Guanare. El caos que en las ciudades de Acarigua y Araure, en el estado Portuguesa, ha generado la escasez de combustible cada día se incrementa. Desde antes del amanecer y hasta que llega la noche, los conductores se mantienen en cola con la esperanza de surtir sus vehículos, incluso cuando las estaciones no están repostando y solo anuncian que «una gandola podría estar por llegar».
Para Omar El Chumary, presidente de Fedecámaras Portuguesa, las fallas en el despacho de gasolina están afectando gravemente el desarrollo cotidiano de los ciudadanos y de la economía. «La situación impide que las personas puedan trasladarse a sus puestos de trabajo. La ciudad está prácticamente paralizada. Nadie puede hacer sus actividades diarias, ni siquiera llevar a los niños a las escuelas, porque los transportistas están como todos, en cola».
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El presidente de la cúpula empresarial estadal sostuvo que nadie escapa de esta calamidad, pues de las más de 15 estaciones de servicios que hay en el perímetro de las ciudades gemelas, por día, apenas una o dos están surtiendo paralelamente. «Mientras los ciudadanos están en cola de más de ocho horas, los negocios o las empresas están sin sus trabajadores y cómo surge un país así, donde a las personas se les va la vida de cola en cola, sin poder producir», sostuvo.
Zonas rurales
Las fallas de distribución de combustible no solo se quedan en la ciudad. Las zonas rurales están aún más afectadas, ya que en estos sectores son menos o están más lejanas las gasolinerías.
El Chumary expresó que los productores agropecuarios del estado Portuguesa están con las «manos atadas«. Ya sus limitaciones para producir o trabajar el campo no solo están en la falta de insumos, la entrada de lluvia y las pésimas condiciones de las vías de penetración, sino que también el desabastecimiento de gasolina los enfrenta a una nueva encrucijada.
«Cómo pueden operar sus equipos y maquinarias si son a base de gasoil. Los tractores, las asperjadoras. Hasta para movilizarse los obreros se necesita de combustible. Y lo que vemos con todo esto es a una administración (de Nicolás Maduro) enfrentada completamente con el que produce», sentenció.
Bachaqueo a la orden del día
El presidente de Fedecámaras Portuguesa también cuestionó la actuación de los órganos de seguridad, a quienes le han encomendado la labor de custodiar las estaciones de servicio.
«El poco combustible que está llegando a las estaciones de servicio de la ciudad está sujeto a los funcionarios de seguridad que, de alguna forma, generan el caos, ya que están contribuyendo con el bachaqueo de combustible y el llenado de pimpinas, lo que ni siquiera permite que las filas puedan fluir como corresponde», señaló.
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