Caracas.– La capacidad operativa de la industria en Venezuela se ubica en 28%, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial correspondiente al primer trimestre de 2022 que realiza la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).
El porcentaje, de acuerdo con lo informado este miércoles en rueda de prensa por el presidente de la asociación de industriales, Luigi Pisella, refleja una suerte de tope frente al registro del último trimestre de 2021, que se situó en 27%.
La producción en Venezuela, según lo detallado por Pisella, se ve impactada por cinco factores: baja demanda (71%), falta de financiamiento o crédito bancario (71%), excesivos tributos (64%), competencia de productos importados (54%) y dificultades para acceder a materia prima (48%).
«Estamos entre un 25% y 27% de capacidad instalada. La industria en Venezuela no está en su punto de equilibrio y lo poco que produce el sector lo hace a pérdidas, descapitalizándose», destacó Pisella en rueda de prensa.
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El porcentaje que registra Venezuela al término del primer trimestre del año, de acuerdo con las cifras de Conindustria, es de lo más bajos de la región frente a países como Brasil, con una capacidad operativa de entre 79% y 81%; Colombia, con 81%, y Argentina, aún en medio de una comprometida situación económica, con un niveles de entre 61% y 66%.
A pesar del bajo nivel de capacidad operativa totalizado por Conindustria, 64% del sector industrial manifestó un aumento en la producción frente al primer trimestre de 2021.
En cuanto a inversiones en el sector industrial, 57% del sector invirtió principalmente en capital de trabajo e inventarios. «Básicamente se reportó una inversión en gastos de mantenimiento y operacionales para preservar la operatividad de la industria», resaltó Pisella.
De acuerdo con la Encuesta de Coyuntura Industrial del primer trimestre, 70% de los encuestados en el sector reportó un incremento en ventas. «Venimos creciendo en cuanto a unidades de producción y de ventas», añadió Pisella.
Sobre el impacto de la aplicación del Impuesto a Grandes Transacciones Financieras (Igtf), Pisella recalcó que se trata de un tributo al consumo que, en el caso del sector industrial, genera un aumento en los costos de producción de entre 12% y 18%. «Se trata de un impuesto bastante inflacionario, por eso hemos solicitado, junto con el gremio comercial, una revisión en ese aspecto porque hay un claro impacto en la producción».
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En ese contexto, el presidente de Conindustria detalló que los productos nacionales registraron un aumento en sus costos que se ubicó en 45% entre octubre de 2021 y abril de 2022.
A propósito de los decretos vinculados con la protección a los productos terminados, Pisella recalcó que no están en contra de la importación y que es una buena señal que el Ejecutivo Nacional excluyera en la más reciente prórroga 28% de los ítems que estaban exentos del pago de aranceles e impuestos, sin embargo, advirtió sobre la necesidad de una revisión exhaustiva en esa política para que el sector industrial venezolano alcance mayores niveles de competitividad.
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