Caracas.- En Venezuela se han producido más de 100 protestas continuas de docentes en busca de exigencias debido a los pocos ingresos que perciben y la deficiente infraestructura de las instituciones. Esta situación los ha dejado debatiéndose entre si seguir ejerciendo o empezar a rebuscarse con otros empleos para sobrevivir en un país que tiene tan alto costo de la vida.
En un trabajo especial de Radio Fe y Alegría Noticias y medios del interior de Venezuela se entrevistó a maestros y a un estudiante de educación para tener un acercamiento a la realidad que viven estos profesionales, así como a las expectativas que tienen sobre el ejercicio de la docencia en el país, el futuro de la educación y los posibles anuncios del Gobierno en el Día del Trabajador, que se celebra el 1 de mayo.
Bajos sueldos de los docentos llevan al rebusque
Muchos profesores venezolanos, tanto activos como jubilados, de educación básica, técnica y universitaria, han tenido que recurrir a oficios extras, como la repostería, la costura o la venta de productos alimenticios, para poder complementar su sueldo y subsistir.
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En los últimos cinco años, las protestas por mejoras salariales y laborales no han faltado; sin embargo, en 2022 y 2023 se han intensificado tras la aparición del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y la migración de nóminas regionales al Ministerio de Educación.
Una docente que ha tenido que ingeniárselas para vivir es Maira Marín, quien es jubilada, pero se mantiene activa en la escuela La Providencia 152, ubicada en el municipio Bruzual del estado Anzoátegui. La maestra recuerda con una sonrisa en los labios que, en la década de los noventa, su profesión le permitió comprar dos vehículos 0 kilómetros.
La nostalgia la invade cuando piensa que en el presente su carro está accidentado desde hace 7 meses y no le ha podido comprar los repuestos. Como jubilada cobra 800 bolívares mensuales, mientras que como docente activa de primaria reúne 378 bolívares al mes.
Los pocos ingresos la llevaron a apostarle al comercio desde la época de la pandemia: vende casabe, queso, miel, cacao y, en ocasiones, café artesanal. Cuando le va bien produce hasta 200 dólares semanales.
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«¡Asisto y promuevo las protestas! Es la forma que tenemos de manifestarle nuestro descontento a los representantes actuales del Gobierno que no quieren darnos respuestas cuando tienen cómo darlas. Además, que es una responsabilidad constitucional y contractual asignarles a los docentes salarios dignos y suficientes para tener calidad de vida», explicó para el trabajo de Radio Fe y Alegría.
Marín dijo que el futuro es de preocupación y de ocupación. No sólo para los maestros, sino también para los representantes y todos los venezolanos. «Todos tenemos un nivel de corresponsabilidad en el tema de la educación. La defendemos o cada día la ignorancia se irá imponiendo», señaló.
Son muchos los docentes que salieron el 9 de enero a manifestar y se han mantenido en las calles hasta el presente. La lucha de estos profesionales es por mejores reivindicaciones laborales, especialmente sueldos acordes con el costo de la canasta alimentaria, que pasó de los 500 dólares en marzo.
Con información de Radio Fe y Alegría Noticias.
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