Caracas.- Sin sorpresas se eligió este jueves, 22 de julio, a la nueva junta directiva de Fedecámaras. Carlos Fernández Gallardo presidirá al principal gremio empresarial del país para el periodo 2021-2023, acompañado de Adán Celis Michelena en la primera vicepresidencia, Felipe Capozzolo como segundo vicepresidente y el empresario merideño, César Guillén, quien se desempeñará como tesorero de la organización.
En el marco de la 77° Asamblea Anual de Fedecámaras, las asociaciones y gremios adscritas a la principal patronal del país ratificaron a la nueva directiva en una sesión que solo contó con una única candidatura. En su primer discurso en la presidencia, Fernández, quien hasta ahora era primer vicepresidente del organismo, destacó que el ingreso escaso de los venezolanos es el mayor problema económico que tiene el país actualmente.
Aunque insistió en la puesta en marcha de soluciones de libre mercado, en lugar del rentismo petrolero, como respuesta a la crisis económica, destacó que el futuro del país depende de asumir “con seriedad y compromiso un proceso de negociación entre todas las partes del conflicto”.
«Las negociaciones debemos aprovecharlas, unirnos con cuanto factor social quiera acompañarnos. Eso sí, manteniendo nuestra autonomía y dependencia como institución”, aseguró el nuevo líder gremial.
Indicó que le preocupa que los venezolanos pierdan la confianza en la política, que es la manera de resolver los conflictos sociales. Advirtió que ese es un camino peligroso que “uno sabe cuándo entra, pero difícilmente sabe cuándo sale”.
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Subrayó la importancia de la inversión privada como un camino para reimpulsar la economía, aunque advirtió el país requería de 40 años de crecimiento de 5% anual para recuperar el PIB perdido, que, según estimaciones de firmas como Ecoanalítica, ha sido de casi 80% en últimos siete años.
“El concepto esencial de nuestra preocupación debe ser la nación venezolana porque se está desintegrando. Cinco millones de venezolanos han tomado los caminos hacia distintas latitudes porque no tienen un proyecto sugestivo de vida en común”, señaló en su mensaje como presidente electo.
Venezuela enfrenta una severa crisis económica traducida en hiperinflación, pérdida del poder adquisitivo, fallos en los servicios públicos, así como en la distribución de gasolina y diésel.
Tanto la oposición como diversos sectores de la economía venezolana culpan de la crisis al Gobierno de Nicolás Maduro, que ha sido sancionado por diversos países, principalmente Estados Unidos.
Algunos analistas han considerado que las sanciones han exacerbado la crisis, y el presidente de Fedacámaras dijo jueves que aunque son un tema complicado, “es una realidad que hay que manejar”. “Se llaman sanciones, no se llaman premios. Y se aplican a un modelo que abusó del Estado de derecho, que abusó de los derechos humanos y que vulneró los valores republicanos”, expresó.
“Todos no debemos pagar la misma cuenta”, agregó. En este sentido, reclamó que el gobierno venezolano nunca convocó a la cúpula empresarial a discutir el modelo económico, así como tampoco aceptó ninguna observación del gremio. Aún así, Fernández se mostró dispuesto a colaborar con el Ejecutivo en la búsqueda de un nuevo modelo productivo, pues, señaló, “estamos en riesgo de que se pierda el trabajo como valor”.
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