelvan… Nosotros de dónde vamosa sacar para reactivar ese comedor si ni siquiera tenemos para costear unas filtraciones», explicó la profesora.
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La docente indicó que es el Estado el responsable de financiar este comedor, pues aunque pertenecen a la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas, no tienen recursos para reactivar la cocina, pese a la necesidad de la población escolar.
Incluso, la institución realiza jornadas antopométricas a inicio y final de año en las que han podido identificar un alto indice de mal nutrición que, en muchos casos, supera el 50% de los estudiantes.
La profesora Sánchez reiteró que esta escuela presta servicio educativo a niños de barrios y zonas con altos índices de pobreza en la comunidad. Ante esta realidad han sido las propias maestras las que se han unido y recaudan de sus propios recursos para ofrecer un almuerzo cada 15 días a los niños del plantel.
Asimismo, un restaurante cercano les brinda 10 almuerzos diarios que se dividen en dos para ofrecer 20 comidas a los niños que se identificó son los más necesitados. «Hacemos lo que podemos para ayudara nuestros niños y esa es una gran alegría «, dijo la profesora.
Esta escuela de Fe y Alegría necesita desde la cocina, hasta los utensilios y la comida para poder reactivar su comedor. Piden a quien los pueda ayudar, acercarse a la institución para revisar la problemática.
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