La tarde del viernes, 31 de marzo, trabajadores informales del bulevar de Catia, al oeste de Caracas, protestaron en la vía pública para reclamar una respuesta sobre su reubicación y una solución para poder comercializar sus productos.
En Plaza Sucre, uno de los buhoneros afectados por la paralización denunció que tienen cuatro meses reunidos con las autoridades municipales en una mesa de trabajo para buscar una solución a sus demandas y aún no obtienen respuesta. Argumentó que la situación en el país está muy difícil y que todos tienen derecho a trabajar; la mayoría «vive al día».
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Los trabajadores reclaman una solución porque no pueden seguir esperando por la reubicación, que lleva cuatro meses y ellos sin poder producir. «Ni nos dan solución ni nos dejan trabajar», insistieron.
Señalaron que, de acuerdo al censo que tienen, hay 3.500 buhoneros, pero los lugares que les proponen para su reubicación no llegan ni al 10 % (350) de los censados.
«Pedimos comprensión y conciencia, estamos necesitados. Debemos producir porque tenemos hijos que mantener. Trabajamos acá por necesidad», recalcó otra de las afectadas.
Los buhoneros desmintieron rumores que circulan por las redes, en los cuales se asegura que los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana les cobran vacuna para trabajar en el bulevar de Catia.
Añadieron que ellos colaboran con la recolección de basura y el alumbrado público para trabajar más seguros y que la clientela visite los lugares donde venden.
Con información de Katherine Dona