Ciudad Guayana.- Alberto Ramos, un joven cantante de 16 años residente del estado Bolívar, vive un sueño y todavía no lo puede creer. La noche del sábado, 25 de agosto, compartió escenario con su artista favorito, Alejandro Fernández. El astro mexicano lo invitó a la tarima, durante su concierto, y Alberto se lució mostrando su talento y portentosa voz.
Dejó a todo el auditorio gritando de emoción. Y no es para menos; el propio Alejandro Fernández le dijo al jovencito que nunca había escuchado a nadie con un tono de voz tan parecido al de su padre, Vicente Fernández.
“Dios seguirá obrando. Humanamente es imposible creer lo que estoy viviendo. Un día cantaba en una panadería para un par de medias, pues necesitaba viajar a Caracas y al día siguiente estaba en el escenario del gran Poliedro de Caracas cantando con mi artista favorito, Alejandro Fernández, sin ningún tipo de ensayo. ¿Dime si eso no lo hizo Dios? Solamente Dios lo hace posible, como dice @manuelconecta”, escribió Ramos en su perfil de Instagram, en respuesta a los comentarios de un video que grabó con la periodista Veruska Sánquiz.
Alejandro Fernández quedó enamorado de Los Roques en su regreso a Venezuela
El enlace entre Alberto y el cantante Alejandro Fernández fue posible por un videoclip que filmó el creador de contenido digital Manuel Núñez, quien hace varias semanas conoció al adolescente cantando en las calles de Puerto Ordaz. Ese video asombró a Fernández, quien lo contactó de inmediato.
Lo demás es historia y está publicado en redes sociales por miles de usuarios. Al llegar a su natal Puerto Ordaz, Alberto mostró una franela y una prenda del traje de charro que le obsequió el cantante mexicano, con su respectivo autógrafo.
Cantando para mantener a su familia
En las calles de Ciudad Guayana conocen a Alberto como El Charrito de Oro, su nombre artístico. No hay un centro comercial, mercado o autobús donde no se sepa de él y su impresionante voz. Desde muy pequeño comenzó a cantar en espacios públicos, porque es su pasión, pero también para llevar dinero a casa; vive en un barrio humilde de Ciudad Guayana, con su mamá y su hermano menor.
En diciembre de 2019, cuando el jovencito tenía 13 años, El Pitazo lo entrevistó para conocer su historia. Desde ese momento, El Charrito de Oro es sustento de su hogar. El dinero que le dan en los sitios donde canta, lo usa en la compra de comida para su casa.
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