La analista considera fundamental que, ante la llamada furia bolivariana, la oposición mayoritaria se enfoque en una ruta estratégica de movilización ciudadana amplia y contundente, pacífica, unitaria y coherente, que capitalice como nunca antes el descontento popular y el malestar social en un país que está en crisis

Por: César Batiz Transcripción: Jesús Abreu Mena

El conflicto político en Venezuela, con un gobierno autoritario, requiere que del lado de la oposición haya un análisis y evaluación coherentes frente al desafío que implica impulsar una transición y un cambio político pacífico y electoral.

En ese contexto, la politóloga María Teresa Romero resalta que es la estrategia cívica la que debe perseverar ante lo que no duda en calificar de terrorismo de Estado a cargo de la coalición gobernante que lidera Nicolás Maduro.

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Es muy difícil cuando tienes enfrente una dictadura que sí utiliza la fuerza, la mentira y toda una cantidad de herramientas punitivas que asustan y que vuelve a dividir a la oposición venezolana (…) Ahí lo difícil de la estrategia cívica, que tiene que perseverar y no caer en provocaciones de violencia (…) porque les da la posibilidad de usar toda la fuerza del Estado, utilizanel terrorismo de Estado”, apuntó Romero en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.


Trump podría recobrar todas las sanciones, hacerlas efectivas y quedar con un rompimiento bastante grueso entre Venezuela y EE. UU. ¿Hasta qué punto le conviene eso (a Maduro)?

María Teresa Romero, politóloga

De acuerdo con la docente universitaria e investigadora residenciada en EE. UU., al oficialismo no le interesa una negociación en la que se vea comprometido y obligado a ceder en sus principales intereses. Por eso, como en otras ocasiones en el pasado, prescinde de mantenerse en una mesa de negociación con la oposición mayoritaria, esta vez tras el acuerdo de Barbados e incluso luego de lograr que Estados Unidos canjeara al empresario colombiano Alex Saab.

“Nicolás Maduro, y antes Hugo Chávez, bajo esta dictadura que han tenido, no han querido negociar nunca; han tratado de huir de la negociación para sacar algo y después se cierran”, añadió Romero.

La analista cree que la estrategia de la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, en el ámbito de la política exterior enfocada en el conflicto político venezolano, puede parecer errática, pues no hay certezas ni claridad sobre los acuerdos definidos en la mesa de negociación con el gobierno de Maduro, sin participación de la oposición.

–¿Fue un error estratégico de la administración Biden entregar a Alex Saab y esperar la buena voluntad del gobierno de Maduro?

–Hay que ver cómo se hizo. El problema en esta estrategia de política exterior de Biden hacia Venezuela es que es como una caja negra, uno no sabe exactamente cuáles fueron las condiciones y términos a los que se llegó. Uno podría pensar que fue un error estratégico, pero uno no sabe exactamente qué fue lo que se hizo.

Hay una cosa que siempre pasa en las negociaciones con un actor que no quiere negociar, y en este caso Nicolás Maduro, y antes Hugo Chávez, bajo esta dictadura que han mantenido, no han querido negociar nunca; han tratado de huir de la negociación para sacar algo y después se cierran. Quién sabe qué prometieron hacer para que saliera Saab y no lo han hecho, y llevaron a Estados Unidos a una situación bastante difícil y vergonzosa.

Debemos recordar que estamos en un año electoral, que la administración Biden se jugó por una estrategia distinta a la que tuvo el que se perfila será su principal contendor que es Trump. Si Trump fue con una estrategia de frente, en contra, de no hablar prácticamente con Maduro, pues Biden se las ha jugado con una estrategia de negociación, de diálogo, de ir paso a paso, para demostrar que así sí se puede. Se la está jugando muy fuerte.

En las últimas declaraciones, el vocero del Departamento de Estado dice que tomarán acciones fuertes. Hay que ver qué tan fuertes van a ser, pero ya llegaron a un límite donde no pueden seguir jugando porque es un año electoral y aquí (en EE. UU.) Biden se juega un momento y tiene que decir que las negociaciones sirvieron y justificar que hayan soltado a una persona tan comprometida en negociaciones turbias como Saab. Estamos viendo un juego difícil que está en desarrollo.

–Nombraste al expresidente Trump y has dicho que es prácticamente el candidato de los republicanos. ¿Crees que realmente le conviene al gobierno de Maduro estirar la arruga y plantearse negociaciones con Trump?

No creo que le debería convenir tanto porque Trump va a volver a otra estrategia de las que llaman duras aquí en la política estadounidense. Si Biden utiliza las estrategias blandas, de negociación, Trump se supone que va a utilizar otro tipo, va a romper relaciones.

Sin embargo, la dictadura de Venezuela también vio que durante la presidencia de Trump no hizo lo que muchas personas creían que haría y que incluso él mismo fomentó para que eso se creyera: algún tipo de intervención en Venezuela. Las épocas han cambiado, no estamos en los años 50 ni 60, es muy costoso para cualquier gobierno de EE. UU. tomar una decisión como esa porque el pueblo en general no lo quiere y no se lo permite el Congreso.

Eso lo saben también en el Gobierno venezolano. Puede ser que Maduro se agarre de ahí y diga: no hay uno ni otro que me saquen de aquí. Eso haría que suban las amenazas, pero también Trump podría recobrar todas las sanciones, hacerlas efectivas y quedar con un rompimiento bastante grueso entre Venezuela y EE. UU. ¿Hasta qué punto le conviene eso (a Maduro)?


Después de 25 años tenemos que darnos la libertad de analizar crudamente la situación. Hay que ver la realidad para tomar las estrategias acertadas

María Teresa Romero, politóloga

–Y precisamente en un año electoral, uno de los problemas de Biden es la migración y parte de la campaña de Trump es que dice que sellará la frontera e incluso ha hablado de expulsar migrantes indeseables. Se dice que el interés de Biden es impulsar la estabilidad económica y política en Venezuela para disminuir el flujo migratorio. Para Biden y Trump, ¿disminuir ese flujo migratorio es posible mientras Maduro esté en el poder?

–Ahí está el origen del problema: Maduro en el poder. Es por eso que la situación venezolana está en los niveles deplorables que vemos en todo sentido. Los venezolanos en su mayoría quieren salir y no vivir allí, ese es el origen del problema. Siempre que esté Nicolás Maduro allí y no cambie sus políticas y no dé apertura a un cambio hacia la democracia, va a existir el problema.

Pero la migración ha crecido tanto, que es un problema para Biden y para los republicanos, sea quien sea; es un problema de carácter nacional, donde se están acordando una serie de medidas porque ya dieron gran amplitud para que entraran muchos venezolanos y recordemos que el contexto internacional está cada día peor, no solo por la guerra entre Rusia y Ucrania, sino por la guerra entre Israel y Hamás, y todos los enfrentamientos indirectos con Irán y todas esas amenazas de terroristas en el mundo.

No se puede abrir la migración hacia los venezolanos ni en general como lo veíamos en el pasado. Cualquiera de los dos tiene que tomar medidas. Pero sí se observa que Trump hará todo lo posible para tomar medidas más drásticas, eso no quiere decir que los venezolanos no seguirán intentándolo, pero no tendrán la entrada tan fácil como la han tenido. Volverá la migración a América Latina y otras partes del mundo.

–¿Qué recursos tendría la administración Biden para presionar a Maduro, más allá de lo que ya se ha hecho?

–Ahí está el problema. Primero empezarían con la retórica que han obviado, para tener una narrativa más fuerte contra Maduro. Seguramente van a tener que cerrar las compuertas que abrieron bajando las medidas petroleras y del oro; van a tener que recobrar todo eso, es una de las cosas que se dijo desde el Departamento de Estado en noviembre y diciembre; echar para atrás las aperturas, eso va seguro.

No creo que se dé ningún tipo de intervención, me es difícil pensarlo, pero las sorpresas siempre pueden aparecer. ¿Le daría puntos a Biden una intervención de esa naturaleza? A los votantes latinos seguro, pero no al grueso de los americanos que ya están preocupados porque Estados Unidos está cada vez mas involucrado en las dos guerras existentes.

–¿Qué estímulo tiene el gobierno de Maduro para permitir elecciones libres y competitivas?

–Ahí tendría que verse cómo la oposición maneja el descontento, porque si hay furia bolivariana, también el descontento es muy alto. Si la oposición se une en torno a María Corina Machado porque fue la elegida en la Primaria, y se respetan; si no negocian tipo alacranes con el gobierno de Maduro y movilizan a esa población descontenta de forma fuerte, eso es un factor poderoso, no solo por el descontento que ya hay en el chavismo.

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Un factor que obligue, de cierta forma, a que Maduro abra las compuertas de las elecciones de la mejor forma posible, con una movilización cívica, organizada, contundente, que no se termine en dos días. La comunidad internacional democrática de alguna forma ayudará a que eso tenga una consecuencia. Es la única vía que veo sin utilizar la fuerza de la vía militar que es prácticamente imposible.

–Ahí está la furia bolivariana y el fiscal, además, anuncia que los miembros detenidos de Vente Venezuela participaban en esa operación Brazalete Blanco que, supuestamente, era la planificación de un magnicidio. Cuando pasa esto, ¿que posibilidades hay de que esas acciones de la sociedad civil puedan convertirse en presión? ¿Cómo puede ocurrir eso en un clima en el que reprimen a quienes apoyan una actividad política?

–Esa es la eterna pregunta que la oposición democrática se ha planteado y que no ha logrado responder como se debería, porque es muy difícil cuando tienes enfrente una dictadura que sí utiliza la fuerza, la mentira y una cantidad de herramientas punitivas que asustan y que vuelven a dividir a la oposición venezolana.

Eso lo han hecho desde el día uno en que llegó Chávez al poder, han actuado igual, con esta estrategia que es muy radical, de abrir y cerrar: decir una cosa y al día siguiente utilizan la fuerza. Así es que se domina a una población, eso no es nuevo: lo hicieron en la Unión Soviética y en todos los países europeos que estaban bajo la égida de la Unión Soviética; lo han hecho en Cuba: utilizas la fuerza para atemorizar a la población, los metes presos.


Si el gobierno de Maduro actúa como todos los gobiernos dictatoriales, con el miedo y la fuerza, tienes que utilizar otras estrategias porque si no, la gente no se va a movilizar. Esa es la disyuntiva

María Teresa Romero, politóloga

¿Qué significa esto? Allí lo difícil de la estrategia cívica, que tiene que perseverar y no caer en la provocación de la violencia; la salida de 2014, todo lo que se hizo en las manifestaciones en 2017 y 2018, por allí no es la vía, porque les das la posibilidad de usar toda la fuerza del Estado, utilizan el terrorismo de Estado.

Tiene que haber alguna forma contundente de evitar caer en violencia; no sé, tal vez como Gandhi en la India, pero es que el desafío es muy grande cuando tienes una dictadura que usa la violencia y que, además, tiene estrategias y alianzas con terroristas en el mundo entero, alianzas criminales; que no quiere dejar el poder y que, incluso, desafía a un poder tan grande como el de EE. UU.

–¿Cómo evaluarías hasta ahora la actuación de María Corina Machado en este escenario y, sobre todo, porque ha dicho que no se saldrá de la ruta democrática?

–Creo que ella es una líder que ha madurado, ha crecido. El pueblo venezolano, en su mayoría, le dio un liderazgo, pero cuando enfrentamos a un poder tan fuerte, tan organizado para utilizar la fuerza y mantener el poder, se necesita la unión de todos los factores democráticos en torno a ella.

La gran mayoría de los otros partidos opositores estableció un mecanismo y lo aceptaron, pero aún quedan otros que no, que quieren utilizar una vía individual, que juegan con el Gobierno y eso lo sabemos, y son importantes también por movilizadores de la sociedad.

–¿Te atreverías a identificar a esos otros líderes que no entran en la misma dirección hacia donde apunta María Corina Machado con la Gran Alianza Nacional?

–Manuel Rosales, por ejemplo. Le pongo nombre y apellido. No está claro si apoya o no apoya. Creo que hay que tener una actitud en estos momentos como la que han tenido Andrés Velásquez, Andrés Caleca; Copei. AD a veces va y viene, pero es que se necesitan a todos, son importantes, y allí tienen que hablar. María Corina tiene que hablar y los otros tienen que hablar con María Corina.

Hasta que no vean lo inminente de esa situación, hasta que no llamen a la población a una estrategia no violenta, no sé cuál, pero una que no provoque lo que da miedo. Si el gobierno de Maduro actúa como todos los gobiernos dictatoriales, utilizando el miedo y la fuerza, tienes que utilizar otras estrategias porque si no, la gente no se va a movilizar. Esa es la disyuntiva.


La migración ha crecido tanto, que es un problema para Biden y para los republicanos, sea quien sea; es un problema de carácter nacional

María Teresa Romero, politóloga

Creo que si se ve esa contundencia adentro, la prensa internacional, la comunidad internacional democrática, Estados Unidos, y otros países de América Latina van a tener que seguir. Es momento de innovación. Tenemos democracias populistas cada vez más autoritarias que utilizan la fuerza con más firmeza innovando en las estrategias, utilizando tecnología.

Eso siempre y cuando no caigas en la ley internacional. Hay como un acuerdo internacional entre las democracias que no se puede utilizar la fuerza bajo ningún motivo. Antes, en el Derecho Internacional –creo que aún está– se hablaba de intervención humanitaria, pero eso ya no se usa; se utilizó por muchos años y hubo intervenciones humanitarias en países de África, de América Latina, en regímenes en los que ya no había nada qué hacer. Pero ya hay como un acuerdo, que la gente no quiere eso, entonces qué es lo que queda. Ser más creativos en las estrategias.

–Conocimos de las habilitaciones de Leocenis García, de Richard Mardo y hay una sentencia sobre la inhabilitación de Capriles por 15 años. ¿Qué opinas ?

–Esto no es cuestión de ley. Son unos cínicos. Se burlan del pueblo venezolano. Aquí lo que quieren decir es que no vamos a hablar de Capriles ni de María Corina. Ellos están probando para ver qué hacen los que más les interesa, Estados Unidos, y cuál es el siguiente paso. Se les acaba el juego si dicen que queda habilitada María Corina Machado o Henrique Capriles.

–Visto esto, sería de esperar que tomen la misma decisión con María Corina Machado. ¿Una elección sin su participación —ganó la Primaria— puede ser libre y competitiva? ¿Maduro recuperaría ese halo de legitimidad que perdió en 2018? (La entrevista se realizó antes de que el TSJ anunciara la inhabilitación de MCM).

–No, creo que no. Porque la Plataforma Unitaria estableció un mecanismo, que fue la Primaria, eso se hizo y la gente se adaptó, no solo los venezolanos, sino los Gobiernos democráticos que observaron esa Primaria. Ya se ha posicionado el nombre de María Corina Machado. Ahora, ¿van a llegar a un acuerdo con parte de la oposición y poner a otro candidato? Eso no se va a ver y creo que el gobierno de Maduro lo debe contemplar en sus análisis estratégicos. No le será nada fácil jugar a eso.

–O no le interesan los resultados, sino mantenerse en el poder.

–Eso es lo que hemos visto en los últimos 25 años. Que no les interesa negociar. Lo dijo Jorge Rodríguez. Cuántas veces Diosdado Cabello lo dijo. Salen analistas con que eso puede ser una estrategia para acobardar a la gente, pero la verdad es que se ha cumplido todas las veces. No les interesa.

Para dónde se van a ir a vivir; quién les garantiza que van a seguir utilizando toda la plata que se han robado. Después de 25 años tenemos que darnos la libertad de analizar crudamente la situación. He sido moderada, pero hay que ver la realidad para tomar las estrategias acertadas.

–¿Es posible que el acuerdo de Barbados renazca, tome fuerza?

–Es posible, siempre es posible, pero es cuesta arriba.

–¿La Unión Europea tiene cómo presionar al gobierno de Maduro?

–Lo único que oye y le interesa realmente a Maduro, que está en una situación económica difícil por todo lo que sabemos, es que le levanten las medidas. La Unión Europea no tiene las mismas medidas que Estados Unidos, que son más fuertes. Le debe importar más lo que dice Estados Unidos que lo que dice Europa, que puede persuadir y siempre lo ha hecho.

Un país europeo es el que está detrás de las negociaciones de Barbados. Cuántas negociaciones no hemos tenido. Esencialmente esa es la baraja europea, que tampoco ha sido efectiva.

Lo que le interesa al Gobierno no es ni siquiera recobrar la legitimidad de origen, que no ha tenido, o cierto prestigio internacional; el interés realmente es que le levanten las medidas y pueda tener unas negociaciones y un comercio libre. Sabe que Estados Unidos lo puede hacer. A Europa solo le quedaría tomar medidas personales y generales que realmente afectan al Gobierno. Es la única herramienta de negociación efectiva que veo.


Lo único que oye y le interesa realmente a Maduro, que está en una situación económica difícil por todo lo que sabemos, es que le levanten las medidas

María Teresa Romero, politóloga

–Decías que la estrategia cívica tiene que perseverar. ¿Cómo ser perseverante si el panorama parece tan oscuro?

–Ya es hora de que se le hable con la verdad a la sociedad. De alguna forma, la sociedad tiene que ver una estrategia coherente y que se le hable sin crear expectativas que no se van a cumplir, porque eso es lo que hacen los políticos en general.

Tienes que persuadir a las personas, pero basándote en aspectos de la realidad. Este Gobierno dictatorial se quiere quedar y la libertad tiene un costo y los líderes son los primeros que tienen que estar al frente. No hemos tenido eso, sino un liderazgo de partidos de cuando tuvimos los 40 años de democracia. Es difícil, pero hay que hacerlo.

Hay que trabajar la democracia con firmeza. Tienen que ver a un estadista que se inmola por un país, porque si te pones a ver la historia, en los 50, 60, anteriormente cuando había grandes presidentes y liderazgos, lo que llamamos estadistas, ellos tuvieron que pagar un precio alto; incluso en Venezuela, cuando querían salir de las dictaduras de Gómez, de Pérez Jiménez.

En estos 25 años, la oposición ha hecho lo que ha podido, y lo entiendo, pero es una oposición que ha sido regida por líderes que fueron formados y creados algunos con las mismas mañas que tuvo el liderazgo político cuando caía la democracia representativa, cuando estaba en sus últimos momentos.

La gente necesita de esa vitalidad, de esa energía de los nuevos políticos y no es fácil, puede ser que no llegue. Creo que María Corina Machado ha ido por un liderazgo, pero tiene que sentarse y crear una hoja de ruta que convoque a la sociedad de aquí a diciembre.

–¿La Gran Alianza Nacional que presentó el 23 de enero no es parte de esa ruta?

Sí, es cierto, pero a mi modo de ver no ha subido y no ha tenido el punch que necesita; puede ser que le falte estrategia comunicacional. Pero todavía a estas alturas no le veo punch. Y se tiene que apurar porque ante la furia chavista tiene que poner al lado la furia de la población venezolana: con esa gente decepcionada de los liderazgos tradicionales y los partidos políticos e incluso de los nuevos, como Primero Justicia y Voluntad Popular, que votaron por María Corina Machado.

Tienes que subir eso, que se lea cómo hizo Rómulo Betancourt: fue de pueblo en pueblo. Te tienes que movilizar. Ella se ha movilizado, pero tiene que ser algo que se vea nacional e internacionalmente. Esto es fácil de decir, pero es difícil de hacer; pido excusas porque no soy quien para decirlo, pero es lo que he leído.

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