Caracas.- Tras hacerse viral el video de un tiburón ballena merodeando en aguas de Chichiriviche de la Costa, en el estado Vargas, el miércoles 6 de diciembre, el equipo de El Pitazo buscó conocer si efectivamente existe una temporada para la aparición de este animal en las costas venezolanas.
El biólogo marino Juan José Cárdenas, con experiencia en la Fundación La Salle y la Universidad Simón Bolívar, detalló que sí existe una temporada para la aparición del tiburón ballena en las costas venezolanas, aunque no es regular o cíclica como la de otros animales.
«La presencia del tiburón ballena está asociada, a su vez, a la presencia de su presa, que son los pequeños crustáceos, los camarones por ejemplo», precisó Cárdenas.
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En este sentido, el especialista explicó que cuando existe cantidad de camarones en la costa, usualmente está asociado a los fenómenos de surgencia; es decir, de fertilización del agua. «Es más rica en minerales y las algas crecen con mayor propulsión. Por eso los animales que comen algas, por ejemplo los camarones, se aprovechan de esa abundancia y eso atrae a los predadores, en ese caso, el rhincodon typus, como se llama el tiburón ballena».
Razones alimentarias
Cárdenas añadió que en algunos momentos se puede avistar con más frecuencia estos animales porque se «concentran por razones alimentarias, tanto en Venezuela y como casi todo el océano subtropical, excepto en el mar mediterráneo, donde no se encuentra».
Ante la pregunta de si la aparición del tiburón ballena puede generar temor en la ciudadanía, el biólogo marino aseguró que este animal no representa ningún peligro para el hombre.
«Cuando la gente habla de tiburón puede generar temor, pero este es un tiburón plantófago, que come pequeñas presas, el camarón y algunos pequeños peces, no come animales mayores. Es decir, es incapaz de comerse una presa mayor, no es un animal que ataca».
De acuerdo con el Centro para la Investigación de Tiburones (CIT), se han registrado en total 186 avistamientos de tiburón ballena en toda la costa de Venezuela durante los últimos cuatro años, principalmente en la costa central.
Irregularidad y cambio climático
A juicio de Cárdenas, la regularidad de los ciclos se ha perdido y eso ha incidido en la presencia de ciertos peces, no solo del tiburón ballena sino en la pesca más importante como la sardina. «Precisamente, porque llevamos más de tres años, casi que consecutivos, en anomalía climática», sostuvo.
Añadió que normalmente la aparición de estos animales se asocia a la presencia del agua fría, porque es más fértil y hay más alimento. Afirmó que por milenios se han tenido ciclos más o menos regulares, que van entre el mes de enero y febrero hasta abril o mayo, cuando las aguas son más ricas y en esa temporada justamente es más frecuente la presencia del tiburón ballena.
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Sin embargo, en la actualidad existe un desarreglo climático que dura mucho tiempo. «Pero hay manchas o parches de fertilidad en el océano, en el mar y estos peces la aprovechan para aparecer«.
El especialista también se atrevió a inferir que actualmente se puede pensar que existe mayor avistamiento del rhincodon typus, porque existen más personas en el agua con posibilidades y equipo para difundir por redes sociales las imágenes. «Antes, digamos en los tiempos donde no había posibilidad de tener cámaras, también había mucha presencia de esos animales».
El pez más grande
El biólogo marino destacó que en esta época se pueden acercar a la costa porque el agua está más fértil, pero es un animal que puede nadar a miles de metros de profundidad.
«Tiene un rango de profundidad muy amplio, es el pez más grande conocido en el mundo, puede medir hasta 20 metros. Claro, las ballenas son más grandes, pero las ballenas son mamíferos».
Para los pescadores es un animal que puede generar mucha ganancia por los kilos que pesa, es muy comercializado y justamente por eso está protegido. «Es una especie vulnerable porque le toma muchos años reproducirse, lo hace cuando tiene cinco metros de longitud, antes no es capaz de reproducirse porque es muy joven. Entonces, un tiburón ballena de cinco metros es muy grande para efectos de la pesca, pero muy pequeño para la reproducción».
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