Caracas.- La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y la organización Ciudadanía en Acción alertaron públicamente acerca de los riesgos en los que se encuentran los sembradíos de plátano y cambur en Venezuela a causa del «mal de Panamá», una enfermedad provocada por un hongo que ataca las raíces de las plantas de banano.
La alerta fitosanitaria existe desde 2015 en Latinoamérica, pero llegó este año a Colombia, lo que incrementa la posibilidad de que llegue a Venezuela próximamente.
Los sembradíos en riesgo están en Zulia y en Aragua. «Hacemos un llamado al gobierno nacional para que realice las inspecciones requeridas que determinen la presencia de la enfermedad ‘mal de Panamá’. Eso requiere un monitoreo que también invite a la prevención», dijo Saúl López, presidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines.
La segunda fuente calórica del venezolano es el plátano y el cambur, después del consumo de cereales como el arroz, aseguró Edison Arsiniega, director de la organización Ciudadanía en Acción.
«El riesgo que alertamos es severo porque implicaría la desaparición de la principal fruta de consumo nacional», dijo Arsiniega acerca de la consecuencia de la posible infección de los sembradíos con «el mal de Panamá».
Los sembradíos de cítricos en Venezuela son un ejemplo del riesgo alertado, ya que desde 2017 se ven afectados por la enfermedad Huanglongbing (HBL) que afecta a las plantas de género citrus.
70 % de los sembradíos se contaminaron con la enfermedad, lo que se traduce en un aumento considerable del precio de venta al consumidor, además de esto los agrónomos migraron a la siembra del cacao, que no es un alimento de consumo básico.
Para solventar esta situación, hay que identificar las zonas del país en donde no está la enfermedad vegetal, con el objetivo de generar en ellas los sembradíos necesarios para seguir reproduciendo los cítricos, sin riesgo de contaminación de la planta.
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Las plantas pueden ser más susceptibles a la aparición de estas enfermedades en la medida en que no estén bien nutridas y no cuenten con los fertilizantes necesarios para ello, dijo López, quien afirmó que la falta de insumos en el país también tiene una incidencia en el sector agrónomo, porque se manifiesta en la falta de fertilizantes.
La forma de traspasar la enfermedad es con una simple planta que también esté contaminada y la misma se erradica cortando de raíz la planta afectada, ya que no hay fertilizante que la descontamine cuando ya se contrajo la enfermedad.
«En Venezuela no tenemos el material ni el personal adecuado para hacer los procesos de prevención y detección de la enfermedad», manifestó López, quien enfatizó en que los controles de regularidad están muy débiles.
Esta situación ha sido manifestada directamente a los responsables del gobierno nacional, más no se ha considerado, explicaron los voceros.
El Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia) y el Instituto de Salud Agrícola Integral (Insai) son los que deben atender este caso.
«Desde la Sociedad Venezolana de Agrónomos somos 15.000 los profesionales dispuestos a colaborar y cooperar con efectivos del gobierno nacional para solventar esta situación», dijo Saúl López y reiteró la disposición del gremio ante esta situación.
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