Cofrades y devotos honran con sus 5.000 orquídeas al Nazareno de San Pablo

Caracas.- Los ojos llorosos de Rosa Fernández no dejaban de contemplar la imagen de Jesús de Nazaret mientras los encargados lo decoraban este martes, a solo horas para el Miércoles Santo, día en el que miles de feligreses se acercan a la Basílica Santa Teresa, en la capital de Venezuela, para cumplir promesas y venerar la imagen del Nazareno de San Pablo.

Fernández tiene 57 años de edad y desde sus 35 años acude a este templo para agradecer al Nazareno por las peticiones cumplidas. Su amor y devoción crece cada año al recordar que fue Jesucristo quien salvó a su hijo cuando recibió un diagnóstico poco alentador debido a una extraña enfermedad.

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Cada año la Semana Santa es sagrada para Rosa, quien prepara su vela morada y túnica para visitar la Basílica de Santa Teresa el Miércoles Santo. También se organiza para comprar y donar orquídeas el Martes Santo, como lo hizo este 26 de marzo, cuando entregó su donación y aprovechó el momento para apreciar la imagen del Nazareno.

Antes de la Semana Mayor son miles de devotos los que se preparan para honrar y pagar promesa al Nazareno de San Pablo. También lo hacen los integrantes de la cofradía y los decoradores, quienes desde el lunes 25 de marzo comenzaron a adornar con orquídeas la imagen de Jesucristo, que luego saldrá en procesión por las calles del centro de Caracas.

En esta oportunidad, la imagen del Nazareno —vestido con una túnica morada, bordada con hilo de oro, con los símbolos de la pasión y otros exvotos— estará acompañada por unas 5.000 orquídeas, como se acostumbra cada año. Sin embargo, no llevará el arco de esta flor que en años anteriores realizaban los decoradores.

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José Linares es el decorador más antiguo. Desde hace 34 años se dedica a adornar la imagen del Nazareno con respeto y amor por lo que hace. Indicó que este año hay orquídeas moradas, pero también muchas híbridas y blancas que acompañan el mesón en el que se encuentra el Jesucristo cargando la cruz. 

Linares contó que hay normas que cumplir por tradición y respeto a Jesucristo. Una semana antes de comenzar a decorar se baja la imagen para colocar el vestuario, que se caracteriza por una túnica morada. Para eso está autorizada una sola persona, por lo que más nadie puede ver. 

Desde la noche del Lunes Santo se comenzó a decorar al Nazareno y a colocar las orquídeas que la feligresía donó desde el Domingo de Ramos. Sin embargo, no había suficientes flores, y, por lo tanto, comenzaron a adornar la imagen la mañana de este martes con las donaciones que llegaron durante el día. 

La decoración también está a cargo de personas autorizadas, según lo que establecen las normas de custodia. Este año hay tres decoradores y un colaborador que ofreció una promesa. Le está cumpliendo al Nazareno con el aporte de algunos materiales y la mano de obra para adornar la imagen.

Donación, decoración y compromiso 

José Linares explicó que con 15 o 20 días de anticipación, el secretario de la cofradía solicita todos los suministros para la decoración. Luego se debe esperar la donación de las orquídeas. Desde ese momento hasta que la imagen se entrega decorada al párroco Armelim de Sousa Andrade y se traslada al altar mayor, no hay descanso. 

Por lo general, los decoradores cuentan con la donación y no tienen una planificación para adornar al Nazareno. Año tras año lo que intentan es variar la decoración y agregar o quitar algunos detalles. Es el caso del arco al que la feligresía de la Basílica Santa Teresa está acostumbrada a apreciar. 

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Linares también precisó que debido a que gran parte de los cargadores son personas de la tercera edad, decidieron hacer una decoración que no fuera tan pesada, pues ya la imagen y el mesón tienen un peso considerable. 

Este año la decoración cuenta con una especie de piso a la vista del público y dos columnas pequeñas al final. Anteriormente se colocaban columnas grandes y una jardinera central. 

«Uno nunca se espera que va estar dentro de una basílica decorando al principal Nazareno de Venezuela. Es un orgullo saber que un año más estás con vida para adornarlo y que él te permita que seas uno de sus decoradores», expresó Linares al equipo de El Pitazo.

Los decoradores no solo adornan la imagen del Nazareno, sino que también lo hacen con Nuestra Señora de los Dolores y con el altar mayor, que está decorado con flores blancas. 

Rendir tributo 

Luego de que la imagen está decorada se cierra el templo y todas las personas deben salir. Posteriormente se hace una procesión interna, que va desde la zona de decoración hasta el altar mayor. Esto forma parte de una tradición que se hace cada año como parte de un tributo al Nazareno. 

En este momento todo decorador, ayudante o visitante con permiso que desee cargar la imagen del Nazareno puede hacerlo, pero hasta cierto punto. En el caso de una venia o de subirlo al altar, solo deben estar los cargadores que forman parte de la cofradía. 

Finalmente, el Miércoles Santo durante la procesión, los cargadores son los que dirigen el paso por la ruta previamente establecida. Esta será acompañada por funcionarios policiales, bomberos y Protección Civil, quienes deberán custodiar todo el trayecto del Nazareno. 

Para la procesión también se deben cumplir normas. Hay momentos en los que algunos pasos deben ser dirigidos exclusivamente por la cofradía autorizada para cargar la imagen, como es el caso de la inclinación de la imagen hacia el Teatro Municipal, que fue la primera casa del Nazareno de San Pablo. 

José Linares comentó que anteriormente eran 60 cargadores, pero esto ha cambiado y ahora son menos. Indicó que actualmente no hay voluntad de las personas para sumarse a esta actividad y los familiares no siguen la tradición de quienes lo hacían. 

Siglos de historia 

La devoción de los caraqueños por la figura del Nazareno de San Pablo comenzó en siglo XVI en un momento de crisis. En Caracas se registraba una epidemia de peste de vómito negro. Las muertes de personas se daban sin parar y las iglesias no se daban abasto para enterrar a las víctimas.

En medio del pánico y la angustia por no ver el fin del aquel caos, laicos y religiosos decidieron sacar en procesión a la imagen del Nazareno, una figura que había llegado a la ciudad en el año 1674 y que era venerada en la capilla de San Pablo, el Ermitaño, al que debe su nombre.

Esa primera procesión del Nazareno partió de donde está ubicado actualmente el Teatro Municipal de Caracas, porque allí se encontraba la capilla de San Pablo.

De acuerdo con la creencia, durante el recorrido al pasar la imagen por una esquina donde había un limonero la cruz lo tropezó y en la corona de espinas se enredaron unas ramas. Varios limones cayeron al piso, que fueron recogidos por los feligreses bajo la convicción de que se trataba de un mensaje divino. Al cabo de beber la limonada fruto de los limones, los enfermos comenzaron a sanar y la epidemia de peste cesó.

La imagen recibió culto en la capilla de San Pablo hasta que en 1880 el presidente Antonio Guzmán Blanco ordenó su derribo, levantando el mismo lugar el teatro municipal. El mismo mandatario pidió erigir en honor a su esposa la Basílica de Santa Teresa, siendo trasladada la imagen a este nuevo templo, donde es venerada en la actualidad.