Ha trabajado en producciones con distintos artistas, por ejemplo Gwendoline Christie, Anthony Hopkins, Hug Jackman o Cate Blanchett en el Teatro Nacional de Londres. Es uno de los miles de venezolanos que consigue el éxito en la migración. Tiene 23 años fuera del país. Francia le abrió las puertas a la ópera, el teatro, los musicales de Londres y el cine. No olvida sus inicios en Venevisión y tampoco lo que aprendió en Maturín y en Lechería. El Oscar no le quita el sueño

Con 21 grados en la calefacción, intenta recrear la temperatura de Caracas, Venezuela. Por supuesto, muchísimo menos frío que los 2 grados de ese 26 de enero a las 11:00 pm en Londres, Inglaterra. Han pasado 23 años desde que emigró y aún le cuesta acostumbrarse al frío congelante.

“La aplicación del teléfono dice que la temperatura podría bajar más esta noche”, comenta resignado, esperando colgar la llamada para ir a descansar. Al día siguiente le espera una larga jornada laboral: su alarma se activa a las 5:00 am.

Jean Carlos de Blas es uno de los miles de venezolanos exitosos regados por el mundo. Nació en “la Sultana del Guarapiche”, como le encanta responder cuando le preguntan por su lugar de origen. Es Maturín, la capital del estado Monagas, ubicada al oriente de Venezuela.


El reto fue demostrar que estoy preparado para esto

Jean De Blas, estilista venezolano

Y lo dice con orgullo. Es su fórmula para mantenerse humilde ante el éxito que, de manera silenciosa, ha obtenido gracias a su experiencia al peinar y maquillar artistas en Venevisión, su escuela.

Pero también gracias a la constancia y las ansias de superación para ser un artista internacional que habla francés e inglés. Sin esa motivación, el nombre de Jean Carlos de Blas no sería parte del staff principal de artistas de Wednesday Adams o Merlina, como se le dice en América Latina a la primera serie del director Tim Burton para Netflix.

Llegó a la serie tras audicionar con al menos 30 profesionales. Y cuando su agente lo llamó para darle la noticia brincó de la emoción. También agradeció a Dios por la oportunidad.

La experiencia Burton

Merlina es una historia de comedia oscura creada a partir de la vida de la hija mayor de Morticia y Homero Adams. Muestra cómo la adolescente intenta descifrar una serie de hechos que se desarrollan mientras estudia en la Academia Nunca Más, donde sus padres también fueron alumnos.

En la primera temporada, Jean Carlos forma equipo con otros profesionales para cuidar la imagen de distintos actores de la serie. Vela los detalles de Gwendoline Christie, la directora de la Academia Nunca Más. De Emma Myers, Enid la mejor amiga de Merlina. Además de las actrices que dieron vida a Morticia joven, papel que en la adultez es desarrollado por Catherine Zeta Jones. Y de Luis Guzmán, Homero Adams en la serie.

Trabajar con Tim Burton fue una experiencia única. Enriquecedora. “Él es un señor que tiene todo calculado, es muy meticuloso. Y aunque hicimos sugerencias de looks para los personajes, ya tenía todo calculado. Nosotros solo lo ayudamos a plasmar su idea”, habla sobre los días al lado del director estadounidense.

Fueron días de adrenalina que disfrutó al máximo, describe. “El reto fue demostrar que estoy preparado para esto y dejar el nombre de Venezuela en alto. Mientras que la satisfacción es ayudar a un artista a entrar en personaje y saber que el trabajo es creíble en pantalla, porque trabajar con alta definición es otro reto, eso es algo a lo que no estaba acostumbrado”, confiesa.

Y se ve tan real, que en la serie no te das cuenta que el cabello de Enid, quien se transforma en una joven lobo en Wednesday, es una peluca confeccionada por él con la asistencia de coloristas. O que el peinado y el maquillaje de la directora de Nunca Más, Larissa Weems, siempre luce perfecto.

No está previsto un contrato para la segunda temporada; sin embargo, la propuesta está sobre la mesa. ¿Qué lo limita? Los contratos en otras producciones para distintas plataformas de las que se regraban escenas, una incluye a Anthony Hopkins y Hug Jackman. “Si mi agente logra un acuerdo, estaremos en la segunda temporada”, afirma.

Previo a Merlina

Antes de tener una agenda llena con grandes producciones, como Persuasión, con Dakota Johnson; Jean Carlos de Blas fue estilista en Maturín, estado Monagas. En Caracas también.

Aprendió peluquería con Carlos Vera en Lechería, estado Anzoátegui. Se unió al equipo de maquillistas de Venevisión, luego de estudiar ese arte con Luisa Marcano, jefa del departamento de maquillaje en el canal de La Colina.


Me sentí más cómodo en el Club de Los Tigritos y con las series juveniles

Jean De Blas, estilista venezolano

Allí, se encargó de la imagen de los artistas de El Club de Los Tigritos, de los actores de las producciones dramáticas y de los periodistas del Noticiero Venevisión. “Me sentí más cómodo en el Club de Los Tigritos y con las series juveniles”, expresa.

A la par, formó parte del team artístico Wella. “Con ellos viajé a Europa, conocí Alemania, Italia, Francia y muchos otros, pero Francia me enamoró, todas esas luces me deslumbraron”, recuerda. Tenía 21 años cuando decidió emigrar: descubrió que al gozar de la nacionalidad española y ser europeo, podía vivir en cualquier ciudad de ese continente.

Así que al regresar a Venezuela vendió sus dos salones de belleza en Maturín, junto a otras pertenencias. Un mes después, ya vivía en Francia. La adaptación no fue fácil, en especial por el idioma. Sin embargo, trabajó en televisión y en la Semana de la Moda de París.

Música y acción…

París fue la puerta. Estudiar inglés en Londres, el camino hacia grandes producciones. Allí aprendió el arte de confeccionar pelucas, algo que le terminó de abrir paso en el cine. Claro, mucho antes, se estacionó en la ópera en el 2013, donde tuvo la oportunidad de trabajar con Glenn Close; y en el Teatro Nacional de Londres desde 2017 hasta la pandemia para tomar impulso.

Ambos mundos son agitados, confiesa. Nada que ver con las grabaciones o los programas en vivo que hizo en Venezuela. Los equipos, las luces, el personal y el escenario eran distintos. El estrés es de otro nivel, asegura.

Quizá el Miss Venezuela de Joaquín Riviera, en los que participó como maquillista, se le acerca un poco a la majestuosidad de la ópera, a la grandeza de los musicales de West End, considerado como el Broadway europeo, o al teatro nacional inglés.

Fue allí donde comenzó a codearse con artistas de Hollywood, como Cate Blanchett o Imelda Staunton, conocida por su papel de Dolores Umbridge en Harry Potter o por interpretar a la reina Elizabeth en The Crown; entre otros artistas británicos.

En retrospectiva, de todo lo maravilloso que ha vivido solo imaginó una parte en su infancia. Solía fantasear con cómo sería caminar por las grandes calles que veía en las películas transmitidas en la televisión. Ahora ya sabe cómo se siente. “Es fantástico”, manifiesta.

Aunque el camino ha sido agotador y lleno de muchísimos sacrificios, como estar lejos de su familia, está satisfecho con los resultados. Sin disciplina no habría podido trabajar con Karen Hartley Thomas, una de las más reconocidas diseñadoras de maquillaje y peluquería del cine y la televisión en Londres, que tiene dos nominaciones Emmys, uno en 2009 y otro en 2010.


Él es un señor que tiene todo calculado, es muy meticuloso

Jean De Blas, estilista venezolano

Ella le brindó la oportunidad de trabajar en Persuasión y, desde entonces, forma parte de su equipo de trabajo. “Con ella trabajo actualmente. Le estoy agradecido por brindarme esa oportunidad”, expresa.

Jean Carlos es uno de los venezolanos que sabe que el éxito se forja en medio de las adversidades. Aprovechando las oportunidades cuando todo se ve oscuro, como pasó con la pandemia por el coronavirus. El encierro aumentó la demanda de las pantallas streaming y grandes casas productoras redoblaron el trabajo cuando todo estuvo seguro.

Así llegó al cine. Así también llegó al universo Marvel. A Moom Knight, específicamente, donde hizo pelucas. “Trabajé con el diseñador de cine, de maquillaje y peluquería Donald Mowat, con quien ya he trabajado en otras producciones, The Covenant es la más reciente”, menciona.

A sus 44 años y con su talento, el Oscar no le quita el sueño. Es “algo banal”, sostiene. Aunque si llega, admite que sería el mayor reconocimiento de su trabajo.

Por ahora, solo proyecta su retiro. Ya sabe qué hará: alejarse del frío congelante. Vivir en Margarita, al oriente de Venezuela, comiendo pescado frito, con tostones y ensalada. Caminando por su querida Maturín y, de vez en cuando, sintiendo la temperatura de Caracas sin tener que regular el termostato de la casa.

Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.

Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.

HAZ TU APORTE

Es completamente seguro y solo toma 1 minuto.