El dirigente socialcristiano recalca que desde un principio objetó la designación de la exvicepresidenta de la Comisión Nacional de Primaria, María Carolina Uzcátegui, por considerar que no tenía un perfil para fungir de árbitro en el proceso de la elección del 22 de octubre
Entrevista: César Batiz Redacción: Jesús Abreu
El candidato socialcristiano a la primaria del 22 de octubre, Roberto Enríquez, es categórico al referirse a lo que califica de conspiraciones contra la elección interna opositora. El abanderado de Copei ODCA considera que cualquiera que vaya por fuera de la primaria atenta contra el proceso para definir una candidatura unitaria que le permita a un sector mayoritario de la oposición enfrentar al gobernante Nicolás Maduro en 2024.
En el contexto de las amenazas gubernamentales y los desafíos que ha superado la Comisión Nacional de Primaria para organizar la elección del 22 de octubre, Enríquez advierte sobre la necesidad de que la oposición esté preparada ante cualquier escenario, incluido uno en el que no haya primaria.
“Si nos tumban el proceso de primaria, vamos a encontrar el mecanismo para definir un candidato unitario que sea expresión mayoritaria de Venezuela. Que no se confíen creyendo que si nos desbaratan la primaria, nos vamos a ir a la casa lloriqueando. Vamos a seguir construyendo una opción de victoria”, aseguró Enríquez en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.
Sostiene que el compromiso con la primaria implica defender a la candidata o candidato ganador, esté o no inhabilitado, para que compita en la elección presidencial prevista en 2024, pero cree que es fundamental tener un plan B.
“Tenemos que aprender a estar preparados para cualquier escenario. Se trata de un adversario que juega duro, feo. Si sale un candidato inhabilitado, todos tenemos que defenderlo. Pero sería muy irresponsable no tener uno o dos planes alternos en caso de que no logremos que esa candidata o candidato se inscriba si resulta ser inhabilitado”, resaltó Enríquez.
–Hace unos días usted dijo: «Vamos a echarle un parao a la conspiración contra la primaria”. ¿Quiénes son los conspiradores?
–El primero es, sin duda, el Gobierno, que sabe que la primaria es el corazón de la estrategia unitaria, que hemos logrado resolver algunos acertijos que nos ponían en la disyuntiva de cómo construir una ruta victoriosa cuando tomamos la decisión en la Plataforma Unitaria. Quiero reivindicar eso, porque así como hay que criticar a los políticos y a los partidos cuando meten la pata, hay que reconocer los aciertos y la Plataforma Unitaria es de donde nace la primaria como estrategia porque lo que se persigue es darles respuesta a las dos grandes debilidades que tiene el adversario: la primera, hay un 80 % de venezolanos que está harto de Maduro y quiere cambio; eso lo sabe muy bien el Gobierno, que le interesa dividirnos y que no participemos en las presidenciales, o producir unos niveles muy altos de abstención, y hemos venido diciendo que hay que estar preparados para eso.
La primaria viene a darle a la gente la capacidad para decidir, salir con la legitimidad que tiene una consulta popular con una candidatura acompañada de una coalición muy poderosa que sea el referente para todos los que quieren cambio e ir a troche y moche, como el porfiado, perseverando, con terquedad, para llegar a las presidenciales. Va a ser un camino lleno de piedras, de obstáculos, pero si no perdemos de vista el foco y entendemos que lo que no quiere Maduro es que nos contemos con él. Estoy convencido que ese 80 % de los venezolanos encontrará en la candidatura que emerja de la primaria el referente con la legitimidad y la capacidad de unir para ganarle a Maduro en las elecciones presidenciales.
–Entonces no son los conspiradores, es un conspirador: el gobierno de Maduro.
–Por supuesto. Y hay los que se maquillan de opositores, como es obvio. Creo que todo aquel que no participa en la primaria y se lanza de candidato por fuera, le quiere hacer el juego a Maduro de dividir. Es evidente que alguien que no colabora, que no coopera y no pone su esfuerzo para tratar de salir con una candidatura unitaria, y va por fuera para dividir, es conspirador también.
Lo que importa es la estrategia y es muy clara: salgamos con una candidatura unitaria y vamos a troche y moche a ganarle a Maduro
Roberto Enríquez, candidato socialcristiano a la primaria
–¿Qué beneficio puede tener alguien que se disfraza de opositor y que no apoya la primaria y la sabotea o conspira contra la primaria?
–Que se mantenga Maduro, ese es el gran beneficio.
–Pero si se vende como opositor y tiene un público opositor, ¿qué beneficio tiene?
–En estos procesos eso suele ocurrir, no solo en Venezuela. Los gobiernos que intentan monopolizar y controlar el poder, a pesar y en contra de la voluntad de la población, siempre se inventan satélites para confundir a la gente. Lo hizo Pérez Jiménez en el 57: persiguió partidos, captó parlamentarios del Congreso de la época. Ese tipo de cosas suelen ocurrir y lo que hay que hacer es seguir muy enfocados.
–¿Y Pérez Jiménez lo hizo con terror o también con dinero?
–Con ambas cosas. El terror de la persecución. Las prebendas que les dio a muchos de los diputados. Acción Democrática y Copei fueron víctimas de eso en esa época. Prebendas y miedo, sin duda. Son las eternas fórmulas del autoritarismo: amedrento y abuso de poder.
–¿Y eso puede estar pasando en este momento?
–Es evidente que está pasando. Que no se tongonee mucho porque se le ve, como se dice. Quien no quiere cooperar con la unidad, está ayudando a que Maduro se mantenga.
Quiero que mi aporte sea para darle a las futuras generaciones el país que a nuestra generación nos quitaron
Roberto Enríquez, candidato socialcristiano a la primaria
–¿Cómo identificar a esos conspiradores?
–Candidato que no participe en la primaria, está conspirando contra la unidad. Todas estas acciones que hemos visto en el Tribunal Supremo de Justicia y otras cosas son lo mismo.
–¿Cómo se detiene la conspiración?
–Yendo para adelante, no veo otra. Estamos haciendo un gran esfuerzo todos los candidatos, la Comisión Nacional de Primaria, los testigos, miembros de mesas, todos los venezolanos que están haciendo un ejercicio de ciudadanía contra las amenazas y el miedo, tratando de hacer un evento en el que los venezolanos puedan elegir. Creo que esa es la mejor forma de derrotar la conspiración contra la primaria.
–¿A la exvicepresidenta de la Comisión Nacional de Primaria, María Carolina Uzcátegui, usted la incluiría entre los conspiradores?
–Yo objeté la presencia de ella en la Comisión Nacional de Primaria en representación de mi partido, nunca haciendo juicios morales sobre ella, porque es una persona que milita, que toma partido y alguien así difícilmente puede ser árbitro. Cuando le hicimos seguimiento, vimos que es una persona que manifiesta posiciones, que defiende posiciones, que son parciales sus posiciones, y sentíamos que no tenía las características para ser árbitro. Creo que le está haciendo un flaco servicio a la causa unitaria desde que se incorporó y después por no entender que su rol era ser árbitro y no defender posturas parciales o grupales.
–¿A qué parcialidad responde?
–Ella venía con una trayectoria en la que había tomado partido en varias coyunturas electorales; ha tenido aspiraciones políticas. Todo eso te da un sesgo que, de alguna manera, te arrebata la capacidad de ser árbitro. Yo no puedo ser árbitro en un proceso político en Venezuela, ella tampoco. El error de ella fue ese, no entender que no tenía las condiciones para ser árbitro. Eso fue dañino, lo dije en su momento. No estoy haciendo un juicio moral, descalificándola; no me atrevo a decir que está concertada con el Gobierno, pero digo que no tenía características para ser árbitro, sino para ser dirigente.
–¿Usted puede asegurarnos que se realizará la primaria el 22 de octubre?
–Puedo asegurarte que le vamos a meter alma, corazón y vida; que le estamos poniendo toda la pasión. Pero tenemos que estar preparados para todo. No estamos con un adversario que juega carrito. Tenemos que estar preparados para cualquier eventualidad porque sería muy ingenuo mirar de soslayo todas las amenazas que vemos todas las semanas contra los miembros de la Comisión Nacional de Primaria, contra el proceso, el hostigamiento, las dificultades que hay para realizarlo. Nosotros tenemos que ir para adelante, convencidos, convenciendo a la gente, entusiasmando, pero el país debe estar preparado para todo y no colapsar emocionalmente, que es una de las grandes preocupaciones que tengo: no colapsemos emocionalmente, psicológicamente; no nos dejemos quebrar. El que se aflige, lo aflojan y al que aflojan, lo quiebran. Tenemos que entender que la clave es ir con un candidato unitario. Lo dije: si nos cierran la ventana, nos metemos por la puerta; si cierran la puerta, nos metemos por el cobertizo. Que se olviden de que no vamos a intentar meterle el montón de votos que tiene el pueblo venezolano y que quiere salir de Maduro.
–¿Y si no se realiza la primaria? ¿Cuál es la opción para escoger a ese candidato, si hay que pensar en todos los escenarios y uno es que no haya primaria? ¿Cuál sería la solución?
–A mí no me gusta nombrar espantos en la casa. Ahorita estamos trabajando para la primaria. La política siempre funciona. Creo que es un buen disuasivo para el Gobierno saber que, si nos tumban el proceso de primaria, vamos a encontrar el mecanismo para definir un candidato unitario, que sea expresión mayoritaria de Venezuela. Que no se confíen creyendo que si nos desbaratan la primaria, nos vamos a ir a la casa como el chavo, lloriqueando. No, no lo vamos a hacer. Vamos a seguir construyendo una opción de victoria.
–¿Qué tanto tiene que ver en esa insistencia la experiencia de estar tanto tiempo en la Embajada de Chile debido a una acusación del gobierno de Maduro?
–Tiene mucho que ver, en cuanto a no perder de vista nunca los objetivos por los que uno está luchando. A fin de cuentas lo que uno más quiere en la vida, sobre todo cuando asumes el oficio de lo público en la política, es que el aporte que uno haga al país sea en el rol en que uno esté. Uno no es un fin en sí mismo. Quiero que mi aporte sea para darle a las futuras generaciones el país que a nuestra generación nos quitaron. Por eso colapsó Copei, Acción Democrática y todo el sistema democrático, porque una generación le falló a nuestra generación. Yo quisiera que nuestra generación le deje un país próspero, una Venezuela enrumbada, democrática, a las generaciones que vienen. Ahí estaríamos escribiendo nuestro nombre en la historia y ese sería el único pequeño ego que quisiera para mí: haber contribuido con los cambios y con una era hermosa y democrática para el país en el rol que me toque. Ahorita estoy tratando de convencer para liderar este proceso y ser presidente de Venezuela, pero créeme que si no lo logro, voy a estar en el rol que me toque contribuyendo con el país.
Esa experiencia de la Embajada de alguna manera sirvió para templar mis convicciones en cuanto a que mis sacrificios y sufrimientos no se los puedo cobrar al país. Esa expresión la usaba mi abuelo, él también fue perseguido político, estuvo preso seis años en Cuba y nos decía eso: mis sufrimientos no se los puedo cobrar a mi país. Esa experiencia, lo que a mi me tocó, a mi familia y a mis compañeros de partido, nos debe servir para hacernos más fuertes, no más débiles. Todo el que pasa por esas cosas queda con algunos traumas, no te voy a mentir, pero salimos más fuertes. Qué decir de los están en prisión, en el exilio. Todos salimos más fuertes.
Nosotros vamos a defender al candidato que gane la primaria, esté inhabilitado o no. Vamos a prepararnos
Roberto Enríquez, candidato socialcristiano a la primaria
–Usted salió de la Embajada de Chile prácticamente a formar parte de la mesa de negociación con el Gobierno en México. ¿Está planteado en el ámbito de esa negociación permitir la inscripción de la candidata o candidato ganador inhabilitado?
–Nosotros vamos a defender al candidato que gane la primaria, esté inhabilitado o no. Nosotros tenemos que aprender a estar preparados para cualquier escenario. No estamos jugando PlayStation. Se trata de un adversario que juega duro, feo, entonces vamos a prepararnos. Si sale un candidato inhabilitado, todos tenemos que defenderlo. Pero a mí me parece que sería muy irresponsable no tener uno o dos planes alternos en caso de que no logremos que esa candidata o candidato se inscriba si resulta ser inhabilitado. Aquí lo que importa es el país, no una individualidad, llámese como se llame. Lo que importa es la estrategia y es muy clara: salgamos con una candidatura unitaria y vamos a troche y moche a ganarle a Maduro y que ese proceso de negociación, Dios quiera se dé, se concrete y le permita a Venezuela tener elecciones competitivas, libres y justas.
–En el ámbito de la negociación, qué opina sobre el anuncio de la liberación de los 3.000 millones de dólares, que fue un tema de discusión en la mesa de negociación en México.
–No manejo información concreta sobre eso, para ser honesto, pero sí te puedo decir que desde noviembre del año pasado se suscribió el acuerdo del fondo social, que es un dinero que va a administrar la Organización de las Naciones Unidas, no lo va a manejar el Gobierno, y que es para atender temas fundamentales que afectan a la gente: electricidad, salud, agua, la alimentación de los niños. No es que los resuelva, pero podría estabilizar alguno de esos problemas y todavía, te confieso, estamos esperando. No me atrevería a decir que eso está resuelto, porque sobre estos temas hablaré de lo oficial, me corresponde eso. Te puedo decir que esa información de que eso está liberado no es oficial.
–¿Qué fue lo que se acordó en México con respecto a esos 3.000 millones de dólares?
–3.000 millones de dólares que se iban a liberar de los dineros que están bloqueados en algunos bancos y que eso iba a ir para unos fondos que iba a administrar Naciones Unidas para ejecutar planes de rehabilitación del sistema de salud, de estabilización del sistema eléctrico, de alimentación para los niños: superar el millón de niños para casos de desnutrición y el problema del agua. Creo que sí era una victoria para la gente y lamento que se haya tardado tanto, que a la fecha yo no te pueda decir que eso está listo porque todavía falta ejecutarlo.
Estoy tratando de convencer para liderar este proceso y ser presidente de Venezuela, pero si no lo logro, voy a estar en el rol que me toque contribuyendo con el país
Roberto Enríquez, candidato socialcristiano a la primaria
–En el caso venezolano, los anuncios o las informaciones han dado pie a que ya comienza la narrativa de que es un éxito del gobierno de Maduro y no reconocen la participación de la otra parte en la mesa de negociación.
–Qué más quisiera yo que esa noticia se concrete y se haga realidad. Es lo que te puedo decir sobre el tema. Creo que estamos llegando a un punto en donde el sufrimiento del país es agobiante y que todo aquello que ayude a hacerle la vida más vivible a los venezolanos a mi me parece una crueldad no poner el grano de arena. Donde esté lo voy a hacer por dos cosas: contribuir para aliviarle el agobio a Venezuela y para lograr el cambio político y la libertad del país.
–Una de las propuestas de su campaña es la eliminación del Banco Central de Venezuela. ¿Puede explicarnos el alcance y las consecuencias que pudiera tener eso en la economía venezolana?
–Esa es una fórmula que no la estoy inventando yo y no la estoy presentando para buscar notoriedad o un nicho electoral. Esa es una propuesta que nuestro equipo viene trabajando con el creador y el más importante vocero de ese modelo, que es el economista Steve Hanke, quien es mi asesor y uno de los economistas más exitosos.
El tema de la economía no es literatura, tienes que plantear cómo vas a hacer las cosas. Lo que hemos venido diciendo es que para acabar con la inflación, para fortalecer el ingreso de los venezolanos, su poder adquisitivo y reactivar la economía, hay que explicarle a la gente cómo. Lo que hicimos fue visitar al doctor Hanke y preguntarle, una vez que detectamos que era uno de los economistas más exitosos, pedirle si estaba dispuesto no solo a asesorarnos, sino a ayudarnos a fondo, y lo ha hecho. El modelo que él plantea se basa en que si queremos acabar con la inflación y tener una economía sana y próspera, todo pasa por resolver el tema de la moneda, tener una moneda estable, creíble y de libre convertibilidad.
El doctor Hanke se basa en la premisa de que en países como el nuestro, no puedes darle poder al gobierno, a los políticos que manejan el gobierno, para decidir cuánto vale la plata de la gente. Tienes que ponerle un corsé al gobierno para que haya disciplina monetaria, que los intereses políticos no puedan ponerle la mano al tipo de cambio y crear eso que llaman dinero inorgánico, que no es otra cosa que dinero de mentira que genera una presión inflacionaria que empobrece a todo un país y que enriquece a un grupo. Para lograr eso hay que cerrar el Banco Central, así de sencillo, porque ese es el gran aparato de poder que usan los gobiernos y políticos en Venezuela y en países como el nuestro, para enriquecer a un grupito y empobrecer a todo un país. Eso viene pasando incluso desde antes que llegara el chavismo.
Si le generas confianza a los venezolanos que se fueron sin plata y a quienes sacaron su plata del país, la dinámica de crecimiento va a ser explosiva
Roberto Enríquez, candidato socialcristiano a la primaria
Lo que estamos planteando es cerrar el Banco Central o en su defecto eliminemos su capacidad de imprimir dinero sin respaldo; que por cada bolívar haya un dólar, que si usted va al mercado con un dólar y con un bolívar pueda comprar lo mismo, y no cómo pasa hoy que todos los días podemos comprar menos. Cuando llegó Maduro, lo que se compraba con un bolívar hoy necesitas 250.000 bolívares. Este es el país en donde hay más inflación no solo en bolívares, sino en dólares. Una cosa absurda. Y todo por la discrecionalidad que han tenido los políticos y gobernantes para decidir cuánto vale el tipo de cambio. Lo que estamos planteando es que vamos a amputarles las manos a los políticos en Venezuela para que más nunca ninguno, del partido que sea, pueda decidir cuánto vale la plata de la gente.
Para eso hay que hacer ese cambio legislativo que implica cerrar el Banco Central, sustituirlo por una junta monetaria, no estamos planteando descabezar institucionalmente al país, sino cerrar una institución que ha sido tóxica y que es una máquina de hambre, pobreza y devaluación; sustituirla por una junta monetaria que no pueda imprimir dinero sin respaldo, que cada bolívar que emita esté respaldado por cada dólar que ingresa a la reserva. Eso va a acabar con la inflación en 30 días, porque así ha ocurrido en otros países; en 6 meses generas crecimiento y en un año se origina un ciclo espectacular. En todos los países en los que se han aplicado las juntas monetarias esas economías hoy son sanas, no hay inflación y sus reservas se han triplicado. Eso es lo que estoy planteando al país. No estoy inventando quimeras.
–¿Cómo hace usted para explicar estas propuestas cuando está de gira?
–La entienden perfectamente, porque si alguien sabe de economía son las amas de casa. La gente sabe que su plata cada día vale menos. La gente quiere tener monedas sanas, fuertes, lo entienden y saben que el origen del problema es de los políticos, del populismo que hay en Venezuela. Te confieso que en el estamento social al que voy la gente entiende perfectamente que estamos planteando quitarles poder a los políticos y gobernantes para empobrecer a los venezolanos. La gente sabe que es el Banco Central el que devalúa. Hay actores políticos que dicen que el problema es que el Banco Central debe recuperar su autonomía y yo pregunto: ¿una institución cuya directiva es nombrada desde Miraflores y desde el Parlamento, es decir, por los factores políticos, puede ser autónoma? Todo el mundo sabe que no. Entonces es mejor eliminar esa cosa. No podemos acostumbrarnos a crear mitos. El Banco Central de Venezuela es un mito de pobreza y le está haciendo daño a Venezuela.
–¿Y la junta monetaria quién la designa?
–Se puede crear la junta monetaria, que es la tesis Hanke, o reformar la ley para que el mismo Banco Central no pueda imprimir dinero inorgánico. El problema es que tenemos que quitarle competencia para imprimir dinero discrecionalmente al Banco Central. Puedes crear la junta monetaria, pero también estoy planteando que podemos reformar la ley, puede quedar el Banco Central, pero más nunca podrá imprimir dinero sin respaldo. El problema en Venezuela es que, como lo nombran los políticos y además tiene capacidad para imprimir dinero sin respaldo, pues la tentación del Banco Central es irresistible para los políticos venezolanos y me incluyo. Si logro llegar al poder, con la voluntad de Dios y de la gente, yo mismo voy a promover el cierre del Banco Central para quitarme poder.
–¿En su propuesta existe la posibilidad de mantener las bonificaciones del Gobierno?
–Vamos a ir al subsidio directo. El bono es un mecanismo esclavizador, una forma de asaltar el salario, de estafar al trabajador. Aquí hay que recomponer el ingreso y el salario de los venezolanos y los subsidios tendrán que ser directos para evitar la intermediación política, que es otra manera de control social.
–¿Qué respuesta tiene su plan de gobierno para los más de siete millones de migrantes y los que siguen esperando migrar?
–Venezuela necesita un rescate de valores. Hay que dejar claro que el esfuerzo, el estudio y el trabajo es la forma de echar para adelante en la vida. El tema del respeto a las personas y a las leyes se ha perdido en el país. Eso es lo primero, en la medida en que recuperemos al país. Lo segundo es que, cuando se logre activar el país económicamente, y eso podrá ser más rápido, creo que van a pasar dos fenómenos interesantes: van a empezar a regresar muchos con una maleta de aprendizajes para aportar al país, pero también va a ocurrir otra cosa y es que así como se fueron 7 millones de venezolanos también se fueron 400.000 millones de dólares de venezolanos, huyendo del modelo socialista, de expropiaciones e invasiones, y esa gente va a traer su plata para reabrir el cementerio industrial que hay en todo el corredor central del país; resembrar las millones de hectáreas. Si le generas confianza a esos venezolanos que se fueron sin plata y a los que la sacaron, confianza en que se va a respetar la propiedad privada, que la economía se está reactivando y que los políticos no se van a meter con el tipo de cambio, la dinámica de crecimiento va a ser tan explosiva que ni siquiera vamos a tener que pedirle dinero a nadie.
–¿Qué espera Roberto Enríquez el 23 de octubre?
–Un país unido con un referente. Yo estoy bregando para colarme por la baranda y ganar, pero lo importante es que salgamos con una gran jornada de alegría y con un compromiso de que la cuesta sigue, que hay que seguir subiendo y que la primaria no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para unificar y salir a derrotar a Maduro. Creo que el 23 de octubre va a ser un gran día y ahí es donde comienza otra cosa dentro de un proceso.
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